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viernes, diciembre 08, 2017

Ho´oponopono, la técnica de la responsabilidad emocional

Ho’oponopono es un concepto antiguo para un mundo moderno. Hace referencia a un arte hawaiano de resolución de problemas cuidando las consecuencias más emocionales de los mismos: esas que muchas veces no tenemos en cuenta. Para ello, debemos ser capaces de pedir perdón, de corregir, de enmendar y ofrecer bondad. Es al fin y al cabo una estrategia de higiene mental con la que favorecer una adecuada responsabilidad emocional.

 
 
Ho’oponopono fue una práctica muy arraigada durante siglos en varias islas de la Polinesia, y aunque para ellos tenía una connotación claramente espiritual (el propósito era conectar con la propia divinidad), no fue hasta 1976 cuando esta interesante filosofía llegó al mundo occidental de un modo tan revelador como útil.
Te amo, y si desperté en ti sentimientos hostiles lo siento y te pido perdón. Gracias!

Fue Morrnah Nalamaku Simeona, una sacerdotisa y sanadora hawaiana quien adaptó el hoʻoponopono tradicional a las realidades sociales de la actualidad. Dicen de ella que su logro fue un auténtico tesoro, un regalo para el campo del crecimiento personal y ante todo, para el mundo de la psicología positiva. Si en el pasado esta práctica se llevaba a cabo de forma grupal con todos los miembros de una familia, en la actualidad se ha individualizado para poder practicarla en todo momento y cuando lo necesitemos.

Hoʻoponopono nos permite soltar lastres, reconducir las tensiones, depurar errores y encauzar todos esos problemas enquistados que tarde o temprano, como ya sabemos, se somatizan en forma de enfermedades. Lograrlo puede ser mucho más fácil con esta técnica ancestral…

“Ho’oponopono”, una práctica donde favorecer la convinvencia

Los hawaianos creían que las personas estamos conectadas las unas con las otras mediante el “aka”. Se trata de un especie de conducto “etérico” a través del cual fluye la energía de la vida. Ahora bien, en ocasiones, ese conducto o canal invisible se debilita o se enferma debido a nuestras diferencias, a problemas que arrastramos del pasado, a las mentiras, a las palabras dichas o a las silenciadas. La energía deja de fluir con tanta armonía y entonces ocurre, surge el malestar, los problemas, los trastornos.

El ho’oponopono nos ayuda a sanar el “aka”. No solo repara el vínculo con esas personas que nos son importantes, sino que además nos permite recuperar la conexión con nosotros mismos. Porque si hay algo que define a esta filosofía es la capacidad practicar la bondad en su sentido más amplio, así como un perdón activo y envolvente que empieza en uno mismo y que sabe reconocer lo que es ético, lo que es virtuoso y noble.

Queda claro, no obstante, que no estamos ante un tipo de psicología con base científica. Sin embargo, a pesar de su tradición espiritual y no experimental, fue altamente eficaz para resolver diferentes problemas sociales: actos de delincuencia, disputas entre grupos de vecinos, familias, diferentes etnias e incluso problemas existenciales de una buena parte de la comunidad hawaiana.

Se sabe, por ejemplo, que el ho’oponopono se implementó en los programas carcelarios con gran éxito. Los ancianos guiaban a los reclusos en esta práctica para resolver tensiones y conflictos, favoreciendo con ella una adecuada catarsis emocional que mejoró la convivencia en las instituciones penitenciarias de Hawai.
Divinidad, limpia en mí todo lo que está contribuyendo a que aparezca este problema, permite que todo lo que sea perfecto y correcto para todos los involucrados se manifieste.

¿Cómo aplicar el ho’oponopono en la vida diaria?

El ho’oponopono es el código del perdón y de la responsabilidad emocional. Un hecho que ensalza este tipo de filosofía es la necesidad de que comprendamos algo muy básico: todo conflicto surge de uno mismo. No debemos buscar culpabilidades externas, no hay que volcar en los demás toda responsabilidad de lo que nos ocurre, nos molesta o nos quita la calma. Todos tenemos poder para cambiar las cosas y tornarlas a nuestro favor mediante la bondad, el sentido común y la coherencia ética y emocional.

Para lograrlo, para dar forma a esa energía curativa que conforma al ho’oponopono debemos poner en práctica las siguientes estrategias.


Los 5 pasos del ho’oponopono 

  • El primer paso es tomar conciencia de nuestras actitudes, emociones o comportamientos negativos, esos que nos separan de las personas que amamos, esos que impactan a su vez en nuestro bienestar y libertad personal.
  • Lo siguiente que haremos es responsabilizarnos de nuestras acciones, de lo dicho o no dicho, de lo realizado o evitado, de lo que no hemos intentado o de los errores cometidos y sus consecuencias.
  • Seguidamente, es momento de visualizar y sentir el amor. Debemos experimentar de forma vívida el cariño que sentimos por esa o esas personas a las que hemos descuidado. Abriremos “un canal” interior que conecte con la otra persona.
  • Ahora, es momento de dar el paso, de pedir perdón. No obstante, hay que matizar algo importante: en la cultura occidental tendemos a decir “lo siento” y creemos que con ello ya hemos terminado. Sin embargo, para completar el ciclo de forma correcta debemos recibir también el perdón de la otra persona, hay que escuchar el “yo te perdono”.

El último paso, y no menos importante, es experimentar la liberación. Los hawaianos decían que cuando el “aka” vuelve a conectarse entre nosotros al sanar el vínculo, nuestras almas vuelven a estar libres. Es una sensación maravillosa que nos permite sentirnos más plenos, ligeros y preparados para reanudar nuestros caminos con mayor seguridad y sabiduría. El ho’oponopono es, como vemos, un tipo de filosofía excepcional capaz de garantizar nuestro bienestar y la calidad de nuestras relaciones. Pongámoslo en práctica.

Valeria Sabater

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