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martes, agosto 21, 2018

Creencias familiares: qué aprender de su legado

Cada uno de nosotros enfrenta el maravilloso camino de la vida con recursos propios. Algunos tenemos tanto fortalezas como debilidades, las cuales comienzan a nacer en torno a las creencias familiares. Así, en cierto modo se puede decir que somos aprendices de los obstáculos que vamos superando y, para ello, contamos con diferentes herramientas.

 
 
La esencia de lo que somos se forma en nuestros primeros años, cuando estamos en nuestro nido arropados por las personas más cercanas. Nuestra familia nos ayuda a tejer lo que seremos mañana, a través de sus acciones y sus palabras nos van enseñando cómo es el mundo.

Gracias a nuestras familias vamos entendiendo el mundo y, poco a poco, vamos conociéndonos, hasta que nos llevamos nuestra propia percepción de la vida. Entonces, nuestra impresión del mundo está marcada por nosotros y por lo que aprendimos de nuestras familias.

La familia siempre nos deja huella. A través de las palabras y los actos nos muestran diversas creencias que son propias de cada hogar. Se trata de creencias familiares, es decir, creencias heredadas con las que nos quedamos. A veces son de gran utilidad, pero otras no tanto, por lo que es esencial que observemos qué se puede aprender de su legado.
 
“Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus actos, tus actos se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino”.
-Gandhi-

Creencias familiares, armas de doble filo

El legado que nos deja nuestra familia es muy importante. Se trata de creencias que nos van transmitiendo cuando nos muestran el mundo, que a veces quedan en nuestro inconsciente y que, por inercia, las seguimos como mandatos.

Ahora bien, hay todo tipo de creencias que se transmiten de generación en generación. Entre ellas, hay algunas que pueden hacernos mucho daño. Son armas de doble filo porque las tenemos tan incorporadas que no somos conscientes de ellas y las seguimos con naturalidad, aunque nos causen malestar.

Algunos ejemplos pueden ser frases que nos han repetido y simplemente no nos hemos detenido a pensar en que implicación tienen como: “todos los hombres son iguales” o “todas las mujeres son iguales”. Alguien al que le hayan inculcado esta frase puede que inconscientemente siga esta creencia y desconfíe en su diario vivir de los hombres o de las mujeres.

Entonces, sin darnos cuenta, seguimos algunas creencias que pueden llevar a que no nos permitamos conocer y tener nuestra propia impresión de determinadas situaciones. Así, nos limitamos y nos quedamos con lo que hemos aprendido sin ni siquiera explorar nuevos rumbos. Ahora bien, esto no quiere decir que todas las creencias sean negativas, pero algunas sí lo son.
 
Creencias familiares, llevar presente nuestras raíces

Las creencias heredadas también pueden ser buenas. Porque a través de ellas podemos aprender, entonces es importante llevarlas presentes. Asimismo, si comenzamos a ser más conscientes de qué creencias tomamos como mandatos podemos hacer frente a las creencias negativas que seguimos.

Además, las creencias familiares se relacionan con nuestras raíces, pues en su mayoría las aprendemos en la infancia de nuestros círculos más cercanos. Ahora bien, ten presente que cuando hablamos de creencias familiares hacemos referencia a las personas con las que has vivido en gran parte de tu vida y que cada familia es única.

Nuestras raíces son la esencia de donde venimos, honrarlas nos permite ir un paso más adelante. Sea bueno o malo lo que nos hayan enseñado, nos ha permitido vivir y de ello podemos aprender cada día. Cuando analizamos nuestras vivencias más íntimas, comenzamos a ser libres de elegir cómo seguir nuestro camino.

Entonces, una vez crecemos podemos decidir el sendero que queremos transitar. Asimismo, podemos elegir qué parte preservar de lo que nos han enseñado. Conservamos lo que queremos de nuestras raíces y, sea consciente o no, centrarnos en ellas nos permite crecer, aprendiendo cada día.


¿Cómo saber cuáles son las creencias de la familia?

Prestarle atención a las creencias que hemos aprendido puede ser sumamente útil. De este modo podemos quedarnos con aquellas que nos beneficien y cuestionar aquellas creencias que hemos asumido sin análisis previo. Si bien por un lado de todas podemos sacar provecho, si elegimos las que más beneficiosas nos sean, contaremos con mayor bienestar.

Observa las siguientes ideas para encontrar creencias de la familia:
  • Autoconócete. El arte de conocernos a nosotros mismos nos facilita saber sobre nuestras reacciones, pensamientos y sentimientos. Una vez sepamos de ellos, estaremos cerca de nuestras creencias, pues hacen parte de lo que somos.
  • Reflexiona. Considerar algo con atención y detenimiento, nos permitirá tener más presente cuáles son nuestras creencias.
  • Haz una lista. Realizar una lista de las creencias nos ayudará a verlas de otra manera, una más consciente. Después de hacer la lista, puedes considerar estrategias para mejorar aquellas que te causan daño. Cada vez puedes ir incorporando nuevas creencias que antes no habías tenido en cuenta.
  • Pon atención a las frases típicas. Si estás en el momento presente, te fijarás bien en las frases que suelen decir en tu familia, ¡ahí estará la pista para encontrar las creencias!
  • ¿Con qué prejuicios cuentas? Detrás de los prejuicios puede haber una creencia, es esencial estar atentos a ellos.

No olvides que hay creencias que te aportan mucho y que potencian el bienestar de quien las sigue. No hay nada más maravilloso que conocer lo que nos hace bien y mantenerlo en nuestras vidas.

Ahora bien, no solo consiste en detectar las creencias, si son negativas también es importante transformarlas para evitar el malestar. Atrévete a hacer consciente lo inconsciente y a modificar lo que te causa daño. 

Beneficios de aprender del legado de las creencias familiares

Podemos sacar provecho al aprender del legado que nos ha dejado nuestra familia a través de las creencias. Observa los beneficios con los que podemos contar.
  • Liberarte de aspectos inconscientes que te hacen daño.
  • Potenciar tu bienestar.
  • Aumenta la armonía.
  • Aumenta el conocimiento.
  • Mejora la forma de relacionarte.
  • Aprovechar el aquí y el ahora.
  • Encontrar tu propia verdad.
  • Salir de los prejuicios.

Las creencias familiares nos llevan tan lejos como lo permitamos. Nos llevan a alcanzar nuestras metas cuando son formas maravillosas de ver la vida y enfrentar las dificultades, pero también nos alejan de nuestros objetivos cuando son tóxicas. De nosotros depende decidir qué seguimos y qué no.

Ahora bien, es importante estar atentos a ellas, pues como la mayoría de las veces son inconscientes, serán difíciles de transformar si no las conocemos. Podemos hacer una fabulosa metamorfosis del legado que nos ha dejado nuestra familia, al entender que nos ha permitido una forma de estar en la vida y comprender el mundo, y que podemos aprovecharlas o alejarnos según nos generen o no malestar.

Si vemos las creencias familiares como un aprendizaje, nos será más fácil asumirlas. Atrévete a buscar en el fondo de ti esas creencias que has convertido en mandatos. Reflexiona y transforma tu mundo interior aprendido, por una maravillosa forma de tener otro punto de vista más consciente. ¡Anímate!

María Alejandra Castro

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