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domingo, diciembre 11, 2016

Cómo Potenciar la Técnica del Ho’oponopono y Llevarla al Siguiente Nivel

Hoy quería hablar de una nueva versión de la técnica del ho’oponopono. Es muy parecida a la técnica original, pero con un punto de vista más luminoso y positivo.



El ho’oponopono es una de las terapias que más se están expandiendo actualmente. Casi todo el mundo que se interesa por temas espirituales y de crecimiento personal, al final la acaba conociendo.

Y es muy positivo que sea así, porque es realmente muy efectiva. Personalmente, junto con el tapping, es la técnica que más uso actualmente.

Por esto creo que es muy interesante conocerla bien y aprender a sacarle todo su provecho.

Es mucho más de lo que parece a simple vista.

Qué Es el Ho’oponopono

Por si no conoces el ho’oponopono, primero haremos un resumen de la técnica original, y después hablaremos de la nueva versión (Y si quieres profundizar un poco,aquí tienes otro artículo sobre ho’oponopono un poco más completo.)

El ho’oponopono es una terapia muy sencilla que se basa en el hecho de que todo el Universo es una unidad. Partiendo de aquí, plantea lo siguiente: si todo lo que existe es una unidad, significa que yo soy todo el universo. Y si yo soy todo el universo, significa que soy responsable de todo lo que sucede.

Es una idea muy potente, ¿verdad? Si alguien está sufriendo, yo soy responsable. Si hay una guerra en algún lugar, yo soy responsable. Si me pasa algo a mí, yo soy responsable.

Yo soy parte de todo, así que tengo responsabilidad en todo lo que sucede.

Una vez tomamos conciencia de este hecho, el ho’oponopono nos ofrece una manera muy simple de sanarlo.

En primer lugar, tenemos que asumir nuestra responsabilidad. Si un suceso se ha cruzado en nuestro camino es porque nosotros, con nuestra vibración y nuestros pensamientos, hemos permitido que pase. Así que, si vemos algún suceso doloroso de cualquier tipo, asumimos que somos responsables de que haya pasado.

Una vez hecho esto, solo tenemos que dirigirnos al Universo (o a Dios, o a cualquier otra fuerza que para nosotros tenga sentido) y pedirle que sane lo que hay en nosotros que ha causado esa situación. Tan simple como esto.

A partir de aquí, la manera de integrar el ho’oponopono en nuestra vida es simplemente ir por el mundo con el corazón abierto, y cada vez que veamos una situación dolorosa, asumimos nuestra responsabilidad y le decimos al Universo: Asumo mi responsabilidad. Por favor, sana todo lo que hay en mí que ha provocado que esto pase.

Si no lo has probado nunca, es un ejercicio muy liberador. Y, al irlo practicando, se va produciendo una gran paz en nuestro interior y a nuestro alrededor.

La Técnica del Ho’oponopono Positivo

Esta es la manera clásica de hacer ho’oponopono: asumir nuestra responsabilidad de todo el dolor que veamos a nuestro alrededor, y pedir al Universo/Dios que sane lo que hay en nosotros que lo ha provocado.

Pero hay otra versión de esta técnica aún más luminosa si cabe.

Esta versión la conocí gracias a un comentario muy interesante que recibí en un artículo antiguo sobre ho’oponopono (¡gracias Humberto!). Es el siguiente: si al practicar ho’oponopono nos hacemos responsables de todo lo “malo” que sucede, ¿no tendría sentido hacernos también responsables de lo “bueno”?

Reconozco que no se me había ocurrido plantearlo de esta manera, pero es de esas cosas que se vuelven obvias cuando te las dicen.

Por supuesto que sí. Estamos completamente unidos con todo el universo, y por lo tanto somos responsables de todo lo que pasa. De lo hermoso también.

De hecho, en los últimos artículos hemos hablado mucho de cómo todo lo que sucede en nuestra experiencia es el resultado de nuestros pensamientos. Nada puede pasar en nuestro entorno si nuestros pensamientos no lo permiten.

Así que, si a alguien le pasa algo bonito y nosotros lo vemos, esto significa que nuestros pensamientos lo han permitido.

Y a nivel general, si la Tierra está evolucionando y caminando hacia la paz (que lo está haciendo) es porque nuestros pensamientos están contribuyendo a que sea así.

Debemos alegrarnos y sentirnos partícipes de ello.

Si un amigo tuyo recibe una buena noticia, significa que tú lo has hecho posible.

Si a un compañero de trabajo le dan un ascenso, tú has contribuido a ello.

Si vas por la calle y ves a un grupo de gente contenta y riendo, una parte de ti lo está creando con ellos.

Somos parte de todo lo hermoso que vemos en el mundo.

Y cada vez que nos demos cuenta de esto, podemos aprovechar para hacer ho’oponopono, pero a la inversa. En lugar de pedir al Universo que sane lo que hay en nosotros que hace que pasen cosas dolorosas, podemos pedirle que potencie la parte de nosotros que hace que pasen cosas hermosas.

Universo, veo cosas hermosas a mi alrededor y sé que una parte de mí las ha creado. Por favor, haz que crezca todo lo que hay en mí que hace que estas cosas sucedan.

De la misma manera que podemos pedirle al universo que sane las cosas que hay en nosotros que no fluyen bien, también podemos pedirle que potencie las que sí lo hacen.

No hay que olvidar que nuestra mente crea la realidad.

Y cuanta más atención prestemos a las cosas hermosas y luminosas de la vida, más luz habrá.

http://www.jananguita.es/

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