Intento cada día empezar con la mejor de mis sonrisas. Sé que no se puede cambiar lo que ocurre. Muchas circunstancias no están en nuestra mano resolverse. ¿O quizás sí? Creo que pongo todo mi empeño en sacar fuerzas de donde sea para seguir adelante. Sin embargo, estas siempre acaban agotándose…
Los momentos felices deseamos que duren para siempre, los negativos anhelamos que pasen lo más rápido posible. Lo que no sabes es que para aprender el tiempo es necesario.
Ser optimista, reírse de los problemas, tomarse los errores como pruebas para mejorarnos, puede ser fácil de entender en la teoría. Pero, a la hora de la verdad, la situación cambia. No es fácil ser positivo y sacar fuerzas cuando la negatividad te rodea, cuando la vida no deja de darte palos por todas partes. En estos momentos te encuentras solo y sin energía. Sacar fuerzas es ya un imposible.
Sacar fuerzas del lugar adecuado
Has cometido un grave error al creerte todo lo anterior. Tu empuje no se ha consumido, lo que ha sucedido es que has estado buscándolo todo este tiempo en los lugares menos afortunados. Necesitas girar tu cabeza, observar desde otra perspectiva. Solo así podrás darte cuenta de que posees más resistencia de la que creías.
Quizás te encuentras rodeado de personas tóxicas que no hacen más que absorber tu energía y tu paciencia. Quizás te levantas frustrado por tener que regresar a ese trabajo tan insuficiente, que no te motiva, pero que mantienes porque necesitas el dinero que te aporta. En el peor de los casos, es tu salud la que te somete y la que ha provocado que pierdas tu gran sonrisa.
Las personas más fuertes son aquellas que afrontan cada dificultad con una gran sonrisa de bienvenida
¿Qué tienen en común todas estas situaciones? El problema está en el contexto o eso es lo que tú crees. Te enfocas en alejarte o evitar a esas personas tóxicas, en aceptar ese empleo que no te está haciendo feliz, en permitir que tu enfermedad empiece a ser el centro de todo.
Al mismo tiempo que habitas en una vida te imaginas viviendo otra y esto te produce rabia y frustración. Una frustración que pone aún más tinta negra en todos estos aspectos que te desagradan. Frente a algunos de ellos quizás cuentes con un buen márgen de actuación para pasar a la acción y cambiarlos, con otros tendrás que asimilarlos de manera que tendrás que situarlos en aquellos lugares donde la gravedad haga menos fuerza.
De una amanera o de otra, a partir de una estrategia o de otra, no olvides que lo importante es cómo te encuentras y no la situación exterior. No olvides que tu última meta es mejorar lo primero, no intentar una revolución en lo segundo. Piensa que quizás solo sea una la situación ideal que anhelamos, pero pueden ser muchas las que nos hagan felices.
¿No puedo salir de esta situación?
Como bien hemos dicho, siempre vamos a tener más poder para cambiarnos a nosotros mismos que a todo lo que nos rodea. Sin embargo, ¿qué ocurre si continuamos asistiendo a ese trabajo porque al menos de momento el resto de alternativas no nos ofrecen una salida? Desde luego esto puede derrumbar a cualquiera, no obstante sí hay varias cosas que puedes poner en práctica.
- Los aspectos negativos de una situación parecerán más grandes si no explotamos los aspectos positivos que también tiene: no es el empleo que quieres, te frustra y no te motiva, pero aún así, sigue poniendo todos tus esfuerzos en él, mejorando cada día. Sobre todo, piensa en la experiencia que estás ganando, en lo activo que te encuentras y en todos los compañeros que has hecho hasta ahora.
- Comprueba que no te estás conformando: a veces no queremos dar el paso y nos conformamos lamentándonos de lo que tenemos. ¿Realmente no puedes dejar el trabajo o es que tienes miedo de hacerlo? Tensar la cuerda para conseguir unas mejores condiciones laborares es introducir una incertidumbre que puede darnos pánico, pero en ocasiones no queda más remedio que hacerlo.
- Si lo haces bien, todo irá mejor: si cada día das un poco más de ti, si te concentras en lo positivo mientras aceptas lo malo, espera… porque tarde o temprano lo mucho que te estás esforzando ahora, aún en una situación que no te gusta, dará sus frutos. Cuando menos te lo esperes, la vida te ofrecerá unas condiciones mejores que premien el hecho de haber superado momentos complicados.
- Sentirte mal es natural, estar triste a veces también. Pretender estar todos los días bien es algo totalmente irreal.
Las adversidades traen emociones y sentimientos negativos que nos impulsan a enfocarnos solo en ellos. El problema es que cuando hacemos esto no conseguimos ver que hasta las peores situaciones nos brindan algo bueno. Gracias a ellas nos permitimos pararnos a pensar si estamos haciendo lo que realmente queremos o si deberíamos probar otras cosas.
Lo positivo y lo negativo se complementan para que podamos dar lo mejor de nosotros mismos. Si no fuese así, jamás podríamos superarnos, descubrirnos, ver nuestras debilidades y fortalezas. No te impacientes. Coge todo eso que ahora consideras una gran losa y utilízala para sacar fuerzas. Cuando te concentras en lo mejor de ti, los milagros terminan sucediendo.
Raquel Lemos Rodríguez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.