Ser asertivo no es una habilidad que se adquiera de la noche a la mañana. Esta te puede ayudar a manejar tanto las relaciones con los demás como contigo mismo. Cuando decides cambiar tu manera de relacionarte, comienzas a operar desde una posición de igualdad y respeto.
Tratar a todos, incluyéndote a ti mismo, como iguales te da una mejor visión de cómo funciona este mundo. Las personas agresivas sienten que todos deben servirlas y las pasivas creen que deben servir a los demás. Sin embargo, aquellos que son asertivos entienden que es posible trabajar juntos para obtener un beneficio mutuo.
A continuación te traemos 4 buenas razones, que da el doctor en psicología Walter Riso en su guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivo, para que te animes a mejorar la manera en la que construyes tus relaciones con los demás.
A continuación te traemos 4 buenas razones, que da el doctor en psicología Walter Riso en su guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivo, para que te animes a mejorar la manera en la que construyes tus relaciones con los demás.
1. Aumenta tu amor propio y dignidad
Cuando decides ser asertivo eres tratado por lo demás con mayor respeto, te ayuda a expresar tus sentimientos y opiniones, y eres más escuchado. Así mismo, logras decir no sin sentirte culpable y aprendes a dedicar tiempo para ti. Por el contrario, cuando usas una comunicación agresiva o sumisa esta puede terminar en frustración, conflictos interpersonales, baja autoestima, entre otros.
Si exiges respeto debes quererte y sentirte digno de eso que estás reclamando. Por esto, la dignidad personal debe convertirse en tu insignia. Al sentirte importante y amado, tu autoestima mejora y por lo tanto tu amor propio. Recuerda que al reconocerte como digno y merecedor de respeto, aprenderás cómo ser una persona asertiva.
2. Te hace más seguro
Para el psicólogo y escritor Walter Riso, al ser asertivos minimizamos esa diferencia entre el yo real y el yo ideal. Es decir que cada vez que nos comportamos de manera asertiva, estamos generando una retroalimentación que dice: “Fuiste capaz”. Esta aumenta el yo real y la autoestima, acercándonos a ese ideal.
Cuando te sientes capaz, también tienes la sensación de estar más seguro de ti mismo. Una persona asertiva se caracteriza por su fortaleza y seguridad. Mientras que una dependiente se muestra débil. Por esto, fomentar esa habilidad suele ser uno de los tratamientos complementarios más recomendados para obtener una fortaleza percibida.
3. Fomenta la libertad emocional y el autoconocimiento
El ser asertivos nos permite integrar las emociones a nuestra vida para hacerle frente a aquellos aspectos negativos que podamos encontrar en el futuro. Al expresar lo que piensas y sientes, estás liberando tu mente y purificando tu cuerpo ya que evitas almacenar toda la basura en tu interior. Así mismo, encuentras la manera de conocerte a ti mismo y de manera mucho más profunda.
Algunas investigaciones han mostrado que cuando se expresa de manera asertiva la ira y demás emociones, esto puede prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Recuerda que la falta de inteligencia emocional y asertividad no permite que puedas vivir tu vida plenamente.
4. Mejora la comunicación y soluciona conflictos
Abrir la puerta para expresar en forma adecuada nuestras emociones y diferentes opiniones sin hostilidad o pasividad es la clave de la asertividad. Esto anterior no solo mejora nuestra comunicación con las demás personas sino que también nos puede ayudar a solucionar posibles problemas.
Por ejemplo, imagina que tienes un altercado con alguien de tu oficina ¿Qué deberías hacer? ¿Quedarte callado hasta que explotes cuando no puedas tolerar más el comportamiento inadecuado de tu compañero? Pues no, una persona asertiva conoce cómo expresarse de manera directa y adecuada antes de formar una tormenta en un vaso de agua.
Y tú, ¿qué tan asertivo eres?
Referencia:
Colección guías prácticas Walter Riso
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