Agradar a todo el mundo es imposible, sobre todo si queremos mantener una buena salud emocional. Preocuparse en exceso por lo que piensan los demás puede suponer un gran desgaste psicológico. Además, al estar continuamente pendientes de agradar a todo el mundo, nos abandonamos.
De hecho, es una manera muy frecuente de dejar de vivir el momento presente y de traicionarnos a nosotros mismos. Porque al final, ¿quiénes somos en realidad? Es como si nos hubiéramos vendido a los demás, como si nuestras opiniones y pensamientos no fuesen válidos si no son aprobados por otros.
Ahora bien, no hay nada más seductor que una persona que se muestra totalmente en sintonía consigo misma y que vive la vida tal y como le gustaría. ¿O no? Por tanto, ¿por qué no mostrarnos tal y cómo somos y permitimos a los demás que nos conozcan por ello, en lugar de fingir ser quien no somos?
Características de una persona que se preocupa por lo que piensan los demás
Si eres de los que pasa mucho tiempo pensando en dar una imagen para ser aceptado por los demás, seguramente lleves a cabo alguno de estos comportamientos:
Estos son algunos de los muchos problemas derivados de un exceso de preocupación por lo que piensan los demás. Como ves, intentar gustar a todo el mundo resulta agotador, sobre todo porque acabas anulándote y fingiendo ser quien no eres.
Ahora bien, no hay nada más seductor que una persona que se muestra totalmente en sintonía consigo misma y que vive la vida tal y como le gustaría. ¿O no? Por tanto, ¿por qué no mostrarnos tal y cómo somos y permitimos a los demás que nos conozcan por ello, en lugar de fingir ser quien no somos?
Características de una persona que se preocupa por lo que piensan los demás
Si eres de los que pasa mucho tiempo pensando en dar una imagen para ser aceptado por los demás, seguramente lleves a cabo alguno de estos comportamientos:
- Dejas de ser tú mismo y eres quien los demás quieren que seas.
- Te alejas de los demás para que no te juzguen.
- Vives constantemente pendiente de si tus acciones serán aceptadas o no.
- Mantienes un estado constante de alerta que es resulta agotador.
- Si algo no sale como habías planeado, te sientes muy mal.
- Te olvidas de ti para pensar en los demás.
- Guardas tus emociones por estar pensando en si serán aceptadas o no.
- No te muestras como eres, sino como quieren que seas.
- Tienes un escudo puesto que evita que tus relaciones sean auténticas y que acaba desgastándote.
Estos son algunos de los muchos problemas derivados de un exceso de preocupación por lo que piensan los demás. Como ves, intentar gustar a todo el mundo resulta agotador, sobre todo porque acabas anulándote y fingiendo ser quien no eres.
Cómo dejar de preocuparse por lo que piensan los demás
Si pasas mucho tiempo temiendo la opinión de los demás hasta el punto de que te quedas sin tiempo para ti, sigue los consejos que te mostramos a continuación. Seguro que te ayudarán.
Si pasas mucho tiempo temiendo la opinión de los demás hasta el punto de que te quedas sin tiempo para ti, sigue los consejos que te mostramos a continuación. Seguro que te ayudarán.
1. Entiende los motivos de tu preocupación
Entender que la cultura y la socialización son importantes para nuestra pertenencia social es el primer paso para dejar de pensar de esta manera. Desde pequeños nos enseñan a actuar de una forma determinada, a vestirnos de una manera concreta, a aceptar ciertas ideologías, a comprar los productos de moda, etc.
Además, el surgimiento de las redes sociales favorece que estemos constantemente expuestos a un escaparate de comparación social. Por ello, debemos reflexionar sobre lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Esto es muy importante para recuperar nuestra identidad de sujetos y no de objetos.
Es agotador controlar constantemente la imagen que mostramos hacia el exterior, y más cuando tenemos que estar pendientes de lo que publicamos en nuestros perfiles de Facebook, Instagram, etc.
2. No puedes controlar la opinión de los demás
Cada persona es un mundo, con sus experiencias, sus pensamientos, sus gustos, etc. Por ello, es imposible agradar a todo el mundo porque no puedes encajar dentro de los parámetros de todas las personas.
Centrarte en los demás en vez de en ti mismo es un error, ya que no tienes control sobre lo que piensan o dicen de ti. Lo que sí que puedes controlar es el camino que tú quieres seguir y lo que te vas a llevar contigo.
Entender que la cultura y la socialización son importantes para nuestra pertenencia social es el primer paso para dejar de pensar de esta manera. Desde pequeños nos enseñan a actuar de una forma determinada, a vestirnos de una manera concreta, a aceptar ciertas ideologías, a comprar los productos de moda, etc.
Además, el surgimiento de las redes sociales favorece que estemos constantemente expuestos a un escaparate de comparación social. Por ello, debemos reflexionar sobre lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Esto es muy importante para recuperar nuestra identidad de sujetos y no de objetos.
Es agotador controlar constantemente la imagen que mostramos hacia el exterior, y más cuando tenemos que estar pendientes de lo que publicamos en nuestros perfiles de Facebook, Instagram, etc.
2. No puedes controlar la opinión de los demás
Cada persona es un mundo, con sus experiencias, sus pensamientos, sus gustos, etc. Por ello, es imposible agradar a todo el mundo porque no puedes encajar dentro de los parámetros de todas las personas.
Centrarte en los demás en vez de en ti mismo es un error, ya que no tienes control sobre lo que piensan o dicen de ti. Lo que sí que puedes controlar es el camino que tú quieres seguir y lo que te vas a llevar contigo.
3. No malgastes tu energía en agradar a los demás
Como hemos comentado, preocuparse por lo que los demás piensan de ti es agotador, porque malgastas tu energía en algo que no controlas. En lugar de ello, invierte ese tiempo en pensar en ti y seguro que conseguirás mejores resultados.
Conócete, lucha por lo que quieres en la vida y crece como persona.
Como hemos comentado, preocuparse por lo que los demás piensan de ti es agotador, porque malgastas tu energía en algo que no controlas. En lugar de ello, invierte ese tiempo en pensar en ti y seguro que conseguirás mejores resultados.
Conócete, lucha por lo que quieres en la vida y crece como persona.
4. Practica mindfulness
La filosofía mindfulness hace referencia a vivir el presente en toda su totalidad y propone que en este camino seamos capaces, progresivamente, de encontrar la esencia de lo que somos.
Gracias a esta practica nos hacemos conscientes de la realidad que nos rodea y podemos vivir desde la libertad, el conocimiento de uno mismo y la aceptación. Además, desde la mentalidad mindfulness, no tiene mucho sentido lo que piensen los demás de nosotros mismos, porque nos respetamos tal y como somos.
David Sánchez
La filosofía mindfulness hace referencia a vivir el presente en toda su totalidad y propone que en este camino seamos capaces, progresivamente, de encontrar la esencia de lo que somos.
Gracias a esta practica nos hacemos conscientes de la realidad que nos rodea y podemos vivir desde la libertad, el conocimiento de uno mismo y la aceptación. Además, desde la mentalidad mindfulness, no tiene mucho sentido lo que piensen los demás de nosotros mismos, porque nos respetamos tal y como somos.
David Sánchez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.