Las despedidas son dolorosas y más si se trata de separarnos de la persona que queremos. No importan las causas, ni los problemas que nos hayan llevado al final de la relación, importa el sentimiento de felicidad que ahora tenemos que encontrar. Puede que el camino hacia el éxito sea largo y tedioso, sin embargo, nada podrá impedir que lleguemos a la cima y ser libres.
Si quieres restaurar tu corazón destrozado, debes empezar por el análisis interior, por perdonarte y perdonar a aquella persona que te dejó triste. Regálale al mundo una sonrisa, sé amable con los demás y deja que esa felicidad exterior te abrace a ti también. Practica actividades que te ocupen y te gusten, y por qué no, haz cosas que nunca has hecho y explora tu lado creativo. Diviértete con tus seres queridos, familiares o amigos y también aprende a disfrutar la soledad.
Recuerda que por más larga que sea la tormenta, al final siempre llega la calma. No te preocupes y empieza a llevar una vida en la que el protagonista de la historia, seas tú.
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