Las 6 fortalezas de carácter, definidas los psicólogos Christopher Peterson y Martin Seligman en 2004, siguen siendo toda una referencia. Fueron estos dos exponentes de la psicología positiva quienes, tras una detallada y larga investigación, establecieron lo que se consideran como esas virtudes o potenciales que toda persona puede desarrollar para invertir en bienestar, sabiduría y felicidad.
Son muchos los que, en cierto modo, opinan que el Manual de Fortalezas y virtudes es la antítesis misma del propio Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V). Es decir, mientras este último se focaliza en evaluar, clasificar y estudiar las enfermedades mentales, el libro de Seligman y Peterson busca poder detectar las fortalezas del ser humano, su potencial positivo y sus virtudes transformadoras.
Es otro enfoque, no cabe duda. Uno orientado más bien a inspirarnos, a generar en nosotros una revolución interna donde entender que, a pesar de las dificultades que nos rodean, en cada uno de nosotros hay recursos que podemos activar. Así, en cada persona destacarán en mayor grado unas fortalezas sobre otras. Sin embargo, también cabe señalar que es posible ser mucho más competentes en cada una de ellas.
Al fin y al cabo, las fortalezas psicológicas no nos vienen de fábrica; muchas de ellas las adquirimos con nuestra educación, imitando a otras personas que nos inspiran, e incluso, por qué no, siendo conscientes de que determinadas dimensiones mejoran nuestra vida y la de los demás. Veamos en qué consisten.
“El éxito requiere persistencia, la capacidad de no rendirse ante el fracaso. Creo que la clave para ser optimistas cada día de nuestra vida es la misma: ser persistentes en esta actitud».
-Martin Seligman-
Es otro enfoque, no cabe duda. Uno orientado más bien a inspirarnos, a generar en nosotros una revolución interna donde entender que, a pesar de las dificultades que nos rodean, en cada uno de nosotros hay recursos que podemos activar. Así, en cada persona destacarán en mayor grado unas fortalezas sobre otras. Sin embargo, también cabe señalar que es posible ser mucho más competentes en cada una de ellas.
Al fin y al cabo, las fortalezas psicológicas no nos vienen de fábrica; muchas de ellas las adquirimos con nuestra educación, imitando a otras personas que nos inspiran, e incluso, por qué no, siendo conscientes de que determinadas dimensiones mejoran nuestra vida y la de los demás. Veamos en qué consisten.
“El éxito requiere persistencia, la capacidad de no rendirse ante el fracaso. Creo que la clave para ser optimistas cada día de nuestra vida es la misma: ser persistentes en esta actitud».
-Martin Seligman-
¿Cuáles son las 6 fortalezas de carácter?
¿Qué tenía de especial Albert Einstein, era la inteligencia su fuerza psicológica y su virtud? ¿Y Martin Luther King, Marie Curie o Gandhi? ¿Qué tipo de potenciales definían a estas personalidades de nuestra historia? Estas mismas preguntas son las que se plantearon Martin Seligman y Christopher Peterson cuando iniciaron su exhaustiva investigación para determinar las fortalezas psicológicas del ser humano.
Así, para psicólogos y científicos de la Universidad de Harvard como Howard Gardner, este trabajo es una de las iniciativas más interesantes del siglo XXI. Lo es porque por una vez, se centra en «lo más positivo del ser humano». En esas 6 fortalezas de carácter se concentran nuestra bondad, nuestra capacidad para dar amor, para aplicar la justicia, la esperanza… Todas ellas son los componentes de la felicidad para una sociedad ideal, para un mundo donde primaría en mayor grado el bienestar mental.
Por otro lado, cabe destacar un aspecto: este tema no es nuevo. Tanto Aristóteles como Tomás de Aquino ya definieron en su día lo que ellos consideraron las dimensiones para el bien o las virtudes del ser humano. Seligman y Peterson, se basaron también en estas teorías para desarrollar un listado de dimensiones que pueden medirse para poder decirnos, cuáles son nuestras fortalezas de carácter. Son las siguientes:
¿Qué tenía de especial Albert Einstein, era la inteligencia su fuerza psicológica y su virtud? ¿Y Martin Luther King, Marie Curie o Gandhi? ¿Qué tipo de potenciales definían a estas personalidades de nuestra historia? Estas mismas preguntas son las que se plantearon Martin Seligman y Christopher Peterson cuando iniciaron su exhaustiva investigación para determinar las fortalezas psicológicas del ser humano.
Así, para psicólogos y científicos de la Universidad de Harvard como Howard Gardner, este trabajo es una de las iniciativas más interesantes del siglo XXI. Lo es porque por una vez, se centra en «lo más positivo del ser humano». En esas 6 fortalezas de carácter se concentran nuestra bondad, nuestra capacidad para dar amor, para aplicar la justicia, la esperanza… Todas ellas son los componentes de la felicidad para una sociedad ideal, para un mundo donde primaría en mayor grado el bienestar mental.
Por otro lado, cabe destacar un aspecto: este tema no es nuevo. Tanto Aristóteles como Tomás de Aquino ya definieron en su día lo que ellos consideraron las dimensiones para el bien o las virtudes del ser humano. Seligman y Peterson, se basaron también en estas teorías para desarrollar un listado de dimensiones que pueden medirse para poder decirnos, cuáles son nuestras fortalezas de carácter. Son las siguientes:
1. Sabiduría y conocimiento
Uno puede disponer de un potencial intelectual por encima de la media, sin embargo, el CI no nos hace sabios. De hecho, una de las características que definía precisamente a Albert Einstein era esta misma fortaleza: la de la sabiduría. Este concepto integra en dimensiones como la creatividad, la curiosidad infatigable, el deseo de aprender, de mantener siempre una mente abierta.
2. Coraje
¿Qué es el coraje? Esta es una de esas 6 fortalezas de carácter imprescindibles para navegar por la ida. Nos otorga algo más que valentía, es motivación para afrontar la adversidad cotidiana, es persistencia, integridad, entusiasmo y vitalidad por superarnos.
¿Qué es el coraje? Esta es una de esas 6 fortalezas de carácter imprescindibles para navegar por la ida. Nos otorga algo más que valentía, es motivación para afrontar la adversidad cotidiana, es persistencia, integridad, entusiasmo y vitalidad por superarnos.
3. Humanidad
Quien posee humanidad, crea puentes entre las personas y trae la esperanza al mundo. Esta dimensión simboliza a quien se preocupa por los demás de manera activa y no solo a través de la pancarta.
Define a quien gusta de conectar con quien tiene cerca de manera auténtica; a aquel que busca interesarse por sus necesidades, por su realidad personal. Es quien sabe dar afecto, quien escucha, es amable y transforma nuestra realidad de manera silenciosa, pero persistente.
Quien posee humanidad, crea puentes entre las personas y trae la esperanza al mundo. Esta dimensión simboliza a quien se preocupa por los demás de manera activa y no solo a través de la pancarta.
Define a quien gusta de conectar con quien tiene cerca de manera auténtica; a aquel que busca interesarse por sus necesidades, por su realidad personal. Es quien sabe dar afecto, quien escucha, es amable y transforma nuestra realidad de manera silenciosa, pero persistente.
4. Justicia
Ninguna sociedad avanzada y sabia podría existir sin el sentido de la justicia. Esta es otra de esas 6 fortalezas de carácter que todos deberíamos desarrollar de manera íntegra. A través de ella, asumimos nuestra responsabilidad social con nosotros y los demás, defendemos lo que es noble, lo que es adecuado para el conjunto mediante la lealtad y el respeto.
5. Templanza
Templanza es una de esas palabras que no usamos con demasiada frecuencia. Nos parece algo caballeresca, como traída de otra época. Sin embargo, este término sigue siendo igual de útil y necesario.
Define a quien no cae en los excesos, a las personas que saben regularse y mantener el autocontrol. Es también aplicar la calma en momentos de tormenta, saber hacer uso del perdón y no del odio, de la piedad y no de la ira.
6. Transcendencia
Esta última de las 6 fortalezas de carácter enunciadas por Seligman y Peterson no puede ser más inspiradora. Ser trascendente o aplicar la trascendencia significa tener un propósito y querer aspirar a la excelencia.
Es, de algún modo, esa cumbre de la que nos hablaba Abraham Maslow con su teoría de las necesidades humanas, esa autorrealización donde apreciamos y nos interesamos por aspectos como la esperanza, la belleza, la coherencia, la espiritualidad…
Trascender es ir más allá de lo visible, para abrazar la inmensidad del conocimiento y sentirnos libres a la vez que responsables.
Para concluir, es muy posible que si nos aplicáramos las pruebas desarrolladas por Seligman y Peterson para evaluar nuestras fortalezas de carácter, puntuaríamos alto en más de alguna de estas dimensiones. Sin embargo, lo ideal sería ser hábiles en todas, ser excelentes estrategas en el arte de la justicia, la sabiduría, la valentía, la humanidad…
Valeria Sabater
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