La psicología define la personalidad como un atributo dinámico y en cambio constante. La razón es sencilla: a medida que nuestras circunstancias de vida transmutan, las características individuales que definen nuestros patrones de conducta, pensamiento y sentimientos también se transforman, dando como resultado formas de ser distintas a lo largo de la vida.
Aunque la personalidad es un elemento demasiado complejo como para ser encasillado en un subgrupo, décadas de investigación han hecho lo posible por crear un modelo estándar que nos permita comprender la dimensión de los distintos tipos de personalidades.
Estudios previos han respaldado la teoría de que existen, al menos, cinco rasgos de la personalidad independientes (apertura a nuevas ideas, escrupulosidad, extraversión, amabilidad y neuroticismo). Conocer los diversos tipos de rasgos es importante porque nos permite descifrar la personalidad anticipándonos a patrones de conducta.
En los últimos años, los investigadores han dado continuidad a los esfuerzos por recrear un modelo que comprenda y defina a la perfección la personalidad humana y los rasgos predominantes; recientemente, un estudio conducido por la Universidad Northwestern (Estados Unidos), con datos extraídos de más de 1.5 millones de participantes, asegura que existen cuatro tipos de personalidades, que el equipo define como promedio, modelo a seguir, reservado y egocéntrico.
Además, los investigadores identificaron los cinco rasgos predominantes que años de investigación previa habían sugerido: neuroticismo, extraversión, apertura, amabilidad y escrupulosidad.
Resultados sorprendentes, pero inesperados
William Revelle, profesor de psicología en la Universidad Northwestern y co autor del estudio, reconoce que, antes de formar parte de la investigación, no creía en la existencia de “tipos de personalidad” distintos; sin embargo, ahora está convencido de que la personalidad puede dividirse en cuatro grupos.
Martin Gerlach, miembro del equipo de investigación, explica que el estudio se basó en un “cuidadoso análisis computacional” llamado algoritmo de agrupación estándar, y que, sumado a esto, el argumento más fuerte que respalda los hallazgos obtenidos es que fue posible identificar los mismos tipos de personalidad en cuatro conjuntos de datos distintos, con preguntas distintas, y que fueron suministrados por diferentes investigadores.
Tomando en cuenta la forma en que los participantes del estudio combinaron los cinco rasgos de la personalidad mencionados anteriormente, el equipo resume la existencia de cuatro personalidades:
Estudios previos han respaldado la teoría de que existen, al menos, cinco rasgos de la personalidad independientes (apertura a nuevas ideas, escrupulosidad, extraversión, amabilidad y neuroticismo). Conocer los diversos tipos de rasgos es importante porque nos permite descifrar la personalidad anticipándonos a patrones de conducta.
En los últimos años, los investigadores han dado continuidad a los esfuerzos por recrear un modelo que comprenda y defina a la perfección la personalidad humana y los rasgos predominantes; recientemente, un estudio conducido por la Universidad Northwestern (Estados Unidos), con datos extraídos de más de 1.5 millones de participantes, asegura que existen cuatro tipos de personalidades, que el equipo define como promedio, modelo a seguir, reservado y egocéntrico.
Además, los investigadores identificaron los cinco rasgos predominantes que años de investigación previa habían sugerido: neuroticismo, extraversión, apertura, amabilidad y escrupulosidad.
Resultados sorprendentes, pero inesperados
William Revelle, profesor de psicología en la Universidad Northwestern y co autor del estudio, reconoce que, antes de formar parte de la investigación, no creía en la existencia de “tipos de personalidad” distintos; sin embargo, ahora está convencido de que la personalidad puede dividirse en cuatro grupos.
Martin Gerlach, miembro del equipo de investigación, explica que el estudio se basó en un “cuidadoso análisis computacional” llamado algoritmo de agrupación estándar, y que, sumado a esto, el argumento más fuerte que respalda los hallazgos obtenidos es que fue posible identificar los mismos tipos de personalidad en cuatro conjuntos de datos distintos, con preguntas distintas, y que fueron suministrados por diferentes investigadores.
Tomando en cuenta la forma en que los participantes del estudio combinaron los cinco rasgos de la personalidad mencionados anteriormente, el equipo resume la existencia de cuatro personalidades:
Personalidad promedio
Una personalidad promedio engloba a “la mayoría de las personas” que formaron parte del estudio, y que resultaron obtener puntajes más altos en términos de neuroticismo y extroversión, y puntajes más bajos en amabilidad y escrupulosidad. No obstante, este grupo se caracteriza por un puntaje promedio en todos los rasgos (con puntuaciones cercanas a cero).
Personalidad de modelo a seguir
Los individuos con esta personalidad se describen como personas agradables y de mente abierta. Tienen un puntaje bajo en neuroticismo y alto en todos los otros rasgos. Como su nombre lo indica, hablamos de alguien que suele despertar la simpatía de los demás y que muchas personas quisieran seguir por su confiabilidad o personalidad interesante.
Personalidad de egocéntrico
Las personas egocéntricas se describen como poco trabajadoras, desagradables, de mente cerrada y extrovertidas. De acuerdo con Revelle, son el tipo de persona con el que nadie quiere pasar el rato.
Personalidad de reservado
Hace referencia a una personalidad muy poco neurótica, sin embargo, tampoco suelen ser personas muy abiertas. Se considera que son personas emocionalmente estables, y en términos generales, su compañía puede resultar agradable.
Cuidado con las etiquetas
A pesar de los resultados y la certeza de los investigadores, algunos psicólogos advierten ser siempre cuidadosas a la hora de etiquetarse a sí mismos y a los demás. La personalidad es sin duda la dimensión más compleja de la experiencia humana, y aunque todos compartimos rasgos, pensamientos, conductas y formas de ver el mundo, es imposible encasillarnos sin errar en el intento.
Incluso los científicos destacan la variabilidad en la personalidad de quienes formaron parte del estudio, ya que los rasgos pueden cambiar a medida que envejecemos. Un número desproporcionado de jóvenes, por ejemplo, encajó en la categoría de personalidad egocéntrica, mientras que los adultos mayores entraron en el grupo de modelos a seguir.
Phrònesis
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