¿Te has preguntado alguna vez cuál es el origen del Mindfulness? Hablamos de una herramienta o un conjunto de herramientas que están de actualidad por lo sencillas que son de comprender, por el relato que hacen las personas que las utilizan y porque tienen un elemento práctico muy poderoso. Así, es raro que pases por un librería y no encuentres la palabra “Mindfulness” en alguno de los libros del escaparate.
Sin embargo, esta técnica que promueve la consciencia plena de cuanto estamos haciendo dista mucho de ser moderna por mucho que le hayamos dado una capa de evolución que la actualiza a las particularidades de nuestros tiempos. Para conocer sus orígenes viajaremos varios siglos atrás en el tiempo.
El origen del Mindfulness
Dicen que todas las modas vuelven. Aun así, no se puede decir que el Mindfulness sea una moda, pero sí es curioso lo mucho que se ha hablado en los últimos tiempos de una técnica casi trimilenaria. Peculiar, ¿no crees?
Se considera que el Mindfulness tiene su origen en Kapilavastu, lugar que hoy día es frontera entre la India y Nepal. Allí, donde tantas enseñanzas orientales sobre el hombre y la consciencia han tomado forma para después propagarse por todo el planeta, parece que surgió esta práctica.
Pero lo más curioso es que el Mindfulness nació del ambiente palaciego de hace unos 2500 años. En este lugar un hombre, descendiente de Suddhodana, rey de los Sakya, llamado Siddharta Gautama, constituye la primera referencia histórica con la que hoy contamos.
Primeros pasos de Siddharta durante el origen del Mindfulness
Siddharta terminó por ser un hombre hastiado de su vida acomodada y rutinaria. Así pues, también acabó por sentirse cansado del sufrimiento que le rodeaba. De este modo, decidió entregar su existencia a un ascetismo realmente riguroso.
Siddharta comenzó una vida de intensa meditación, pero no encontró en ella el aliento que necesitaba. La búsqueda de vías de escape para el estado emocional en el que se encontraba le llevó una noche a sentarse bajo la higuera sagrada en Uruvela, en la orilla de un río afluente del Ganges. Y ahí fue donde se prometió que no se movería hasta encontrar el conocimiento verdadero.
Pero curiosamente, esa misma noche recibió una revelación. Para alcanzarla tuvo que superar las tentaciones enviadas por el dios Mara, que trató de embaucarle de todas las formas posibles para que desistiera de su propósito. Así es como pasó a ser conocido como Buda, es decir, el Iluminado.
“Camina como si estuvieras besando la tierra con tus pies”
-Thich Nhat Hanh-
¿Es real el origen del Mindfulness?
En realidad, esta historia puede tener más de novela que de realidad. De hecho, Siddharta, o Buda, como le queramos llamar, no dejó documento alguno escrito. Sin embargo, la esencia de su pensamiento y filosofía sobrevivió y se trasmitió de boca en boca y ha llegado hasta nuestros días.
Este personaje, al que acompaña un relato tan curioso, enfatizando en la experiencia propia como fuente de conocimiento encontró una serie de fundamentos que se pueden considerar como sólidos. Dichos fundamentos han dado paso al Mindfulness y se articularían en los siguientes puntos:
- Durante cada momento de nuestra vida hemos de ser plenamente conscientes y vivir la estancia en el presente.
- Acoger cuanto surja de la experiencia propia, ya sea negativo o positivo, con amor y sin entrar en juicios.
- Mantener el corazón abierto para ser nuestros mejores amigos y dejar que surja la compasión por cuanto nos rodea.
Estos tres puntos constituirían la base y el origen del Mindfulness, además de la esencia del caminar por nuestra existencia. Darían paso a una forma renovada de conectar a nuestros sentidos con nuestras emociones, de estar y ser plenamente conscientes y de actuar conforme al lugar y las circunstancias en las que nos encontremos en cada momento. Posteriormente, un maestro budista tibetano, Chogyäm Trunga Rinpoche, huido de la invasión y represión china, se dedicó a estudiar las miradas que el ser humano occidental tenía sobre el mundo.
“La peor agresión a nosotros mismos, la peor de todas, es permanecer ignorante por no tener el valor y el respeto tratarnos a nosotros mismos con honestidad y ternura”
-Pema Chödrön-
De esta forma, Rinpoche vaticinó que el budismo llegaría a Occidente en forma de psicología. Más tarde sería el doctor Jon Kabat-Zinn, durante los años 60, recogió el guante y usó la técnica del Mindfulness para mejorar la vida de los pacientes que pasaban por la Clínica de Reducción del Estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts.
Así que de estos ancestrales orígenes nos llega hoy con más fuerza que nunca la práctica del Mindfulness. Pura filosofía budista adaptada al mundo occidental que poco a poco, y por una demanda social, se está consolidando como una de las herramientas con más aceptación para mejorar nuestra actividad mental.
Pedro González Núñez
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