¿Qué es para ti el autoconocimiento personal? ¿Es una medida para conocernos a nosotros mismos como nunca lo hemos hecho antes? ¿O es mejor ser medidos por el estándar de otro?
Muchas personas se encuentran en una situación en la que sienten que no son lo suficientemente buenas, o que no tienen ningún valor en algún área de sus vidas. O que incluso, la opinión de ellos mismos descansa en lo que piensan los demás.
Todo Parte Desde El Principio
Efectivamente, valoramos a un niño desde que es un bebé. Cuando apenas nace, al principio lo queremos incondicionalmente, hasta que empezamos a juzgarlos con frases como: “eres un buen niño”, por ejemplo. Y esto se refleja cuando hacen una buena acción, como decir gracias, cuando empiezan a caminar, o cuando botan un papel en la basura, etc.
Pero en el caso contrario, empezamos a decir frases como: “eres muy malo/a”, o “ya no te quiero”, etc. Y es aquí donde empieza una serie de creencias limitantes que pueden perjudicar la vida de ese/a niñ@.
Lo cierto es que empezamos a ser condicionados por lo que piensan los demás, hasta el punto de que “la calidad de lo que yo hago, determina lo que bueno que soy”.
En la escuela y en la secundaria, esto se encuentra cada vez más patente. Por lo general, es normal que los padres sientan mayor amor por sus hijos sólo cuando sacan mejores notas que cuando no lo hacen.
En la etapa de la adolescencia, es cuando unos y otros se comparan con lo que tienen, y empiezan a valorarse por lo que han logrado, ¿Pero qué pasa cuando todo no funciona como debería? He allí donde empiezan a sentir poco a poco que no valen, que no son los suficientemente buenos, y por lo tanto, terminan sintiendo que no están a gusto con ellos mismos.
Finalmente, empiezan a revelarse contra la autoridad que ha establecido ese estándar.
¿Pero qué podemos decir de la etapa adulta? Más de lo mismo. Y además, No te suena familiar que cada vez que una persona conoce a alguien, lo primero que pregunta es: ¿Y en qué trabajas?, o ¿qué haces para ganarte la vida?; no nos interesamos en decir primero un “hola”, ¿Cómo estás?, ¿cómo te sientes?, etc.
Es como establecer un valor según el potencial que se tenga.
Entonces, seguimos siendo condicionados o valorados por el estándar que tienen otros sobre nosotros mismos.
Valor, Significado y Autoconocimiento Personal
Para encontrar un verdadero significado en tu vida, debes despojarte de esas barreras que te limitan. Debes reclamar tu propio poder sobre lo que piensas acerca de ti mism@.
La imagen que tienes de ti, es tú propio asunto, no el asunto de nadie más. Pero si constantemente depositas tu autoestima en base a un poder exterior, entonces será tu “propio valor” el que esté en juego. Ya que es el “valor del otro”, el que primará siempre sobre todo lo demás.
Por lo tanto, siempre debes tener la última palabra sobre lo que piensas de ti mism@.
Y el autoconocimiento te brinda la posibilidad de saber cuáles son tus pasiones, tus anhelos, aumentar tu autoestima y saber cuál es tu propio valor.
La Solución: La Autoevaluación
Una forma de evaluarte es mirarte en el espejo y mira lo que ves. Mira bien dentro de tus ojos, ¿Qué ves?
Empieza a recopilar información sobre ti mism@. Averigua cuáles son tus verdaderas pasiones. Y si aún no lo sabes, te pregunto, ¿Qué es lo que te gusta hacer?, ¿cuáles son tus mejores cualidades?, ¿qué habilidad se te da bien? ¿Cuál es tu verdadero potencial?
Haz un test de autoconocimiento. Averigua tus fortalezas y debilidades. Toma lápiz y papel, y traza una línea en el medio. Luego escribe tus fortalezas en el lado izquierdo, y en el derecho, tus debilidades.
Identifícalas.
Por ejemplo: En el lado derecho puedes poner que eres muy servicial, que sabes cierto oficio, te gusta hablar con la gente, etc. Es decir, que tienes ciertas habilidades que incluso, puedes desarrollar aún más.
Y en lado derecho, puedes poner por ejemplo: soy muy negativ@, tengo baja autoestima, critico mucho, etc.
Pues bien, una vez que hayas hecho este ejercicio, busca potenciar o desarrollar tus propias fortalezas. Y en cuanto a las debilidades, trata de reducirlas en su mínima expresión, o sustituirlas por su contraparte positiva.
Busca aquello que puedas cambiar en ti. Empieza por ese hábito o cualidad que tú creas que sea más fácil de modificar, y empieza por ahí.
Este ejercicio te será muy interesante e importante, ya que si pones atención a tu propia experiencia de una manera más objetiva, esto te ayudará a aumentar la calidad de la información que tienes sobre ti mism@.
Por lo tanto, estarás con una mayor disposición a actuar en consecuencia, para mejorar tu autoestima y tu propia valoración, gracias al autoconocimiento personal.
Alexander Chinea
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