Hay miles de textos que hablan acerca del tema “aprende a decir no”. El asunto es importante, sin duda, pero al mismo tiempo que debes aprender a negarte cuando corresponda, también es necesario que sepas como aceptar el no de otros. Por supuesto, hay algunos que son sumamente difíciles de asimilar, pero lo cierto es que están presentes en la vida de todos y, de hecho, son una excelente oportunidad para mejorar.
Para aprender a reconocer la importancia de saber aceptar una negativa por respuesta, sería importante pensar en lo que pasaría si a todo nos dijeran “SÍ”. Imagina un niño al que se le conceden todas sus demandas. Seguramente, se volvería caprichoso, inseguro, obstinado y le concedería poco valor a lo que tiene. Lo mismo ocurriría con un adulto y con cualquier persona.
“El deseo de lo imposible es enfermedad de la inteligencia.”
-Bías-
Es muy probable que la mayoría de las personas recuerden con especial entusiasmo esos episodios en los que la primera respuesta fue un NO y luego lograron que se convirtiera en un Sí. Todo aquello que implica esfuerzo, superación y lucha es profundamente estimulante para la vida. Los límites razonables no coartan nuestra libertad, sino que garantizan nuestra salud mental y nuestro desarrollo. En muchas ocasiones debe agradecerse esa negativa.
Los límites son los que permiten poner en juego el deseo de lograr algo. La dificultad es lo que activa nuestros recursos intelectuales y emocionales. Al mismo tiempo, nos permite crecer, madurar y descubrir todo lo que somos capaces de ser y hacer. También nos ayuda a desarrollar la confianza en nosotros mismos y a identificar nuestro lugar en el mundo.
Los múltiples aportes de un NO
En el fondo, nadie quiere recibir un NO como respuesta, especialmente si lo que se niega es muy importante para nuestra vida. Que no quieren seguir amándonos, o mantener una relación con nosotros, puede ser devastador. Que no nos darán ese empleo soñado o, finalmente, no vamos a poder viajar a ese sitio que tanto queremos conocer. Quizás no podremos iniciar ciertos estudios, o contar con una beca indispensable. Todos esas negativas, duelen de verdad.
Al mismo tiempo, por más doloroso que sea una negativa, también nos hace grandes aportes. Estos son algunos de ellos:
- Propicia la identificación y aceptación de otros puntos de vista. Es importante aprender que una negativa rara vez es una señal de rechazo a tu persona. Simplemente obedece a que el otro ve las cosas desde un punto de vista diferente.
- El NO obliga a revalorizar los objetivos. Es una oportunidad inmejorable para que sopeses la importancia de lo que te propones. Quizás termines reorganizando tus prioridades y cambiando de meta.
- Ayuda a evidenciar caprichos y obsesiones. Cuando el NO es reiterativo, quizás se trate de un llamado para que te hagas consciente de que no estás listo para algo. Es posible que te mueva un empecinamiento sin mayor sentido.
- Estimula la imaginación y la capacidad de logro. Si corresponde a algo que de verdad quieres o necesitas lograr, pueden nacer acciones creativas.
Superar un NO
Muchas de las mejores historias y de lo mejor de nosotros mismos comienzan con esta palabra. También así comienzan los peores episodios. Como siempre, lo importante está en la forma como cada quien asume la realidad y no en la realidad misma. Lo cierto es que esta palabra es una de esas realidades que revela quiénes somos verdaderamente.
En primera, lo que hace un NO es sacarnos de nuestra zona de confort. Opera como un punto de quiebre, cuyo mensaje esencial es simplemente: prohibido seguir adelante. Es ahí cuando emergen respuestas que pueden resultar inesperadas y que dependen del tipo de persona que seas y de la importancia que tenga para ti obtener eso que te están negando. Cuando hay poca madurez, lo que sigue es una pataleta. Cuando confías en ti mismo, brilla un desafío.
El primer paso para superar una negativa es aceptarla. Y aceptarlo supone comprender que negarte algo es una posibilidad legítima que tiene un empleador, tu pareja, el sistema financiero, o lo que sea. Nadie tiene ganadas las cosas simplemente por desearlas mucho o por ser quien es.
El segundo paso para superar una negación es la consulta con nuestros más íntimos deseos. ¿Es tan importante eso que queremos obtener, como para insistir? ¿Cuáles son los mensajes escondidos tras esa negativa? ¿Indican que no somos aptos, que no estamos listos o que estamos en el camino equivocado? ¿Suponen una falta de reconocimiento por parte de otros, o una lectura equivocada por parte nuestra? Las respuestas a esas preguntas, de seguro, te llevan a un nivel superior.
Edith Sánchez
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