Logo

Logo

martes, enero 16, 2018

5 beneficios de las emociones negativas

Igual te estás preguntando cómo puede ser que las emociones negativas tengan beneficios. Por lo general, no todo es lo que parece y no siempre podemos establecer como buenas o malas las emociones, ya que dependen de múltiples factores.
 
 
Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor. Habitualmente pensamos en el miedo como una emoción negativa. Sin embargo, es también un antiguo mecanismo de supervivencia para los seres humanos. De esta forma, somos más prudentes y evitamos o nos protegemos ante situaciones en las que podemos correr peligro. 

Los beneficios de las emociones negativas nos permiten crecer de una forma más completa.

¿Existen los beneficios de las emociones negativas?

Dice Clyde DeSouza que “es sorprendente cómo una vez que la mente está libre de la contaminación emocional, la lógica y la claridad emergen”. Por ello, es cierto que, si pensamos con objetividad, podemos encontrar beneficios en prácticamente todo cuanto somos y nos rodea, incluso aquello que consideramos negativo.

Además, hay que contar con que vivimos en una sociedad que en muchas ocasiones se empeña en identificar la frustración o la ansiedad, por ejemplo, como algo malo. Por su parte, el amor representaría todo lo contrario. Reflexionando nos damos cuenta de que esta clasificación tiene algo de cierto, pero igualmente algo de equivocado, de manera que es una “realidad” subjetiva o matizable.

Pensemos que la emoción negativa, como sostiene la psicóloga y sexóloga Isabel Rovira, es necesaria. Según la experta, la plenitud y el equilibrio mental solo pueden ser alcanzados a través de la experimentación de todo el espectro emocional. Para alcanzar un desarrollo cada día más pleno, de alguna manera son necesarias estas emociones en nuestra paleta. Recordemos que de las experiencias adquiridas, tanto positivas como negativas, se obtienen enseñanzas que nos permiten crecer de una forma más completa. 

Los beneficios de las emociones negativas

Así que los beneficios de las emociones negativas existen, y son variados. No obstante, que haya ventajas no significa que se abuse. Es decir, aceptarlas, escucharlas y dejarlas respirar no es malo, de hecho es mucho mejor que encapsularlas, negarlas o reprimirlas. En cualquier caso, nuestro objetivo será impedir que tomen el control o contaminen el resto de pensamientos; hemos de tender hacia un equilibrio, donde generalmente se encuentra la plenitud real. 

Los beneficios de las emociones negativas nos permiten crecer y conocernos en plenitud.

Equilibrio emocional

Lo hemos señalado en este mismo texto. El equilibrio emocional y mental solo se obtiene experimentando todo tipo de emociones. Tan malo es vivir en una eterna positividad como hacerlo en la constante negatividad.

Así que, si queremos alcanzar equilibrio emocional que repercuta de forma positiva en nuestro bienestar, también hay que dejar aflorar emociones negativas. Eso sí, como es lógico, cada una tiene su momento concreto, por lo que es importante que seamos nosotros, de manera inteligente, quienes elijamos el cauce por el que queremos que transcurra. 

Es fuente de experiencia y estímulo para mejorar nuestras habilidades

También las emociones de valencia negativa, que no negativas, son potenciales fuentes de riqueza. Se debe a que las experiencias vividas nos ofrecen destrezas y conocimientos que pueden ser utilizados en el futuro de forma eficaz para afrontar situaciones adversas.

De la frustración y las situaciones que la generan se pueden extraer fantásticas lecciones sobre nosotros y sobre las personas que queremos. Hablamos de un autoconocimiento muy valioso para poder ser inteligentes emocionalmente, para elegir bien el cauce del que hablábamos antes. 

“Eso es lo que pasa con las lecciones, siempre se aprende de ellas, aun cuando no se quiera”.
-Cecelia Ahern-

Aprendemos a ser más inteligentes en la resolución de conflictos

También las experiencias negativas son excelentes para descubrir nuevas técnicas de resolución de conflictos. Saber, por ejemplo, que somos propensos a la ira y a controlar poco lo que decimos en situaciones de enfado, hará que, si somos inteligentes emocionalmente y esta emoción nos invade, nos tomemos un tiempo para distanciarnos de la situación antes de expresarnos respecto a ella. De esta forma, no haremos que la resolución del conflicto se complique.

Por otro lado, muchas veces este enfado, la emoción, es el que nos informa de que alguien nos está perjudicando. Ese alguien pueden ser los demás o nosotros mismos. En cualquier caso, nos avisa de que hay una situación que merece nuestra atención. 

“La voluntad es la intención favorecida por las emociones”.
-Raheel Farooq-

Motivador de pensamientos analíticos

Diversos estudios muestran el enfado como un excelente motivador y catalizador para el pensamiento analítico. Es decir, ayuda a discernir de forma más racional y objetiva, siempre que no se exceda y se convierta en ira, ya que así el efecto es diametralmente opuesto. 

Nos hace estar alerta

Lo comentamos al comienzo del artículo, pero es importante no olvidarlo. El miedo es una herramienta que nos permite estar alerta frente al peligro. Eso sí, ha de ser proporcional y racional, como es lógico.

No todo es lo que parece y esta ley también se cumple también en el terreno de las emociones, ¿verdad? Hoy día, muchos gurús ofrecen sus teorías sobre el positivismo. Sin embargo, no hemos de perder la perspectiva, pensemos que si esas emociones a las que llamamos negativas han seguido reproduciéndose con nosotros a lo largo de la historia es que de alguna manera favorecen nuestra supervivencia y haríamos bien en hacerles un sitio, sin cederles el control eso sí, y escucharlas.

Pedro González Núñez

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.