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domingo, agosto 12, 2018

5 razones por las que no encuentras al amor de tu vida

Se ha extendido mucho la idea de que existe “el amor de la vida”. De un modo u otro es una versión contemporánea del mito de la media naranja. Implícitamente introduce la idea de que hay un gran amor predestinado para nosotros y que nuestro papel es buscarlo y encontrarlo. Se supone que si no encuentras al amor de tu vida, lo que debes hacer es seguir buscando.

 
 
No tiene nada de malo adornar con ideas románticas el amor de pareja. De hecho, puede ser enriquecedor. El problema aparece cuando supones que no encuentras al amor de tu vida, pero que en cualquier momento sí lo vas a descubrir en alguna parte. Y que en verdad durará toda la vida. Si no es así, es porque esa persona “no era”, pero otra sí será.

“No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar”.
-Albert Camus-

Lo problemático de todo esto es que puede llevar a algunas personas a vivir en función de un hecho ideal. Y los hechos ideales solo habitan en el mundo de las ideas, pero no en la realidad. Por eso vale la pena aclarar un poco las cosas. Para ello, veamos cinco de esas razones por las que no encuentras al amor de tu vida.
 
1. El amor de la vida no existe

La primera razón por la que no encuentras al amor de tu vida es porque este no existe. Al menos no existe en esos términos de alguien predestinado a ocupar un lugar extraordinario en tu corazón. No hay una única persona con la que podamos ser felices en una relación de pareja, sino muchas.

Toda relación, por maravillosa que sea, es susceptible de terminar. Eso no depende del destino, ni de fuerzas extrañas. Simplemente es una consecuencia de múltiples factores. El más frecuente de ellos, expectativas frustradas y dificultad para acoger maduramente al otro en nuestras vidas.
 
2. El narcisismo impide aceptar las diferencias

Muchas personas piensan que su pareja ideal es una suerte de espejo para ellos mismos. Buscan a alguien que sea su propia versión en cuerpo ajeno. Es obvio que tiene que existir una compatibilidad sólida entre ambos, pero eso no elimina el hecho de que también puede haber, y hay, grandes diferencias entre ambos.

Si no encuentras al amor de tu vida es posible que tengas una idea demasiado personal del amor. Quizás crees que un gran amor es el que llena tus necesidades o colma tus deseos. ¿Y tú? ¿Sí eres capaz de llenar por completo las necesidades y los deseos de la otra persona? ¿Estarás viendo todo solo desde la parte que te toca, sin tomar en cuenta el otro lado de la historia?
 
3. Fantasías adolescentes, un motivo por el que no encuentras al amor de tu vida

Hay mucha gente que todavía sostiene la idea de que debe “aparecer” alguien que te haga sentir mariposas en el estómago, sudor en las manos y corazones saliendo de los ojos. También que te transporte al paraíso con su sola presencia. Todo lo demás es poco.

Estas fantasías son una remembranza de los primeros amores adolescentes. No solo es el amor, sino también la misma juventud la que nos lleva a experimentar los afectos de ese modo, durante esa etapa. Ni la juventud vuelve, ni los amores serán tan efervescentes como entonces. Por contrapartida, podrían ser mucho mejores y más reales y duraderos.
 
4. No se desarrolla la capacidad de comprometerse

Una de las razones más frecuentes por las que no encuentras al amor de tu vida podría ser la dificultad para comprometerte. Asumir un compromiso no es fácil. Implica un conjunto de pérdidas y de renuncias. También una aceptación de que la realidad es incompleta e imperfecta. Es la negación de la fantasía romántica, porque se trata de un acto racional.

A veces no queremos aceptar que la realidad tiene facetas ordinarias, en las que no suenan los violines. El compromiso no es compatible con el idealismo, sino con el realismo. No todo el mundo tiene las herramientas para comprometerse de corazón con otro. En esa medida, ningún amor va a sobrevivir al tiempo y las dificultades.
 
5. Hay obsesión por el éxito

Actualmente hay una gran obsesión por el éxito, en particular en el terreno laboral. Las personas quieren escalar al máximo. Tener más dinero, más prestigio y más de todo. La única manera de lograrlo es entregándole su vida al trabajo y a los proyectos.

En esas condiciones es muy difícil que prospere un gran amor. Incluso para estas personas el amor mismo termina siendo una empresa a la que le exigen que sea rentable. En este punto hay que revelar uno de los grandes secretos del amor verdadero: nos enamoramos de las vulnerabilidades y de las necesidades del otro, no de sus aciertos y éxitos.

Si te lamentas porque no encuentras al amor de tu vida, tal vez deberías pensar que no hay nada para encontrar. No se trata de buscar, sino de construir. No se trata de ser amado, sino de amar. Así de sencilla es la fórmula para llegar a vivir una relación plenamente feliz.

Edith Sánchez

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