En primer lugar, quería desearte un muy feliz año 2018.
Ya hace unos días que hemos estrenado el año, pero este es el primer artículo que escribo desde entonces, y quería aprovecharlo para enviarte muy mejores deseos. Espero de todo corazón que la luz y el amor te acompañen el todo momento y que todo lo que te llegue a partir de ahora sea cada vez mejor.
Aparte de esto, hoy hablaremos de la energía de este año que acabamos de empezar.
Cada año tiene su propia energía y sus propios potenciales, y esto hace que cada uno sea propicio para un tipo de cosas. Y si tenemos esta información, lo podremos aprovechar mucho mejor.
Esto no implica ningún límite de ningún tipo, ni que cada año solo podamos hacer unas determinadas cosas y ya está. Podemos hacer lo que queramos en cualquier momento.
Simplemente hay momentos en los que la energía es más favorable para unas cosas, y momentos en los que la energía es más favorable para otras.
Y si conocemos bien esta energía, la podremos utilizar mucho más a nuestro favor.
Aparte de esto, hoy hablaremos de la energía de este año que acabamos de empezar.
Cada año tiene su propia energía y sus propios potenciales, y esto hace que cada uno sea propicio para un tipo de cosas. Y si tenemos esta información, lo podremos aprovechar mucho mejor.
Esto no implica ningún límite de ningún tipo, ni que cada año solo podamos hacer unas determinadas cosas y ya está. Podemos hacer lo que queramos en cualquier momento.
Simplemente hay momentos en los que la energía es más favorable para unas cosas, y momentos en los que la energía es más favorable para otras.
Y si conocemos bien esta energía, la podremos utilizar mucho más a nuestro favor.
La Energía de los Números
Para conocer la energía del año 2018 utilizaremos el mismo camino que usamos el año pasado para analizar la energía de 2017: la numerología.
Como ya comentamos el año pasado, nuestra sociedad en general no tiene una muy buena imagen de la numerología. Muchas personas lo consideran algo absurdo y sin sentido. Pero es mucho más poderosa de lo que parece a simple vista. Los números tienen un gran significado, y a través suyo podemos entenderlo todo.
Una de las maneras más simples de analizar la energía de un año mediante la numerología es sumar todas sus cifras hasta que solo quede una. Con este método, podemos ver que el año 2018 tiene la energía del 2:
2 + 0 + 1 + 8 = 11, y 11 = 1 + 1 = 2
En muchas escuelas de numerología, cuando se llega a un número con todas sus cifras iguales no se sigue sumando. Así que, bajo esta teoría, el año 2018 es un año con la energía del número 11. Pero a mí me gusta simplificar las cosas y, aunque efectivamente el año 2018 es un año 11, también es un año 2.
Y el 2 es el número de la división y la dualidad.
Es posible que, al oír estas palabras, alguien piense que el dos es un número negativo, pero no es así en absoluto. Es cierto que la división tiene un cierto riesgo que hay que vigilar, pero sin ella no puede haber creatividad. Si solo existiera el uno, todo sería idéntico e uniforme. Necesitamos el dos para que aparezcan la creatividad y la diversidad.
Así que el 2 es el número básico de la creación.
Si piensas un momento en el proceso de creación de cualquier cosa, verás que siempre hay una división: hay algo que primero es una unidad y que luego se divide en dos. Todo se crea de esta manera.
El ejemplo más claro es la reproducción de las células: primero tenemos una única célula; luego esta célula empieza a dividirse y se separa en dos, y así al final tenemos dos células.
Algo muy parecido sucede en la reproducción humana: primero tenemos el cuerpo de una mujer, luego empieza un proceso en su interior que va creando un nuevo cuerpo, y al final este nuevo cuerpo sale y se separa del cuerpo de la madre. Durante el embarazo, madre e hijo son uno. En el parto, se separan y se convierten en dos. Y así nace una nueva vida.
Y lo mismo sucede en la creación de cualquier idea o proyecto. Primero tenemos una idea en nuestra mente: la idea y nosotros formamos una unidad. Luego le damos forma y la materializamos en el mundo exterior: la idea sale fuera y se “separa” de nosotros.
Así se crean todas las cosas. Siempre es un proceso de división. Primero hay algo que es una unidad, y luego esta unidad se divide de alguna manera y aparece una cosa nueva.
Y esta es la energía del año 2018: es un año propicio para que aparezcan cosas nuevas.
La Energía del Año 2018
La energía del año 2018 es una energía muy favorable para que cualquier proyecto que tengas en mente empiece a materializarse. Es un año que favorece que lo que tienes dentro de ti salga al exterior y se manifieste como una entidad con vida propia.
Ahora bien, hay que puntualizar esta afirmación para entenderla correctamente.
El número dos es un número de creación, pero no es un número de crecimiento. Es un número que capta la energía del momento en el que algo nace, pero no va más allá.
Prácticamente todas las cosas, cuando nacen, lo hacen en un estado muy bajo de desarrollo: los bebés, al nacer, son muy vulnerables e inmaduros; las plantas, cuando asoman la cabeza por encima de la tierra, son solo un pequeño brote verde; los proyectos, cuando se ponen en marcha, suelen ser bastante inciertos, y no se sabe si acabarán prosperando o no.
El número dos tiene esta energía: es un nacimiento, y todo nacimiento tiene un gran potencial. Pero aún no se sabe si este potencial se desarrollará al máximo o no.
Así pues, si hay algún proyecto que tienes pensado desde hace un tiempo, este año es un buen año para ponerlo en marcha. Es un buen año para que deje de ser una idea en tu mente y se manifieste como una realidad tangible.
Simplemente ten en cuenta que esto no significa que vaya a crecer en seguida. Puede que lo haga, pero no es lo más probable. Este es un año de nacimientos. Es un año de brotes verdes. No tengas prisa. Cuídalos con paciencia y amor, y más adelante ya irán creciendo.
La Importancia de Sembrar antes de Cosechar
Aparte de esto, también hay otro factor que hay que tener en cuenta durante este año. El año 2018 es un año favorable para los nacimientos, pero los nacimientos solo pueden producirse después de un periodo de gestación.
Nunca nace nada de un día para otro; primero tiene que pasar por un periodo durante el cual se ha ido gestando.
Esto significa que este es un año muy bueno para empezar proyectos, siempre y cuando los hayas estado preparando desde hace un tiempo. Si no has trabajado en ellos de ninguna manera y justo ahora te pones a ello, es probable que no funcionen del todo bien.
Para entender bien esta idea, imagínate a dos personas que tienen un terreno apto para el cultivo. Las dos quieren aprovecharlo para obtener frutas y verduras, pero su actitud para conseguirlo es muy diferente.
La primera no hace absolutamente nada. Tiene el terreno abandonado y ya está. La segunda, en cambio, lleva tiempo cuidándolo para convertirlo en un huerto: ha quitado las malas hierbas, ha plantado las semillas y lo ha regado regularmente. Y llega un momento en que aparecen los primeros brotes.
Al ver esto, la primera persona piensa: yo también quiero un huerto. También quiero que crezcan las plantas en mi terreno. Si mi vecino tiene brotes, yo también puedo tenerlos. Voy a plantarlos ahora mismo.
¿Qué sucederá en un caso así? Pues que difícilmente lo conseguirá. Las plantas no empiezan a crecer en un día. Y tampoco se pueden plantar en cualquier momento. Para tener tomates en verano, no puedes plantarlos directamente en verano. Hay que haber hecho un trabajo previo antes.
Todo nacimiento viene precedido de un trabajo previo, y esto es válido para todo: las personas, las plantas, los proyectos y las ideas. Cuando una mujer decide tener un hijo, no lo tiene al día siguiente; primero tiene que pasar por el embarazo. Cuando una persona decide montar un negocio, no lo pone en marcha al día siguiente; primero tiene que prepararlo y planificarlo bien. Nada aparece de golpe de un día para otro.
Esta es la energía del año 2018: es un año favorable para los nacimientos, pero solo puede nacer aquello que se ha gestado previamente.
Así que, si durante los meses y años anteriores has estado preparando algo que es importante para ti, este es un muy buen año para ponerlo en marcha. Es un muy buen momento para transformar todo el trabajo previo en algo visible y real.
Pero solo si has hecho el trabajo previo. Si no, no.
El Potencial del Año 2018
Por poner algunos ejemplos concretos, imagínate a una persona que quiere cambiar de profesión y que lleva varios años formándose como terapeuta. En un caso así, este puede ser un muy buen año para empezar a ejercer.
O imagínate a una persona que lleva tiempo planificando un gran viaje y ahorrando para poderlo pagar. Pues este puede ser un muy buen año para hacerlo.
Ahora bien, imagínate a una persona que tiene un proyecto que le gustaría realizar, pero que aún no ha hecho absolutamente nada para prepararlo; como la persona del terreno totalmente abandonado. En este caso, este no es un buen año para empezar. Sin siembra previa, no puede haber cosecha.
Si este es tu caso, no te preocupes demasiado. No pienses que ya no podrás conseguir lo que quieres. El tiempo es cíclico, y volverán a venir tiempos favorables para sembrar. Pero es importante que tomar conciencia de que hay que sembrar para cosechar. Y que si quieres conseguir algo, tienes que ponerte en marcha un tiempo antes.
Una manera de aprovechar este año es utilizarlo para interiorizar bien todo esto. Muy probablemente verás personas a tu alrededor que sí conseguirán algunos éxitos. No te desanimes, ni pienses que lo han conseguido en un día. Fíjate en su ejemplo, date cuenta de que llevan tiempo preparándose, y toma la firme decisión de ponerte a trabajar a partir de ahora en lo que es importante para ti.
El año 2018 es un año de premios y regalos para todos los que llevan tiempo trabajando en serio. Si has trabajado, disfrútalo mucho. Verás brotes verdes. Cuídalos para que crezcan y florezcan.
Y si no has trabajado, disfrútalo igualmente. Este año es una prueba de que la perseverancia da frutos. Es una prueba de que todo es posible cuando realmente trabajas en ello.
Si te pones en marcha, lo conseguirás.
Un gran abrazo,
Jan
www.jananguita.es
Por poner algunos ejemplos concretos, imagínate a una persona que quiere cambiar de profesión y que lleva varios años formándose como terapeuta. En un caso así, este puede ser un muy buen año para empezar a ejercer.
O imagínate a una persona que lleva tiempo planificando un gran viaje y ahorrando para poderlo pagar. Pues este puede ser un muy buen año para hacerlo.
Ahora bien, imagínate a una persona que tiene un proyecto que le gustaría realizar, pero que aún no ha hecho absolutamente nada para prepararlo; como la persona del terreno totalmente abandonado. En este caso, este no es un buen año para empezar. Sin siembra previa, no puede haber cosecha.
Si este es tu caso, no te preocupes demasiado. No pienses que ya no podrás conseguir lo que quieres. El tiempo es cíclico, y volverán a venir tiempos favorables para sembrar. Pero es importante que tomar conciencia de que hay que sembrar para cosechar. Y que si quieres conseguir algo, tienes que ponerte en marcha un tiempo antes.
Una manera de aprovechar este año es utilizarlo para interiorizar bien todo esto. Muy probablemente verás personas a tu alrededor que sí conseguirán algunos éxitos. No te desanimes, ni pienses que lo han conseguido en un día. Fíjate en su ejemplo, date cuenta de que llevan tiempo preparándose, y toma la firme decisión de ponerte a trabajar a partir de ahora en lo que es importante para ti.
El año 2018 es un año de premios y regalos para todos los que llevan tiempo trabajando en serio. Si has trabajado, disfrútalo mucho. Verás brotes verdes. Cuídalos para que crezcan y florezcan.
Y si no has trabajado, disfrútalo igualmente. Este año es una prueba de que la perseverancia da frutos. Es una prueba de que todo es posible cuando realmente trabajas en ello.
Si te pones en marcha, lo conseguirás.
Un gran abrazo,
Jan
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