¿Hemos ganado tiempo o hemos perdido vida? La obsesión por hacerlo todo en un periodo de tiempo determinado nos ha convertido en auténticos seguidores del segundero. Cuando nos dirigimos a una meta, el tiempo que hay en medio importa poco, cuando es quizás lo más preciado que tenemos.
Constantemente están saliendo nuevas aplicaciones al mercado que permiten hacer trabajos o actividades mucho más rápido que antes. Cada vez confiamos más en la tecnología para tareas rutinarias.
Esto tiene una parte positiva, la cara. Sin embargo, también existe otra, menos visible, que está perjudicando el desarrollo de las nuevas generaciones. Por ejemplo, hay evidencias científicas que avalan la importancia de la socialización para el desarrollo del cerebro, socialización cada vez más reducida o modificada por la aparición de las redes sociales.
Hay estudios que aseguran que, desde 1975, el coeficiente intelectual ha ido disminuyendo debido a que las tareas diarias están siendo sustituidas por las nuevas tecnologías. Como consecuencia de todo esto, el gobierno francés está volviendo a instalar métodos de enseñanza tradicional en los colegios públicos debido a su demostrada contribución en el desarrollo del aprendizaje.
Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo y son muy útiles. Ahora, ¿hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?
«Un hombre que se permite malgastar su tiempo no ha descubierto el valor de la vida».
-Charles Darwin-
¿Hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?
Los niveles de dopamina, hormona del bienestar, suben en diferentes zonas del cerebro como recompensa por algo que se hizo bien. Cuando alguno de nuestros planteamientos tiene consecuencias positivas queremos repetirlo, y eso es bueno porque nos ayuda a estimular los circuitos neuronales de aprendizaje, activando lo que se denomina la gimnasia cerebral.
Esta gimnasia cerebral es cada vez es más infrecuente; las nuevas tecnologías hacen que las actividades y tareas requieran de una menor atención. Por lo tanto, hemos ganado tiempo, pero también hemos reducido la actividad de nuestros circuitos de aprendizaje.
Los circuitos de aprendizaje están muy asociados a los circuitos de recompensa. Este hecho nos facilita la predicción de conductas que implican refuerzo. Es entonces cuando se repiten patrones de comportamiento. Esto se debe a que se dan asociaciones entre los estímulos y las reacciones. Los circuitos de aprendizaje se vinculan con la motivación y los refuerzos, ya que puede accionarse ante el uso adaptativo del aprendizaje.
«Pitágoras, cuando era preguntado sobre qué era el tiempo, respondía que era el alma de este mundo».
-Plutarco-
El tiempo es lo más valioso que una persona puede gastar
Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee. Esta frase de Baltasar Gracián, escritor español del Siglo de Oro, resume a la perfección la relación del tiempo con los seres humanos. Ganar tiempo se ha convertido en una obsesión en las últimas décadas, obsesión que no nos permite ver en qué lo estamos invirtiendo. He aquí una paradoja, perdemos gran parte de nuestro tiempo en conseguir «ganar» más.
La pregunta -¿hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?- es la interrogación a contestar por nuestra generación Tenemos que ser nosotros, y no la tecnología, los que decidamos donde gastar nuestro tiempo. Hay determinadas aplicaciones y avances tecnológicos que nos ahorran tiempo, pero justo donde deberíamos invertirlo. Es obligación y necesidad nuestra identificar dónde tenemos que invertir nuestro tiempo para ganar calidad de vida.
¿Estamos preparados para tomar consciencia acerca de qué hacemos con nuestro tiempo? Nuestra sociedad está conformada y predispuesta en aprender y adquirir habilidad en gestionar nuestras posesiones y nuestra riqueza, pero casi nadie se preocupa en ser hábil en la correcta gestión del tiempo.
Carl Sandburg, novelista estadounidense que ganó dos veces el Premio Pulitzer, escribió que el tiempo es la divisa de la vida. Hablamos de una moneda que vale en cualquier país, y solo nosotros podemos determinar cómo será gastada. En este sentido, bendita sea la tecnología que nos ayuda de verdad, pero maldita -y a desterrar- aquella que es un obstáculo para nuestro crecimiento.
Y a ti, ¿qué te parece? ¿Hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?
«El tiempo es un jefe que da las mismas oportunidades a todos. Cada ser humano tiene exactamente el mismo número de horas y minutos cada día».
-Denis Waitley-
Fátima Servián Franco
Esto tiene una parte positiva, la cara. Sin embargo, también existe otra, menos visible, que está perjudicando el desarrollo de las nuevas generaciones. Por ejemplo, hay evidencias científicas que avalan la importancia de la socialización para el desarrollo del cerebro, socialización cada vez más reducida o modificada por la aparición de las redes sociales.
Hay estudios que aseguran que, desde 1975, el coeficiente intelectual ha ido disminuyendo debido a que las tareas diarias están siendo sustituidas por las nuevas tecnologías. Como consecuencia de todo esto, el gobierno francés está volviendo a instalar métodos de enseñanza tradicional en los colegios públicos debido a su demostrada contribución en el desarrollo del aprendizaje.
Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo y son muy útiles. Ahora, ¿hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?
«Un hombre que se permite malgastar su tiempo no ha descubierto el valor de la vida».
-Charles Darwin-
¿Hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?
Los niveles de dopamina, hormona del bienestar, suben en diferentes zonas del cerebro como recompensa por algo que se hizo bien. Cuando alguno de nuestros planteamientos tiene consecuencias positivas queremos repetirlo, y eso es bueno porque nos ayuda a estimular los circuitos neuronales de aprendizaje, activando lo que se denomina la gimnasia cerebral.
Esta gimnasia cerebral es cada vez es más infrecuente; las nuevas tecnologías hacen que las actividades y tareas requieran de una menor atención. Por lo tanto, hemos ganado tiempo, pero también hemos reducido la actividad de nuestros circuitos de aprendizaje.
Los circuitos de aprendizaje están muy asociados a los circuitos de recompensa. Este hecho nos facilita la predicción de conductas que implican refuerzo. Es entonces cuando se repiten patrones de comportamiento. Esto se debe a que se dan asociaciones entre los estímulos y las reacciones. Los circuitos de aprendizaje se vinculan con la motivación y los refuerzos, ya que puede accionarse ante el uso adaptativo del aprendizaje.
«Pitágoras, cuando era preguntado sobre qué era el tiempo, respondía que era el alma de este mundo».
-Plutarco-
El tiempo es lo más valioso que una persona puede gastar
Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee. Esta frase de Baltasar Gracián, escritor español del Siglo de Oro, resume a la perfección la relación del tiempo con los seres humanos. Ganar tiempo se ha convertido en una obsesión en las últimas décadas, obsesión que no nos permite ver en qué lo estamos invirtiendo. He aquí una paradoja, perdemos gran parte de nuestro tiempo en conseguir «ganar» más.
La pregunta -¿hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?- es la interrogación a contestar por nuestra generación Tenemos que ser nosotros, y no la tecnología, los que decidamos donde gastar nuestro tiempo. Hay determinadas aplicaciones y avances tecnológicos que nos ahorran tiempo, pero justo donde deberíamos invertirlo. Es obligación y necesidad nuestra identificar dónde tenemos que invertir nuestro tiempo para ganar calidad de vida.
¿Estamos preparados para tomar consciencia acerca de qué hacemos con nuestro tiempo? Nuestra sociedad está conformada y predispuesta en aprender y adquirir habilidad en gestionar nuestras posesiones y nuestra riqueza, pero casi nadie se preocupa en ser hábil en la correcta gestión del tiempo.
Carl Sandburg, novelista estadounidense que ganó dos veces el Premio Pulitzer, escribió que el tiempo es la divisa de la vida. Hablamos de una moneda que vale en cualquier país, y solo nosotros podemos determinar cómo será gastada. En este sentido, bendita sea la tecnología que nos ayuda de verdad, pero maldita -y a desterrar- aquella que es un obstáculo para nuestro crecimiento.
Y a ti, ¿qué te parece? ¿Hemos ganado tiempo o hemos perdido vida?
«El tiempo es un jefe que da las mismas oportunidades a todos. Cada ser humano tiene exactamente el mismo número de horas y minutos cada día».
-Denis Waitley-
Fátima Servián Franco
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