La vida está hecha básicamente de costumbres. Son muy pocos quienes pueden darse el lujo de inventar una rutina diferente cada día. Sin embargo, aún en medio de esos límites que nos impone cada jornada, podemos introducir hábitos exóticos que tienen el potencial de enriquecer significativamente nuestra vida.
Cuando hablamos de hábitos exóticos no nos estamos refiriendo a conductas extrañas o fuera de lo normal. Simplemente se trata de costumbres que son poco comunes, pero no por ello difíciles de adoptar, o de internalizar.
Muchas de las cosas que hacemos como rutina las hemos aprendido sin darnos cuenta. Tampoco se nos ocurre hacer una revisión objetiva y mirar si esas costumbres realmente nos ayudan a vivir mejor o simplemente se mantienen por la inercia que genera la propia repetición. Esta es, entonces, una invitación a revisarlas y también, quizás, a adoptar hábitos exóticos que pueden ser de mucho provecho.
Muchas de las cosas que hacemos como rutina las hemos aprendido sin darnos cuenta. Tampoco se nos ocurre hacer una revisión objetiva y mirar si esas costumbres realmente nos ayudan a vivir mejor o simplemente se mantienen por la inercia que genera la propia repetición. Esta es, entonces, una invitación a revisarlas y también, quizás, a adoptar hábitos exóticos que pueden ser de mucho provecho.
“Las cadenas del hábito son generalmente demasiado débiles para que las sintamos, hasta que son demasiado fuertes para que podamos romperlas”.
-Samuel Johnson-
1. Dormir en posición de empoderamiento
Puede parecer extraño, pero las posturas corporales que adoptamos promueven determinadas actitudes en nosotros. A veces, por ejemplo, caminamos con la cabeza gacha. Eso se debe a que nos sentimos acongojados y frágiles. Sin embargo, al mismo tiempo, caminar así refuerza esas actitudes.
Lo sorprendente es que esto también se aplica para cuando nos acostamos a dormir. Si nos acurrucamos en posición fetal, por ejemplo, tenderemos a despertar sin mucho ánimo y sintiendo que la jornada nos sobrepasa. En cambio, si nos estiramos completamente, expandiéndonos, probablemente nuestra actitud será más positiva al despertar.
2. Tener 3 experiencias positivas por cada experiencia negativa
Es uno de los exóticos hábitos que deberíamos adoptar y practicar sin falta. Tal y como lo dice el subtítulo, se trata simplemente de que por cada experiencia negativa, sí o sí, se vivan tres positivas. Así de sencillo.
El propósito de esto es limpiar la mente y el alma de los restos que quedan luego de vivir algo malo. Una experiencia negativa genera un eco y este puede arruinarnos el estado de ánimo por todo un día, o incluso por más tiempo. Al compensarlo con tres experiencias positivas, los reductos de lo malo se dispersan y se logra recuperar el equilibrio con más facilidad.
3. Fingir que estás feliz, uno de los exóticos hábitos que funcionan
El cerebro es un órgano misterioso y maravilloso. Principalmente es creativo. Bajo ciertas circunstancias, deja de distinguir la línea que separa la realidad de la fantasía. Por ejemplo, al ver una película muy triste, y a pesar de que sabemos que se trata de una ilusión, el cerebro lo experimenta como si ocurriera en carne propia (neuronas espejo).
Podemos utilizar este extraordinario mecanismo a nuestro favor. Por ejemplo, fingiendo ser felices aunque no nos sintamos bien. Comportarnos como un actor o una actriz que deben desempeñar el papel de alguien dichoso. Te puedes sorprender al ver lo que ocurre tras un par de días “actuando” de esta manera.
4. Enviar mails amables sin ninguna razón
Este es uno de esos exóticos hábitos que más te puede alegrar. Se parece al anterior en el sentido de que no necesitas sentirte bien para adoptar una actitud positiva. Si el ánimo está caído, nada mejor que hacer algo para que otros se sientan bien. Está comprobado que ayudar a otros es la mejor manera de ayudarse a uno mismo.
El dar esos obsequios del corazón engrandece la vida de quien lo hace. En este caso, simplemente se trata de adquirir el hábito de enviar mensajes cálidos y positivos a las personas que apreciamos o amamos. No algo prediseñado, sino un mensaje creado por ti. Esto funciona especialmente en días difíciles. Se debe a que inmediatamente cambia el registro emocional en el que nos encontramos.
5. Buscar espacios al aire libre
La naturaleza ejerce una fuerte influencia sobre nuestras emociones. El efecto es casi inmediato. Basta con acercarnos a un espacio verde y al instante se experimenta su poder sanador, en la mente y en el cuerpo. Es uno de los exóticos hábitos más saludables que podamos adoptar.
Mejor si aprovechamos ese acercamiento para caminar descalzos sobre la hierba o tendernos un rato a recibir el sol. Si esto no es posible, al menos una caminata diaria al aire libre vale la pena. Ayuda a organizar ideas, a relajar la mente y a recuperar el equilibrio interno.
Todas estas costumbres son hábitos exóticos porque en realidad no son muchas las personas que los adoptan. Sin embargo, vale la pena probarlos. Son una manera de aumentar el significado de tu día a día.
Edith Sánchez
Este es uno de esos exóticos hábitos que más te puede alegrar. Se parece al anterior en el sentido de que no necesitas sentirte bien para adoptar una actitud positiva. Si el ánimo está caído, nada mejor que hacer algo para que otros se sientan bien. Está comprobado que ayudar a otros es la mejor manera de ayudarse a uno mismo.
El dar esos obsequios del corazón engrandece la vida de quien lo hace. En este caso, simplemente se trata de adquirir el hábito de enviar mensajes cálidos y positivos a las personas que apreciamos o amamos. No algo prediseñado, sino un mensaje creado por ti. Esto funciona especialmente en días difíciles. Se debe a que inmediatamente cambia el registro emocional en el que nos encontramos.
5. Buscar espacios al aire libre
La naturaleza ejerce una fuerte influencia sobre nuestras emociones. El efecto es casi inmediato. Basta con acercarnos a un espacio verde y al instante se experimenta su poder sanador, en la mente y en el cuerpo. Es uno de los exóticos hábitos más saludables que podamos adoptar.
Mejor si aprovechamos ese acercamiento para caminar descalzos sobre la hierba o tendernos un rato a recibir el sol. Si esto no es posible, al menos una caminata diaria al aire libre vale la pena. Ayuda a organizar ideas, a relajar la mente y a recuperar el equilibrio interno.
Todas estas costumbres son hábitos exóticos porque en realidad no son muchas las personas que los adoptan. Sin embargo, vale la pena probarlos. Son una manera de aumentar el significado de tu día a día.
Edith Sánchez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.