Los indios Sioux fueron víctimas de una de las más sangrientas colonizaciones de las que se tenga noticia. Esto fue consecuencia de la impresionante resistencia que opusieron y que tras ser derrotados militarmente se tradujo en la decisión de mantener sus propias costumbres y valores. Entre ellos, las virtudes del carácter que los identificaban.
Para los indios Sioux son muy importantes tales virtudes del carácter. Cada una de ellas constituye un pilar sobre el que edifican su cultura. Por eso, aún hoy en día, las mantienen vigentes y las transmiten de generación en generación.
“Generoso con el último bocado de comida, sin miedo al hambre, al sufrimiento y la muerte, fue sin duda una especie de héroe. No ‘tener’, pero ‘ser’, era su lema nacional”.
-Charles Alexander Eastman-
Quizás sean precisamente esas virtudes del carácter, que con tanto celo siguen cultivando, las que les han permitido preservarse como cultura. Todas ellas marcan un ideal de ser y se promueven sin ambigüedades en el proceso de educación privada y colectiva. Así, tales virtudes son las siguientes.
1. Silencio, una fuente de iluminación
Los indios Sioux le otorgan un enorme valor a la palabra. No creen que la comunicación sea algo que deba tomarse de manera frívola. Se habla para decir realmente algo, no por simple capricho o para desfogar la inestabilidad interna.
Por eso, una de las virtudes del carácter que cultivan con esmero es el silencio. Callar la mayor parte del tiempo y hablar solo cuando sea necesario.
Esto aplica especialmente para la comunicación con los mayores. No se les habla, si no es estrictamente indispensable. Se aprende de ellos escuchándolos y viéndolos actuar.
“Generoso con el último bocado de comida, sin miedo al hambre, al sufrimiento y la muerte, fue sin duda una especie de héroe. No ‘tener’, pero ‘ser’, era su lema nacional”.
-Charles Alexander Eastman-
Quizás sean precisamente esas virtudes del carácter, que con tanto celo siguen cultivando, las que les han permitido preservarse como cultura. Todas ellas marcan un ideal de ser y se promueven sin ambigüedades en el proceso de educación privada y colectiva. Así, tales virtudes son las siguientes.
1. Silencio, una fuente de iluminación
Los indios Sioux le otorgan un enorme valor a la palabra. No creen que la comunicación sea algo que deba tomarse de manera frívola. Se habla para decir realmente algo, no por simple capricho o para desfogar la inestabilidad interna.
Por eso, una de las virtudes del carácter que cultivan con esmero es el silencio. Callar la mayor parte del tiempo y hablar solo cuando sea necesario.
Esto aplica especialmente para la comunicación con los mayores. No se les habla, si no es estrictamente indispensable. Se aprende de ellos escuchándolos y viéndolos actuar.
2. Amor, una de las virtudes del carácter para los Sioux
En la cultura Sioux el amor romántico es importante, pero lo es más aún el amor universal. Dicho amor hace que cada uno de ellos se sienta parte de la comunidad y esté dispuesto a hacer todo lo que esté en sus manos por ella.
La expresión más evolucionada de amor es la amistad. Y lo es porque se trata de un sentimiento desinteresado, que exige nobleza y lealtad.
Los Sioux afirman que “la amistad es la prueba más severa de carácter”. El amigo es un hermano por el que se podría dar la vida si fuese necesario.
3. Reverencia y el orden del universo
La reverencia en los Sioux es una forma de nombrar dos grandes virtudes reunidas: el respeto y la gratitud. Piensan que todo lo que existe está habitado por un “Gran misterio”, es decir, que cada una de las cosas y de los seres existentes tiene una esencia imposible de comprender del todo.
Ese desconocimiento es la fuente del respeto. La naturaleza y todos los seres vivos merecen ser tratados con consideración. Incluso aquello de lo que nos valemos, como el alimento, no se puede utilizar sin antes agradecer por el servicio que nos presta.
4. Generosidad, porque todos somos uno
Para esta fabulosa comunidad, el apego a las posesiones solo trae consigo tristezas y limitaciones. Por eso, promueven la generosidad en todas sus formas. Creen que esta trae consigo la buena fortuna y la felicidad. Cada quien debe procurar dar lo mejor de lo que es y de lo que tiene.
Es muy habitual que en las ceremonias de bodas o similares, los demás miembros de la comunidad obsequien a los homenajeados todo lo que tienen.
Incluso llegan a quedar en la ruina por darle al otro. Esto es bien visto y celebrado. Así mismo, acostumbran a hacer banquetes e invitar a ellos a los más ancianos o a quienes están necesitados.
5. Valor y coraje, necesarios para avanzar
El modelo para los Sioux es cualquiera que muestre un coraje a toda prueba. No importa si es hombre, mujer o niño. Si es valiente, todos lo admiran y desean ser como él o ella.
Desde niños se les enseña que el coraje es necesario para evolucionar y para mantener la dignidad en toda circunstancia.
Una de las grandes virtudes del carácter para los Sioux es la valentía. Y la principal característica de ese coraje es la capacidad de autocontrol. Para ellos, el más valiente no es el más agresivo, sino el más estratégico. El que enfrenta los riesgos con inteligencia y frialdad.
6. Castidad o el valor de la conquista
Para los occidentales, la castidad ha dejado de ser una virtud. Todo lo contrario, se le considera una limitación o un defecto. Para la cultura Sioux, en cambio, constituía una de las grandes virtudes del carácter, porque le daban un gran valor al cortejo y a la conquista amorosa.
Los jóvenes tenían que probar su habilidad y valor para ser escogidos por una chica. La castidad era una prueba de carácter y de autocontrol, pero no estaba reservada a las mujeres, sino a los hombres también. Se partía de la idea de que la unión sexual debía generar vínculos a largo plazo.
Como se ve, los Sioux tienen toda una filosofía de vida que seguramente les ha sido de mucha ayuda en los difíciles procesos sociales por los que han atravesado. Quizás estas virtudes del carácter también pueden aportar para quienes vivimos en una realidad en la que los grandes valores se vuelven cada vez más obsoletos.
Edith Sánchez
El modelo para los Sioux es cualquiera que muestre un coraje a toda prueba. No importa si es hombre, mujer o niño. Si es valiente, todos lo admiran y desean ser como él o ella.
Desde niños se les enseña que el coraje es necesario para evolucionar y para mantener la dignidad en toda circunstancia.
Una de las grandes virtudes del carácter para los Sioux es la valentía. Y la principal característica de ese coraje es la capacidad de autocontrol. Para ellos, el más valiente no es el más agresivo, sino el más estratégico. El que enfrenta los riesgos con inteligencia y frialdad.
6. Castidad o el valor de la conquista
Para los occidentales, la castidad ha dejado de ser una virtud. Todo lo contrario, se le considera una limitación o un defecto. Para la cultura Sioux, en cambio, constituía una de las grandes virtudes del carácter, porque le daban un gran valor al cortejo y a la conquista amorosa.
Los jóvenes tenían que probar su habilidad y valor para ser escogidos por una chica. La castidad era una prueba de carácter y de autocontrol, pero no estaba reservada a las mujeres, sino a los hombres también. Se partía de la idea de que la unión sexual debía generar vínculos a largo plazo.
Como se ve, los Sioux tienen toda una filosofía de vida que seguramente les ha sido de mucha ayuda en los difíciles procesos sociales por los que han atravesado. Quizás estas virtudes del carácter también pueden aportar para quienes vivimos en una realidad en la que los grandes valores se vuelven cada vez más obsoletos.
Edith Sánchez
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