Mensajes, temas y herramientas para encontrar la felicidad en ti mismo. Psicología, budismo, emociones, chakras, ángeles, desarrollo humano.
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sábado, noviembre 30, 2019
viernes, noviembre 29, 2019
jueves, noviembre 28, 2019
miércoles, noviembre 27, 2019
martes, noviembre 26, 2019
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domingo, noviembre 24, 2019
Cuando el móvil no es el culpable de todo
Si hay algo que el ser humano sabe hacer es echar la culpa a otro cuando se exigen responsabilidades. Y qué mejor víctima para acusar que aquel que no puede defenderse. Con total seguridad el teléfono móvil es uno de los inventos más importantes que ha revolucionado la comunicación humana para siempre.
De alguna forma, el móvil se ha convertido en una herramienta muy valiosa en el día a día; ya nadie sale de casa sin comprobar si lleva su móvil.
El uso que le podemos dar a este aparato desde que nos levantamos es abrumador. Lo utilizamos como despertador, reloj, calendario, agenda, calculadora, cámara, álbum de fotos y como una consola portátil para jugar, así como también para:
El uso que le podemos dar a este aparato desde que nos levantamos es abrumador. Lo utilizamos como despertador, reloj, calendario, agenda, calculadora, cámara, álbum de fotos y como una consola portátil para jugar, así como también para:
- Revisar el correo electrónico
- Saber en qué minuto pasa nuestro autobús
- Leer las noticias de actualidad mientras desayunamos
- Ver y hablar con un amigo que vive en otro continente
- Ver un informe de la calidad de nuestro sueño o de los kilómetros caminados esa semana
- También lo usamos para saber si hay huelga de metro, pedir un taxi… la lista se hace interminable.
Pero pese a ese despliegue de virtuosidad, cada día se convierte en el blanco de acusaciones que le sitúan como principal responsable en casos de absentismo escolar, cyberbullying, rupturas maritales y accidentes de circulación.
Lo cierto es que, antes de la existencia de los teléfonos móviles, los adolescentes ya hacían novillos, acosaban a otros compañeros, existían los divorcios y, desde luego, la gente moría en la carretera. Sin embargo, es cierto que el uso inadecuado del móvil puede tener consecuencias muy negativas.
¿Qué consideramos un mal uso del móvil?
Debemos detenernos a reflexionar sobre qué servicios queremos usar de nuestro teléfono móvil y, por ende, cuáles no. Como norma general, podríamos establecer que la presencia del móvil está infundada cuando no necesitamos ninguno de estos servicios.
Puede parecer sencillo, pero cuando alguien se separa del móvil y ello le genera una sensación de intranquilidad, inquietud o nerviosismo, podríamos sospechar que existe una situación de dependencia, entendido como el uso compulsivo del móvil a pesar de las consecuencias negativas.
También es posible que nos venga a la mente alguna palabra como “adicción” y, realmente, no estaríamos muy lejos de definir lo que un consumo excesivo e inadecuado del móvil y, en general, de las TICS (Tecnologías de Información y Comunicación) puede provocar en una persona.
Debemos detenernos a reflexionar sobre qué servicios queremos usar de nuestro teléfono móvil y, por ende, cuáles no. Como norma general, podríamos establecer que la presencia del móvil está infundada cuando no necesitamos ninguno de estos servicios.
Puede parecer sencillo, pero cuando alguien se separa del móvil y ello le genera una sensación de intranquilidad, inquietud o nerviosismo, podríamos sospechar que existe una situación de dependencia, entendido como el uso compulsivo del móvil a pesar de las consecuencias negativas.
También es posible que nos venga a la mente alguna palabra como “adicción” y, realmente, no estaríamos muy lejos de definir lo que un consumo excesivo e inadecuado del móvil y, en general, de las TICS (Tecnologías de Información y Comunicación) puede provocar en una persona.
¿Podríamos determinar que el mal uso del móvil es una conducta adictiva?
No necesariamente. Si bien es cierto que muchas veces podríamos evitar su uso, las características de las conductas adictivas se podrían agrupar en las siguientes:
- Obsesión. El uso del móvil se convierte en la parte central de la vida de la persona. En el caso de los estudiantes aparecen estados de ansiedad e impaciencia hasta poder disponer del teléfono y, a su vez, responden con irritabilidad cuando se les priva de éste.
- Falta de control. Una persona pierde el control cuando desarrolla una actividad determinada (chatear, jugar, compartir en RR.SS.) y continúa con ella, sin regulación temporal, a pesar de las consecuencias negativas.
- Consecuencias negativas. Generalmente aparece, de forma progresiva, una falta de interés en las obligaciones laborales, académicas, sociales o de pareja.
- Negación. La persona dependiente tiende a negar o a minimizar esa adicción.
Necesitamos un examen introspectivo sobre nuestros hábitos con el móvil. Debemos evaluar hasta qué punto queremos que sea nuestro centro neurálgico. Y habrá quien razone y defienda su uso constante y no por ello se le debe catalogar de «adicto».
Algunas reflexiones que nos podemos plantear
- Si no lo usamos como despertador, ¿por qué duerme a nuestro lado?
- Si no vamos a iniciar una conversación mientras comemos o cenamos, ¿por qué lo tenemos sobre la mesa?
- ¿Necesitamos leer los mensajes mientras conducimos o estar pendiente de las notificaciones nuestras redes sociales?
- ¿Es realmente necesario estar disponible las 24 horas del día?
- ¿Podríamos dejarlo apagado todo un día, por ejemplo, un domingo, sin pensar en las llamadas o mensajes que no estamos atendiendo?
No es la herramienta en sí la causante de los problemas sino cómo la utilizamos. Al igual que una cuerda se puede usar para jugar, también se puede usar para maniatar, o al igual que un cuchillo se puede usar para cocinar, también se puede usar para amenazar. Y el móvil no es una excepción, ya que al igual que se puede usar para hacer una videollamada a nuestra madre, también se puede usar para divulgar fotos privadas de nuestra expareja.
Una vez pregunté a una persona en una entrevista si tenía armas en su casa. Me miró con asombro y me dijo: “Mi casa está llena de armas”. Se produjo entonces un interesante silencio que aproveché para intentar descifrar su respuesta y luego preguntó: “¿O te refieres a armas de fuego?”
Aquello me recordó que el uso que le damos a las cosas es lo que las convierte en un elixir o en un veneno.
Gonzalo Villanueva
sábado, noviembre 23, 2019
Las 8 emociones básicas, según la rueda de Plutchik
La rueda de Plutchik es un recurso que ideó Robert Plutchik, un psicólogo norteamericano, para graficar de una manera didáctica las diferentes emociones y sus posibles combinaciones. Este investigador pensaba que había algunas emociones básicas y que estas evolucionaban a lo largo de la vida, transformándose con el tiempo.
La razón por la cual evolucionan las emociones y presentan modificaciones es la adaptación. Es decir, que los seres humanos necesitan ajustar su mundo subjetivo a la realidad externa y esa interacción lleva a que se produzcan transformaciones en la forma de sentir. La rueda de Plutchik mostraría, de alguna manera, el camino que siguen las emociones.
Hablamos de un gráfico en forma de flor con ocho pétalos de diferentes colores y cada uno de ellos muestra el curso evolutivo que sigue cada una de las emociones básicas, representadas en esos ocho pétalos. Veamos de qué se trata.
“Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás”.
-Daniel Goleman-
Los ejes de la rueda de Plutchik
La rueda de Plutchik se basa en tres ejes o criterios básicos. Estos son la tipología, el antagonismo y la intensidad. Respecto a la tipología, Plutchik señala que hay dos clases de emociones: las básicas y las compuestas. Las primeras son las que están en un estado natural, las segundas, resultarían de la combinación de estás.
En cuanto al antagonismo, se refiere a la oposición que hay entre unas emociones y otras. En la rueda de Plutchik tales emociones aparecen en extremos opuestos, para que se haga evidente dicha oposición. Hay cuatro ejes de oposición: la alegría/tristeza; anticipación/sorpresa; asco/confianza; y miedo/ira.
Finalmente, la intensidad hace referencia a la fuerza que tienen las emociones. Esta es graficada en la rueda de Plutchik como intensidad en el color. Cuanto más intensa sea una emoción, más se parecerá a la emoción básica y más cerca estará del centro en el gráfico.
Hablamos de un gráfico en forma de flor con ocho pétalos de diferentes colores y cada uno de ellos muestra el curso evolutivo que sigue cada una de las emociones básicas, representadas en esos ocho pétalos. Veamos de qué se trata.
“Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás”.
-Daniel Goleman-
Los ejes de la rueda de Plutchik
La rueda de Plutchik se basa en tres ejes o criterios básicos. Estos son la tipología, el antagonismo y la intensidad. Respecto a la tipología, Plutchik señala que hay dos clases de emociones: las básicas y las compuestas. Las primeras son las que están en un estado natural, las segundas, resultarían de la combinación de estás.
En cuanto al antagonismo, se refiere a la oposición que hay entre unas emociones y otras. En la rueda de Plutchik tales emociones aparecen en extremos opuestos, para que se haga evidente dicha oposición. Hay cuatro ejes de oposición: la alegría/tristeza; anticipación/sorpresa; asco/confianza; y miedo/ira.
Finalmente, la intensidad hace referencia a la fuerza que tienen las emociones. Esta es graficada en la rueda de Plutchik como intensidad en el color. Cuanto más intensa sea una emoción, más se parecerá a la emoción básica y más cerca estará del centro en el gráfico.
Las emociones básicas
Según la tesis de Plutchik, las emociones básicas son las siguientes: alegría, confianza, miedo, sorpresa, tristeza, aversión, ira y anticipación. Cada una de ellas está en la esencia del ser humano y corresponde a la emoción en su estado puro. Veamos lo que Plutchik dice frente a cada una de esas emociones:
- Alegría. Se define como un estado de satisfacción y de bienestar, tanto con uno mismo, como con las circunstancias en las que se vive.
- Confianza. Es una postura subjetiva en la cual se tiene la convicción de que no habrá perjuicios o daños, en una determinada situación, o luego de una acción propia.
- Miedo. Plutchik define el miedo como una incertidumbre displacentera, que nace de expectativas asociadas con daños o males por venir.
- Sorpresa. Es la reacción ante lo imprevisible en el entorno. Se clasifica como una emoción básicamente neutra.
- Tristeza. Es un estado de zozobra en el que prima el abatimiento del estado de ánimo y suele conducir a la necesidad de apoyo social.
- Aversión. Es una emoción en la que se expresa la voluntad de rechazo o evitación frente a algo o alguien.
- Ira. Según Plutchik, la ira es la respuesta a una ofensa, en especial cuando se percibe que esta ha sido hecha deliberadamente.
- Anticipación. Es la expectativa objetiva, basada en la experiencia y la información previa que se tiene de hechos o situaciones.
La rueda de Plutchik muestra que las emociones básicas se combinan entre sí y dan origen a tres díadas o grupos de emociones combinadas. A su vez, estas combinaciones generan nuevas emociones. Veamos:
Díada primaria:
- Alegría + Confianza = Amor.
- Alegría + Anticipación = Optimismo.
- Confianza + Miedo = Sumisión.
- Miedo + Sorpresa = Alarma.
- Sorpresa + Tristeza = Decepción.
- Tristeza + Asco = Remordimiento.
- Asco + Ira = Desprecio.
- Ira + Anticipación = Agresión.
Díada secundaria:
- Alegría + Miedo = Culpa.
- Alegría + Ira = Orgullo.
- Confianza + Sorpresa = Curiosidad.
- Confianza + Anticipación = Fatalismo.
- Miedo + Tristeza = Desesperación.
- Sorpresa + Asco = Incredulidad.
- Tristeza + Ira= Envidia.
- Asco + Anticipación = Cinismo.
- Ira + Tristeza = Envidia.
Díada terciaria:
- Alegría + Sorpresa = Deleite.
- Alegría + Asco= Morbosidad.
- Confianza + Tristeza = Sentimentalismo.
- Confianza + Ira = Dominación.
- Miedo + Asco = Vergüenza.
- Miedo + Anticipación = Ansiedad.
- Sorpresa + Ira = Indignación.
- Tristeza + Anticipación = Pesimismo.
El valor de la rueda de Plutchik está en la organización tan precisa y didáctica que propone como diccionario emocional común. Hablamos de una herramienta que puede ayudarnos a comprender mejor nuestras emociones y las de los demás.
Edith Sánchez
viernes, noviembre 22, 2019
Las 6 fortalezas de carácter según la psicología positiva
Las 6 fortalezas de carácter, definidas los psicólogos Christopher Peterson y Martin Seligman en 2004, siguen siendo toda una referencia. Fueron estos dos exponentes de la psicología positiva quienes, tras una detallada y larga investigación, establecieron lo que se consideran como esas virtudes o potenciales que toda persona puede desarrollar para invertir en bienestar, sabiduría y felicidad.
Son muchos los que, en cierto modo, opinan que el Manual de Fortalezas y virtudes es la antítesis misma del propio Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V). Es decir, mientras este último se focaliza en evaluar, clasificar y estudiar las enfermedades mentales, el libro de Seligman y Peterson busca poder detectar las fortalezas del ser humano, su potencial positivo y sus virtudes transformadoras.
Es otro enfoque, no cabe duda. Uno orientado más bien a inspirarnos, a generar en nosotros una revolución interna donde entender que, a pesar de las dificultades que nos rodean, en cada uno de nosotros hay recursos que podemos activar. Así, en cada persona destacarán en mayor grado unas fortalezas sobre otras. Sin embargo, también cabe señalar que es posible ser mucho más competentes en cada una de ellas.
Al fin y al cabo, las fortalezas psicológicas no nos vienen de fábrica; muchas de ellas las adquirimos con nuestra educación, imitando a otras personas que nos inspiran, e incluso, por qué no, siendo conscientes de que determinadas dimensiones mejoran nuestra vida y la de los demás. Veamos en qué consisten.
“El éxito requiere persistencia, la capacidad de no rendirse ante el fracaso. Creo que la clave para ser optimistas cada día de nuestra vida es la misma: ser persistentes en esta actitud».
-Martin Seligman-
Es otro enfoque, no cabe duda. Uno orientado más bien a inspirarnos, a generar en nosotros una revolución interna donde entender que, a pesar de las dificultades que nos rodean, en cada uno de nosotros hay recursos que podemos activar. Así, en cada persona destacarán en mayor grado unas fortalezas sobre otras. Sin embargo, también cabe señalar que es posible ser mucho más competentes en cada una de ellas.
Al fin y al cabo, las fortalezas psicológicas no nos vienen de fábrica; muchas de ellas las adquirimos con nuestra educación, imitando a otras personas que nos inspiran, e incluso, por qué no, siendo conscientes de que determinadas dimensiones mejoran nuestra vida y la de los demás. Veamos en qué consisten.
“El éxito requiere persistencia, la capacidad de no rendirse ante el fracaso. Creo que la clave para ser optimistas cada día de nuestra vida es la misma: ser persistentes en esta actitud».
-Martin Seligman-
¿Cuáles son las 6 fortalezas de carácter?
¿Qué tenía de especial Albert Einstein, era la inteligencia su fuerza psicológica y su virtud? ¿Y Martin Luther King, Marie Curie o Gandhi? ¿Qué tipo de potenciales definían a estas personalidades de nuestra historia? Estas mismas preguntas son las que se plantearon Martin Seligman y Christopher Peterson cuando iniciaron su exhaustiva investigación para determinar las fortalezas psicológicas del ser humano.
Así, para psicólogos y científicos de la Universidad de Harvard como Howard Gardner, este trabajo es una de las iniciativas más interesantes del siglo XXI. Lo es porque por una vez, se centra en «lo más positivo del ser humano». En esas 6 fortalezas de carácter se concentran nuestra bondad, nuestra capacidad para dar amor, para aplicar la justicia, la esperanza… Todas ellas son los componentes de la felicidad para una sociedad ideal, para un mundo donde primaría en mayor grado el bienestar mental.
Por otro lado, cabe destacar un aspecto: este tema no es nuevo. Tanto Aristóteles como Tomás de Aquino ya definieron en su día lo que ellos consideraron las dimensiones para el bien o las virtudes del ser humano. Seligman y Peterson, se basaron también en estas teorías para desarrollar un listado de dimensiones que pueden medirse para poder decirnos, cuáles son nuestras fortalezas de carácter. Son las siguientes:
¿Qué tenía de especial Albert Einstein, era la inteligencia su fuerza psicológica y su virtud? ¿Y Martin Luther King, Marie Curie o Gandhi? ¿Qué tipo de potenciales definían a estas personalidades de nuestra historia? Estas mismas preguntas son las que se plantearon Martin Seligman y Christopher Peterson cuando iniciaron su exhaustiva investigación para determinar las fortalezas psicológicas del ser humano.
Así, para psicólogos y científicos de la Universidad de Harvard como Howard Gardner, este trabajo es una de las iniciativas más interesantes del siglo XXI. Lo es porque por una vez, se centra en «lo más positivo del ser humano». En esas 6 fortalezas de carácter se concentran nuestra bondad, nuestra capacidad para dar amor, para aplicar la justicia, la esperanza… Todas ellas son los componentes de la felicidad para una sociedad ideal, para un mundo donde primaría en mayor grado el bienestar mental.
Por otro lado, cabe destacar un aspecto: este tema no es nuevo. Tanto Aristóteles como Tomás de Aquino ya definieron en su día lo que ellos consideraron las dimensiones para el bien o las virtudes del ser humano. Seligman y Peterson, se basaron también en estas teorías para desarrollar un listado de dimensiones que pueden medirse para poder decirnos, cuáles son nuestras fortalezas de carácter. Son las siguientes:
1. Sabiduría y conocimiento
Uno puede disponer de un potencial intelectual por encima de la media, sin embargo, el CI no nos hace sabios. De hecho, una de las características que definía precisamente a Albert Einstein era esta misma fortaleza: la de la sabiduría. Este concepto integra en dimensiones como la creatividad, la curiosidad infatigable, el deseo de aprender, de mantener siempre una mente abierta.
2. Coraje
¿Qué es el coraje? Esta es una de esas 6 fortalezas de carácter imprescindibles para navegar por la ida. Nos otorga algo más que valentía, es motivación para afrontar la adversidad cotidiana, es persistencia, integridad, entusiasmo y vitalidad por superarnos.
¿Qué es el coraje? Esta es una de esas 6 fortalezas de carácter imprescindibles para navegar por la ida. Nos otorga algo más que valentía, es motivación para afrontar la adversidad cotidiana, es persistencia, integridad, entusiasmo y vitalidad por superarnos.
3. Humanidad
Quien posee humanidad, crea puentes entre las personas y trae la esperanza al mundo. Esta dimensión simboliza a quien se preocupa por los demás de manera activa y no solo a través de la pancarta.
Define a quien gusta de conectar con quien tiene cerca de manera auténtica; a aquel que busca interesarse por sus necesidades, por su realidad personal. Es quien sabe dar afecto, quien escucha, es amable y transforma nuestra realidad de manera silenciosa, pero persistente.
Quien posee humanidad, crea puentes entre las personas y trae la esperanza al mundo. Esta dimensión simboliza a quien se preocupa por los demás de manera activa y no solo a través de la pancarta.
Define a quien gusta de conectar con quien tiene cerca de manera auténtica; a aquel que busca interesarse por sus necesidades, por su realidad personal. Es quien sabe dar afecto, quien escucha, es amable y transforma nuestra realidad de manera silenciosa, pero persistente.
4. Justicia
Ninguna sociedad avanzada y sabia podría existir sin el sentido de la justicia. Esta es otra de esas 6 fortalezas de carácter que todos deberíamos desarrollar de manera íntegra. A través de ella, asumimos nuestra responsabilidad social con nosotros y los demás, defendemos lo que es noble, lo que es adecuado para el conjunto mediante la lealtad y el respeto.
5. Templanza
Templanza es una de esas palabras que no usamos con demasiada frecuencia. Nos parece algo caballeresca, como traída de otra época. Sin embargo, este término sigue siendo igual de útil y necesario.
Define a quien no cae en los excesos, a las personas que saben regularse y mantener el autocontrol. Es también aplicar la calma en momentos de tormenta, saber hacer uso del perdón y no del odio, de la piedad y no de la ira.
6. Transcendencia
Esta última de las 6 fortalezas de carácter enunciadas por Seligman y Peterson no puede ser más inspiradora. Ser trascendente o aplicar la trascendencia significa tener un propósito y querer aspirar a la excelencia.
Es, de algún modo, esa cumbre de la que nos hablaba Abraham Maslow con su teoría de las necesidades humanas, esa autorrealización donde apreciamos y nos interesamos por aspectos como la esperanza, la belleza, la coherencia, la espiritualidad…
Trascender es ir más allá de lo visible, para abrazar la inmensidad del conocimiento y sentirnos libres a la vez que responsables.
Para concluir, es muy posible que si nos aplicáramos las pruebas desarrolladas por Seligman y Peterson para evaluar nuestras fortalezas de carácter, puntuaríamos alto en más de alguna de estas dimensiones. Sin embargo, lo ideal sería ser hábiles en todas, ser excelentes estrategas en el arte de la justicia, la sabiduría, la valentía, la humanidad…
Valeria Sabater
jueves, noviembre 21, 2019
Los valores en la relación de pareja
Partiendo de la base de que no existen dos parejas iguales, vamos a hablar de lo que nos aporta la semejanza en los valores en la relación de pareja, cómo hace que ésta fluya entre los dos de una manera sana o no tóxica. De hecho, establecer unos valores en la relación de pareja concretos puede asentar las bases para que una relación de pareja funcione adecuadamente.
¿Qué es una pareja? El término pareja puede referirse a un conjunto de dos personas en una relación afectiva más o menos formalizada: noviazgo, matrimonio o pareja de hecho.
¿A qué nos estamos refiriendo al hablar de valores? Los valores hacen referencia a aquellas cualidades o virtudes que caracterizan a una persona, una acción o un objeto que se consideran positivos o de gran importancia por parte de un grupo social.
Dicho de otro modo, los valores serían aquellas cualidades que destacan en cada una de las persona y que, a su vez, las empujan a actuar de una u otra forma debido a que son parte de sus creencias. Además, expresan sus intereses y condicionan sus conductas.
«Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino».
-Mahatma Gandhi-
Los valores en la relación de pareja
En el estudio de Medina et al. (2005), en la dimensión semántica de intimidad, se observa que tanto hombres como mujeres buscan en su pareja a alguien con necesidades semejantes, compatible, con características en común, afín, con el cual sea posible la identificación, con gustos similares.
Desde la teoría instrumental de la selección de pareja, lo anterior se debe a que las personas buscamos a alguien que posea valores parecidos a los propios (Centers, 1975). De esta forma, las parejas se conforman al identificar compañeros homógamos, esto es, que tienen características sociales, económicas y culturales semejantes (Rice, 1997).
«Encuentra gente que comparta tus valores, y conquistaréis juntos el mundo».
-John Ratzenberger
¿A qué nos estamos refiriendo al hablar de valores? Los valores hacen referencia a aquellas cualidades o virtudes que caracterizan a una persona, una acción o un objeto que se consideran positivos o de gran importancia por parte de un grupo social.
Dicho de otro modo, los valores serían aquellas cualidades que destacan en cada una de las persona y que, a su vez, las empujan a actuar de una u otra forma debido a que son parte de sus creencias. Además, expresan sus intereses y condicionan sus conductas.
«Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino».
-Mahatma Gandhi-
Los valores en la relación de pareja
En el estudio de Medina et al. (2005), en la dimensión semántica de intimidad, se observa que tanto hombres como mujeres buscan en su pareja a alguien con necesidades semejantes, compatible, con características en común, afín, con el cual sea posible la identificación, con gustos similares.
Desde la teoría instrumental de la selección de pareja, lo anterior se debe a que las personas buscamos a alguien que posea valores parecidos a los propios (Centers, 1975). De esta forma, las parejas se conforman al identificar compañeros homógamos, esto es, que tienen características sociales, económicas y culturales semejantes (Rice, 1997).
«Encuentra gente que comparta tus valores, y conquistaréis juntos el mundo».
-John Ratzenberger
Y si remamos juntos, en la misma dirección…
Remar juntos en la misma dirección, determinar los valores en la relación de pareja, puede asentar las bases para que funcione adecuadamente o para que esta mejore.
Las conductas y expectativas que cada individuo tiene, en este caso referentes a la relación de pareja, responden a las creencias y valores sociales transmitidos mediante el proceso de socialización al cual fueron sujetos (Kaminsky, 1981).
El proceso de socialización es transformador a través del tiempo, pues logra que los valores y las normas sociales cambien, por lo que se espera que las creencias y conductas de las personas también lo hagan (Díaz-Guerrero, 2003). Es así que las expectativas, valores y conductas en la relación de pareja han cambiado (García-Meráz, 2007), logrando crear nuevos parámetros, los cuales están influenciados y responden a la situación social en la que se encuentra la pareja (Snyder y Stukas, 1999).
Trabajando por unos adecuados valores en la relación de pareja
Establecer los valores en la relación de pareja es un objetivo que requiere de un trabajo conjunto. Como hemos dicho al principio, cada pareja es única y por tanto, los valores que la conforman.
No obstante, podemos hablar de algunos valores básicos en los que la mayoría de parejas coinciden. Hablamos de valores como el amor, la fidelidad, el apoyo mutuo, la generosidad, el respeto mutuo y la comunicación. A continuación, describiremos cada uno de ellos.
Amor
Hay muchos tipos de amor, pero todos hilvanados bajo el mismo hilo conductor. Decirle a alguien «te amo» no es lo mismo que decirle «te deseo».
Tales secuencias, próximas y lejanas, unen una serie de fenómenos que van desde el enamoramiento al amor establecido, y de ahí, a la convivencia. Supone la sorpresa de descubrir a otra persona e irse enamorando, para alcanzar una fórmula estable, duradera y persistente.
Fidelidad
La fidelidad va a depender de tipo de acuerdo previamente establecido. Cada pareja establece un tipo de compromiso. Hay parejas exclusivamente monógamas, otras no.
El asunto parece claro, si los pactos se cumplen, hay fidelidad. Cuando no se cumplen, hay trampa.
La fidelidad va a depender de tipo de acuerdo previamente establecido. Cada pareja establece un tipo de compromiso. Hay parejas exclusivamente monógamas, otras no.
El asunto parece claro, si los pactos se cumplen, hay fidelidad. Cuando no se cumplen, hay trampa.
Apoyo
Poder apoyarte en otra persona, contar con que no te va a fallar y va a proteger tus intereses es una sensación que nos hace más valientes, menos vulnerables.
Este es un punto a favor para lidiar con la adversidad. Se trata de empatizar con nuestra pareja, intentando comprender más y mejor al otro, expresándole aceptación y apoyo incondicional.
«El amor establece las bases de todos los valores humanos».
-Milan Hollister-
Poder apoyarte en otra persona, contar con que no te va a fallar y va a proteger tus intereses es una sensación que nos hace más valientes, menos vulnerables.
Este es un punto a favor para lidiar con la adversidad. Se trata de empatizar con nuestra pareja, intentando comprender más y mejor al otro, expresándole aceptación y apoyo incondicional.
«El amor establece las bases de todos los valores humanos».
-Milan Hollister-
Generosidad
Puede parecer raro, pero en ocasiones prima el egoísmo en la pareja frente a la generosidad. Hay a quienes le resulta difícil ser generoso con sus parejas y solo saben pedir o mirar para sí mismo («yo necesito», «yo quiero», «a mí me gustaría»), lo que genera sentimientos negativos.
Sin embargo, estar en una relación de pareja es algo más. La mejor forma de ser generoso con la pareja es no pensar solo en uno mismo, es ponerse en el lugar del otro, intentando entender su punto de vista, aunque en ocasiones no lo compartamos.
Respeto
Erigir una relación desde el respeto mutuo es un valor imprescindible. En este punto, los miembros de la pareja tienen que estar al mismo nivel.
Se trata de ofrecer un espacio en la relación a nivel individual y un espacio para los dos. También hablamos de respeto cuando aceptamos a la otra persona en su totalidad, sin intentar cambiarla.
Comunicación
Sería bueno establecer una comunicación asertiva y fluida, que genere confianza. La llamada comunicación asertiva es definida por Satir (1988) como la capacidad de expresarse de una forma directa, honesta y respetuosa.
En todo caso, abrir canales de comunicación entre la pareja vendría a significar que ambas personas asuman el compromiso de compartir lo que corresponde a un vínculo, es decir, desacuerdos, logros, metas en común, necesidades, etc., o bien desarrollar la disposición de aprender a hacerlo. La buena comunicación se ve reflejada en vínculos sanos, respeto mutuo, afecto, cariño y compañerismo.
Marián Carrero Puerto
miércoles, noviembre 20, 2019
martes, noviembre 19, 2019
lunes, noviembre 18, 2019
domingo, noviembre 17, 2019
Personas que nos hacen reír, bálsamos para la felicidad
Las personas que nos hacen reír son mágicas. Apagan las penas y difuminan las sombras de los malos días con comentarios ingeniosos, con esa alegría que se contagia, que acaricia el corazón y que llena de esperanza nuestros bolsillos. Así, algo que sin duda nos queda claro, es que cualquiera nos puede hacer llorar; pero quien despierta las carcajadas es único y excepcional.
La mayoría de nosotros tenemos a alguien así. Es más, puede que hasta nosotros mismos seamos una de esas personas hábiles en despertar sonrisas, competentes en hacer de cualquier momento cotidiano un instante donde siempre rebosa el buen humor y la originalidad. Sea como sea, debemos tenerlo claro: quien mejora nuestro estado de ánimo sin pedir nada a cambio tiene un don.
Por otro lado, hay un aspecto que todos sabemos y que la ciencia nos ha demostrado desde hace mucho: el acto de reír mejora la salud y el bienestar psicológico. Recibimos todo un torrente de endorfinas y serotonina, esa composición milagrosa donde la neuroquímica enciende sin duda el auténtico sabor de la felicidad. Sin embargo, hay un detalle interesante que debemos comprender desde el ámbito de la psicología emocional.
Quien hace reír también ríe y se beneficia. Es más, las carcajadas más ruidosas, esas que acaban con un agradable dolor de barriga, no siempre proviene de un chiste o una ocurrencia casi sensacional en el instante más inesperado. Vienen de esa conexión establecida entre nosotros, porque la risa se retroalimenta, porque cuando tú ríes yo río, porque tú me contagias entusiasmo y yo te contagio el tono hilarante de mis carcajadas…
«La risa es como un limpiaparabrisas, no detiene la lluvia pero nos permite seguir adelante».
-Gérard Jugnot-
Por otro lado, hay un aspecto que todos sabemos y que la ciencia nos ha demostrado desde hace mucho: el acto de reír mejora la salud y el bienestar psicológico. Recibimos todo un torrente de endorfinas y serotonina, esa composición milagrosa donde la neuroquímica enciende sin duda el auténtico sabor de la felicidad. Sin embargo, hay un detalle interesante que debemos comprender desde el ámbito de la psicología emocional.
Quien hace reír también ríe y se beneficia. Es más, las carcajadas más ruidosas, esas que acaban con un agradable dolor de barriga, no siempre proviene de un chiste o una ocurrencia casi sensacional en el instante más inesperado. Vienen de esa conexión establecida entre nosotros, porque la risa se retroalimenta, porque cuando tú ríes yo río, porque tú me contagias entusiasmo y yo te contagio el tono hilarante de mis carcajadas…
«La risa es como un limpiaparabrisas, no detiene la lluvia pero nos permite seguir adelante».
-Gérard Jugnot-
Personas que nos hacen reír: ¿qué las diferencia psicológica y emocionalmente?
El neurocientífico Vilayanur S. Ramachandran teoriza en el libro Un breve recorrido por la conciencia humana que la risa apareció en nuestra especie por dos fines muy concretos. El primero, para favorecer la conexión social. El segundo, como una señal de advertencia para el grupo, para todas aquellas personas que estén cerca de nosotros. Esa señal, ese gesto expresivo y sonoro deja entrever una información muy concreta al grupo: todo va bien, todo está en calma, no hay peligro.
Asimismo, desde la psicología se ve a la risa como un «arma de bienestar masiva» y como un mecanismo de defensa idóneo para afrontar el estrés y la ansiedad (Grammer, K. y Eibl-Eibesfeldt, 1990). Es más, la capacidad de reír, de recuperar el sentido del humor y las ganas de bromear se considera como un gran avance terapéutico cuando atravesamos cualquier trastorno del estado del ánimo.
Por tanto, tenemos claro que la risa es catártica, sanadora y una señal social que denota calma y bienestar. Sin embargo… ¿qué dice la psicología al respecto de las personas que nos hacen reír? Veamos todos los datos a continuación.
El neurocientífico Vilayanur S. Ramachandran teoriza en el libro Un breve recorrido por la conciencia humana que la risa apareció en nuestra especie por dos fines muy concretos. El primero, para favorecer la conexión social. El segundo, como una señal de advertencia para el grupo, para todas aquellas personas que estén cerca de nosotros. Esa señal, ese gesto expresivo y sonoro deja entrever una información muy concreta al grupo: todo va bien, todo está en calma, no hay peligro.
Asimismo, desde la psicología se ve a la risa como un «arma de bienestar masiva» y como un mecanismo de defensa idóneo para afrontar el estrés y la ansiedad (Grammer, K. y Eibl-Eibesfeldt, 1990). Es más, la capacidad de reír, de recuperar el sentido del humor y las ganas de bromear se considera como un gran avance terapéutico cuando atravesamos cualquier trastorno del estado del ánimo.
Por tanto, tenemos claro que la risa es catártica, sanadora y una señal social que denota calma y bienestar. Sin embargo… ¿qué dice la psicología al respecto de las personas que nos hacen reír? Veamos todos los datos a continuación.
Una conexión que parte desde las emociones
Las personas que nos hacen reír hacen uso de algo que va más allá del ingenio, la gracia o el chiste fácil. Son artesanos en la competencia de la conexión emocional. Disfrutan dibujando sonrisas y estados de ánimo donde domina la alegría, la chispa, la carcajada… A su vez, todos esos procesos les sirven a ellos mismos como retroalimentación. Ver a otros reír, también les genera felicidad.
Todo ese intercambio tiene como elemento potencial nuestro universo de las emociones. Así, quien es hábil en esta materia, entiende a su vez de esa asignatura en la que todos deberíamos ser competentes: la conexión emocional.
Las personas que nos hacen reír son inteligentes
El doctor Lowri Dowthwaite, profesor de intervención psicológica en la Universidad de Central Lancashire, Reino Unido, nos señala que las personas que nos hacen reír, tienen por término medio, un coeficiente intelectual más elevado. Según él, estos perfiles necesitan de una habilidad cognitiva y emocional más sofistucada para poder procesar y producir humor.
En sus trabajos, advierte, que las personas más divertidas presentan una puntuación elevada en el área de inteligencia verbal y no verbal, y a su vez, suelen puntuar muy bajo en el factor agresividad. No obstante, debemos tener claro un aspecto. Hay muchos tipos de humor, pero solo aquel que no es grosero, ni vulgar ni aún menos ofensivo, es el que más bienestar genera y el que además, denota mayor ingenio.
Si te hace reír, ese vínculo durará más tiempo
Si te hace reír, te hace feliz y quien te regala la felicidad un día sí y otro también es más probable que esté mucho más tiempo en tu vida. Es un hecho casi innegable, pero… ¿por qué ocurre?
La respuesta puede parecer sencilla, pero en realidad, debemos entender qué hay detrás de esa magia de dos personas que ríen juntas:
- Hay confianza.
- Hay bienestar, se sienten cómodas estando cerca.
- Las personas que nos hacen reír nos conocen, saben cómo despertar nuestras sonrisas, como lograr escampar nuestras penas y mejorar el humor.
- Quien nos hace reír tiene empatía, ríe con nosotros, se contagia de nuestras emociones.
- Asimismo, quien es hábil en esta competencia suele usar la risa como catarsis. Sabe que a menudo, las discusiones o los momentos tensos se disipan casi al instante con una frase graciosa, con una ocurrencia altamente original.
Para concluir, si el ser humano está dotado de esa habilidad, de este pegamento social que es la risa, es por algo importante. Porque reír es una forma sensacional de conectar, de aliviar el estrés, de generar endorfinas y mejorar nuestro bienestar físico y psicológico. No dudemos por tanto en hacer uso de esa medicina sin efectos secundarios reír y, por qué no, hacer reír a los demás siempre que sea posible.
Valeria Sabater
sábado, noviembre 16, 2019
La importancia de avanzar lento, pero seguro
Suele ser más frecuente de lo que comúnmente se considera que, las personas, a la hora de iniciar un proyecto nuevo, se paralicen. No saben por qué camino ir, se bloquean, creen que lo que hacen es no avanzar o avanzar lento y, finalmente, terminan por dejarlo a un lado. El problema de no embarcarse en ese trayecto es que se quedan con un sentimiento de profundo fracaso, que mina su autoestima y su autoconfianza.
Este abandono sucede con más frecuencia cuando no se domina el terreno o cuando simplemente resulta muy difícil implementar ese proyecto. Poniéndonos en la piel de estas personas que tratan de ser emprendedoras, pero que se quedan a medias, el mundo se les “cierra” y no hay poder humano que los convenza de que, si de verdad se lo proponen, lo pueden lograr.
Pero a veces no basta solamente con que uno se proponga hacer algo, puesto que lo primero que hay que tener en cuenta es por dónde empezar… Esto último es un punto clave que nos llevará a progresar y, aunque al principio se tenga la percepción de avanzar lento, eventualmente, nos servirá para alcanzar el objetivo.
Pero a veces no basta solamente con que uno se proponga hacer algo, puesto que lo primero que hay que tener en cuenta es por dónde empezar… Esto último es un punto clave que nos llevará a progresar y, aunque al principio se tenga la percepción de avanzar lento, eventualmente, nos servirá para alcanzar el objetivo.
Concentración
Uno de los factores que ayudan a aproximarse hacia la meta deseada es, sin duda, concentrarse en ella. Nadie puede lograr un objetivo si no se concentra en lo que desea.
El enfoque permite aclarar lo que se quiere, lo que se pretende y lo que se puede hacer. Consiste en aplicar toda la información o experiencia (que tienes a tu disposición o que puedes adquirir) para lograr aquello que realmente anhelas conseguir.
Saber cómo hacerlo, pero no concentrase en ello, es lo que lleva a mucha gente a la frustración, pues de nada te sirve tener el conocimiento si no te concentras en aplicarlo cuando lo necesitas.
Es fácil darse cuenta de que cuando estás abrumado, tu mente está dispersa y te resulta más difícil concentrarte. Y esto suele ocurrir con mayor frecuencia cuando se trata de resolver un gran proyecto. Pero si logras concentrarte, puedes encontrar la solución a un problema en mucho menos tiempo.
La concentración en todo lo que haces te va a permitir ver un progreso consistente, aunque parezca avanzar lento, en eso que te propones. Tratar de avanzar sin concentrarse es, a la larga, un desperdicio de tiempo que casi siempre desemboca en sentimientos de frustración.
Uno de los factores que ayudan a aproximarse hacia la meta deseada es, sin duda, concentrarse en ella. Nadie puede lograr un objetivo si no se concentra en lo que desea.
El enfoque permite aclarar lo que se quiere, lo que se pretende y lo que se puede hacer. Consiste en aplicar toda la información o experiencia (que tienes a tu disposición o que puedes adquirir) para lograr aquello que realmente anhelas conseguir.
Saber cómo hacerlo, pero no concentrase en ello, es lo que lleva a mucha gente a la frustración, pues de nada te sirve tener el conocimiento si no te concentras en aplicarlo cuando lo necesitas.
Es fácil darse cuenta de que cuando estás abrumado, tu mente está dispersa y te resulta más difícil concentrarte. Y esto suele ocurrir con mayor frecuencia cuando se trata de resolver un gran proyecto. Pero si logras concentrarte, puedes encontrar la solución a un problema en mucho menos tiempo.
La concentración en todo lo que haces te va a permitir ver un progreso consistente, aunque parezca avanzar lento, en eso que te propones. Tratar de avanzar sin concentrarse es, a la larga, un desperdicio de tiempo que casi siempre desemboca en sentimientos de frustración.
Acostumbra a tu cerebro
Si tu problema es precisamente lograr la concentración y el enfoque, puedes ponerle solución, a base de entrenamiento, El cerebro humano es plástico, lo que quiere decir, que tiene adaptabilidad a cambios y, por eso, puedes aprender a concentrarte si así te lo propones. Hay varias técnicas de entrenamiento de la memoria, de la concentración, de la atención… Todo es cuestión de consistencia y de conseguir un buen terapeuta que te eche una mano en ese cambio.
Así se producen los hábitos, los buenos y los malos: con consistencia. Si todos los días te despiertas a la misma hora, año tras año, te será difícil hacerlo de otra manera, pues tu cerebro tiene registrada esa acción y simplemente tiende a repetirla consistentemente. Y aunque no resulte tan fácil, esos hábitos pueden suprimirse o cambiarse por otros.
Si ves la cuestión de esta manera, el proceso puede resultarte menos frustrante y, a su vez, un poco más fácil de identificar por donde puedes avanzar: ir suprimiendo los malos hábitos y concentrarte en otros que te ayuden a cumplir tus metas.
Insistimos en que se requiere un compromiso firme contigo mismo, paciencia y mucha fuerza de voluntad, porque si fuera tan fácil cambiar de hábitos, las personas tendríamos menos dificultad en mejorar ciertas rutinas dañinas para nuestro organismo. Avanzar lento, pero seguro es la clave.
Si tu problema es precisamente lograr la concentración y el enfoque, puedes ponerle solución, a base de entrenamiento, El cerebro humano es plástico, lo que quiere decir, que tiene adaptabilidad a cambios y, por eso, puedes aprender a concentrarte si así te lo propones. Hay varias técnicas de entrenamiento de la memoria, de la concentración, de la atención… Todo es cuestión de consistencia y de conseguir un buen terapeuta que te eche una mano en ese cambio.
Así se producen los hábitos, los buenos y los malos: con consistencia. Si todos los días te despiertas a la misma hora, año tras año, te será difícil hacerlo de otra manera, pues tu cerebro tiene registrada esa acción y simplemente tiende a repetirla consistentemente. Y aunque no resulte tan fácil, esos hábitos pueden suprimirse o cambiarse por otros.
Si ves la cuestión de esta manera, el proceso puede resultarte menos frustrante y, a su vez, un poco más fácil de identificar por donde puedes avanzar: ir suprimiendo los malos hábitos y concentrarte en otros que te ayuden a cumplir tus metas.
Insistimos en que se requiere un compromiso firme contigo mismo, paciencia y mucha fuerza de voluntad, porque si fuera tan fácil cambiar de hábitos, las personas tendríamos menos dificultad en mejorar ciertas rutinas dañinas para nuestro organismo. Avanzar lento, pero seguro es la clave.
No se cambia de la noche a la mañana
Pero no quieras cambiar de un día para otro… Tu cerebro no funciona de esa manera. Si quieres empezar a dejar los malos hábitos, proponte hacerlo poco a poco. La mayoría de las veces funciona mejor cuando lo haces poniéndote pequeñas metas, que si te propones cambios de 180 grados.
Esos pasos que pueden parecer insignificantes te harán avanzar lento, pero firme hasta llegar a tu objetivo. Por eso, lo más importante es no dejar nunca de caminar, no abandonar jamás el camino ni tus sueños. Es mejor avanzar lento, pero seguro.
Sara Clemente
Pero no quieras cambiar de un día para otro… Tu cerebro no funciona de esa manera. Si quieres empezar a dejar los malos hábitos, proponte hacerlo poco a poco. La mayoría de las veces funciona mejor cuando lo haces poniéndote pequeñas metas, que si te propones cambios de 180 grados.
Esos pasos que pueden parecer insignificantes te harán avanzar lento, pero firme hasta llegar a tu objetivo. Por eso, lo más importante es no dejar nunca de caminar, no abandonar jamás el camino ni tus sueños. Es mejor avanzar lento, pero seguro.
Sara Clemente
viernes, noviembre 15, 2019
La visión de ti mismo cuando sales de tu mente
Una frase que está en el repertorio de muchos reza: «lo único que quiero es ser feliz». Así, te esfuerzas tanto para alcanzar la ansiada felicidad, que puede afectar a la visión de ti mismo y conducirte a una espiral de malestar.
En una época en la que la humanidad ha alcanzado un grado de desarrollo notable, nos encontramos con que un porcentaje elevado de la población mundial sufre. Las estadísticas de la OMS sobre salud mental son alarmantes, y las consultas a los profesionales acerca de cómo mantener o recuperar el bienestar van en aumento.
Los psicólogos acompañamos a aquellas personas que tienen esta meta y observamos una tendencia general a evitar cualquier tipo de dolor. Pero, al igual que condenas el vuelo de una mariposa si sujetas sus alas con un alfiler a un corcho, la felicidad puede quedar prisionera de muchos elementos. Entre ellos, la búsqueda obsesiva de la felicidad puede distorsionar la visión de ti mismo.
«La felicidad es la finalidad última de la existencia humana».
-Aristóteles-
La trampa de la felicidad que condiciona la visión de ti mismo
Según la teoría del marco relacional, en la que se fundamenta la terapia de aceptación y compromiso, la forma en la que intentas afrontar las dificultades puede conducirte a una calle sin salida. Dicha teoría se basa en un programa de investigación sobre el funcionamiento de la mente humana (Hayes, Barnes-Holmes y Roch, 2001) que sugiere que muchas de las estrategias que las personas empleamos para solucionar nuestros problemas son en realidad trampas que aumentan nuestro sufrimiento.
¿Cómo participas en la construcción de esta trampa psicológica? Tu mente se acaba convirtiendo en tu peor enemigo, es una maravillosa herramienta de control del entorno que te involucra en un juego engañoso.
Los psicólogos acompañamos a aquellas personas que tienen esta meta y observamos una tendencia general a evitar cualquier tipo de dolor. Pero, al igual que condenas el vuelo de una mariposa si sujetas sus alas con un alfiler a un corcho, la felicidad puede quedar prisionera de muchos elementos. Entre ellos, la búsqueda obsesiva de la felicidad puede distorsionar la visión de ti mismo.
«La felicidad es la finalidad última de la existencia humana».
-Aristóteles-
La trampa de la felicidad que condiciona la visión de ti mismo
Según la teoría del marco relacional, en la que se fundamenta la terapia de aceptación y compromiso, la forma en la que intentas afrontar las dificultades puede conducirte a una calle sin salida. Dicha teoría se basa en un programa de investigación sobre el funcionamiento de la mente humana (Hayes, Barnes-Holmes y Roch, 2001) que sugiere que muchas de las estrategias que las personas empleamos para solucionar nuestros problemas son en realidad trampas que aumentan nuestro sufrimiento.
¿Cómo participas en la construcción de esta trampa psicológica? Tu mente se acaba convirtiendo en tu peor enemigo, es una maravillosa herramienta de control del entorno que te involucra en un juego engañoso.
Mitos sobre la felicidad
Alrededor del concepto de felicidad se han creado una serie de mitos que contribuyen a la creación de la trampa en la que en ocasiones tu mente se ve involucrada. Este es uno de los obstáculos que impiden que tu mente discrimine qué acciones son las que te conducen a una vida con sentido. Dichos mitos te llevan a una lucha contra tu propia naturaleza, dificultando una separación de la misma, pues además están muy arraigados en nuestra cultura.
Russ Harris, médico y psicoterapeuta experto en ACT (Terapia de Aceptación y Compromiso), habla de cuatro mitos fundamentales que constituyen el anteproyecto básico de esta trampa psicológica de la que hablamos:
- La felicidad es el estado natural de todo ser humano. Como en el final de los cuentos, la felicidad acabará imperando en tu vida y en la de todos: «y vivieron felices y comieron perdices».
- Si no eres feliz, es que tienes algún defecto. Por tanto, cuando experimentas sentimientos y pensamientos dolorosos te autocriticas porque te consideras débil.
- Para construir una vida mejor, tienes que deshacerte de los pensamientos negativos. Esta sociedad del bienestar de la que formamos parte está obsesionada con encontrar la felicidad y eso alimenta la idea de que solo hemos de experimentar estados emocionales positivos. Sin embargo, ten presente que por lo general, las cosas a las que le damos importancia conllevan diferentes sentimientos, tanto agradables como desagradables.
- Deberías ser capaz de controlar lo que piensas y sientes. Si eres como la mayoría de los demás seres humanos del planeta, seguro que habrás invertido mucho tiempo y energía en controlar tu mundo interior. Por otro lado, también te habrás dado cuenta de que, salvo que tus niveles de activación no sean muy elevados, puedes acabar con ellos hasta cierto punto. Este mito te conduce a mucha frustración cuando no eres capaz de controlar las experiencias internas asociadas a complicados momentos de tu vida.
La ilusión de control
Recordemos la gran ventaja que nuestra mente nos ha proporcionado como especie. Nos ha permitido dar forma al mundo y adaptarlo a nuestras necesidades y deseos. No es de sorprender que esta capacidad asombrosa de controlar el entorno te haga concebir altas expectativas de control también en otros planos.
En el mundo material, te darás cuenta que las estrategias de control que empleas suelen funcionar bien. Por ejemplo, si hay un tigre con dientes de sable que te acecha, ponte a salvo en una alejada de él.
Sin embargo, cuando se trata de nuestro mundo interior, como por ejemplo deshacernos de un pensamiento negativo, o de un recuerdo doloroso, nuestra destreza es muy diferente con respecto al ámbito de lo tangible.
«Vamos a hacer un pequeño experimento. Mientras lees, intenta no pensar en un helado. No pienses en su color, ni en su textura, ni en su sabor. No pienses en cómo sabe un día caluroso de verano. No pienses en el placer que sientes cuando se derrite en tu boca. No pienses en cómo vas a tener que lamer los bordes para que deje de gotear en los dedos.
¿Qué tal?
¡Exacto! No has podido dejar de pensar en el helado».
-Russ Harris. La trampa de la felicidad-
Fusión cognitiva
Pensamientos, imágenes mentales, recuerdos, deseos, sensaciones físicas y emociones, constituyen tu mundo interior, y normalmente son los que tienen mayor influencia en tu conducta.
A través de dichos elementos adoptas una perspectiva ante el mundo y construyes la visión de ti mismo, son las gafas a través de las cuales ves la realidad, que en definitiva no es más que tu propia realidad.
Hablamos de que se produce una fusión cognitiva entre estos y aquello que te sucede. Esto es, todos estos productos internos de tu mente y aquello a lo que se refieren, se mezclan.
Entras así en una espiral que hace que vivas tus experiencias internas como si fueran reales, importantes y posibles amenazas.
Así, podemos reaccionar a las palabras de una novela de suspense como si alguien estuviera a punto de ser asesinado, o a la afirmación de «voy a fracasar» como si el fracaso fuera un resultado inevitable.
«Matrix te posee. Tú te crees dueño de tu vida, de tus acciones, de todas esas pequeñas o grandes cosas que haces cada día, pero… ¿Cómo podrías demostrar que todo esto no es una ilusión? ¿Nunca has tenido un sueño que pareciera muy real? ¿Cómo sabrías entonces diferenciar sueño de realidad? El hacer creer que se vive una existencia normal es un poder muy grande, una forma de control terrible».
-Laurence Fishburne. Morfeo-
La visión de ti mismo cuando sales de tu mente
La visión de ti mismo condiciona tus elecciones. Tu mundo interior condiciona tu manera de actuar, de sentir, de pensar.
En este sentido, lo cierto es que tenemos menos control del que nos gustaría sobre nuestros pensamientos; por otro lado, no es menos cierto que tenemos más del que utilizamos.
No obstante, sí tenemos una enorme capacidad de control sobre nuestros actos, y solo actuando podremos crear una vida rica, plena y llena de sentido. En conclusión, puedes escapar de la trampa que te pone tu mente, está en tus manos asumir la gestión de tu mundo interior.
«Sal de tu mente, entra en tu vida».
-Steven Hayes-
Desde la psicología humanista, enmarcada en el ámbito de las terapias contextuales, se establece un contexto idóneo para el trabajo personal. En esta línea, puedes aprender a enfrentar de manera satisfactoria aquellas situaciones complicadas que acontecen.
Supone incrementar la consciencia sobre ti mismo. El objetivo es dejar a un lado esa visión sesgada sobre de ti mismo construida por tu mente y las dinámicas que de ella se derivan. Implica además ir de la mano de la aceptación como el primer paso de un proceso más amplio y profundo.
Concretamente, desde ACT, se sugiere que la dinámica natural de la mente a nivel cognitivo conduce de modo natural a un sufrimiento psicológico. No es que tu tengas un defecto, es solo que tu mente está haciendo su trabajo, aquello para lo que evolucionó. Por suerte, esta terapia puede decirte cómo adaptarte a dicho funcionamiento.
Rocío García Garzón
Pensamientos, imágenes mentales, recuerdos, deseos, sensaciones físicas y emociones, constituyen tu mundo interior, y normalmente son los que tienen mayor influencia en tu conducta.
A través de dichos elementos adoptas una perspectiva ante el mundo y construyes la visión de ti mismo, son las gafas a través de las cuales ves la realidad, que en definitiva no es más que tu propia realidad.
Hablamos de que se produce una fusión cognitiva entre estos y aquello que te sucede. Esto es, todos estos productos internos de tu mente y aquello a lo que se refieren, se mezclan.
Entras así en una espiral que hace que vivas tus experiencias internas como si fueran reales, importantes y posibles amenazas.
Así, podemos reaccionar a las palabras de una novela de suspense como si alguien estuviera a punto de ser asesinado, o a la afirmación de «voy a fracasar» como si el fracaso fuera un resultado inevitable.
«Matrix te posee. Tú te crees dueño de tu vida, de tus acciones, de todas esas pequeñas o grandes cosas que haces cada día, pero… ¿Cómo podrías demostrar que todo esto no es una ilusión? ¿Nunca has tenido un sueño que pareciera muy real? ¿Cómo sabrías entonces diferenciar sueño de realidad? El hacer creer que se vive una existencia normal es un poder muy grande, una forma de control terrible».
-Laurence Fishburne. Morfeo-
La visión de ti mismo cuando sales de tu mente
La visión de ti mismo condiciona tus elecciones. Tu mundo interior condiciona tu manera de actuar, de sentir, de pensar.
En este sentido, lo cierto es que tenemos menos control del que nos gustaría sobre nuestros pensamientos; por otro lado, no es menos cierto que tenemos más del que utilizamos.
No obstante, sí tenemos una enorme capacidad de control sobre nuestros actos, y solo actuando podremos crear una vida rica, plena y llena de sentido. En conclusión, puedes escapar de la trampa que te pone tu mente, está en tus manos asumir la gestión de tu mundo interior.
«Sal de tu mente, entra en tu vida».
-Steven Hayes-
Desde la psicología humanista, enmarcada en el ámbito de las terapias contextuales, se establece un contexto idóneo para el trabajo personal. En esta línea, puedes aprender a enfrentar de manera satisfactoria aquellas situaciones complicadas que acontecen.
Supone incrementar la consciencia sobre ti mismo. El objetivo es dejar a un lado esa visión sesgada sobre de ti mismo construida por tu mente y las dinámicas que de ella se derivan. Implica además ir de la mano de la aceptación como el primer paso de un proceso más amplio y profundo.
Concretamente, desde ACT, se sugiere que la dinámica natural de la mente a nivel cognitivo conduce de modo natural a un sufrimiento psicológico. No es que tu tengas un defecto, es solo que tu mente está haciendo su trabajo, aquello para lo que evolucionó. Por suerte, esta terapia puede decirte cómo adaptarte a dicho funcionamiento.
Rocío García Garzón
jueves, noviembre 14, 2019
miércoles, noviembre 13, 2019
martes, noviembre 12, 2019
lunes, noviembre 11, 2019
domingo, noviembre 10, 2019
¿CÓMO LIMPIAR LA CASA DE ENERGÍAS NEGATIVAS?
Muchas veces asociamos ciertas energías
en nuestra casa con algo paranormal, pero a veces son realmente las
energías negativas que se han acumulado con el tiempo.
No
olvides que la mente es una de nuestras grandes herramientas que es
menos explorada, y que debemos utilizar para nuestro beneficio.
Limpieza con Velas
Necesitamos
una vela de color blanco, no tiene que ser una vela grande que tarda
mucho en consumirse simplemente con una pequeña vela servirá, lo
importante es que dejes consumir completamente la vela (y no apagarla).
Tres varitas de incienso del de tu preferencia.
Procedimiento:
- Abrir todas las ventanas de la casa y dejar que corra el aire. Dejar así las ventanas por unos 10 minutos.
- Después cerraremos de nuevo todas las ventanas de la casa.
- Encender la vela blanca en un lugar donde no se corra el riesgo de provocar un incienso.
- Encendemos las varitas de incienso y pasearse por todos los lugares de la casa, si aún no se consumen las varitas de incienso colocarlas en una maceta en el jardín.
- Por ultimo dejar que la vela blanca se consuma entera y cuando no quede nada tirar esos restos lo más lejos de la casa.
Tu
casa es tu monasterio, el lugar donde te sientes a gusto, descansas,
sueñas y amas. Tu refugio. Una extensión de tu cuerpo. Por ello, debes
mantener en ella la paz, la tranquilidad y la armonía. Sin embargo, la
limpieza y el orden son igual de importantes. Y, en este caso, hablamos
de vibraciones negativas.
Una casa
desordenada y caótica es el reflejo de la mente de la persona que vive
en ella. De una forma regular debemos tirar papeles viejos, cajas
estropeadas, sanear los armarios y donar aquella ropa que ya no nos
sirve.
Tendemos
a acumular y, curiosamente, no percibimos esta actitud hasta que un día
nos sorprendemos de cuantas cosas guardamos que ya no forman parte de
nuestras vidas.
Deshacernos de cosas
Tirar
las flores marchitas y quemar las velas que están a medias y, si
conservas figuras de santos o marcos de fotos que están rotos o enseres
parecidos, deshaceros de ellos, también.
Las
figuras de los santos las puedes dejar en la iglesia más cercana si
piensas que el contenedor no es el mejor lugar donde depositarlas.
Digamos, que las cosas rotas atraen malas vibras, aparte que su uso,
lógicamente, ha llegado a su fin.
Mover
los muebles es también un ejercicio muy recomendable. Ordenando,
nuestra mente viaja y crea nuevas ideas y reubicando los muebles, le
damos movimiento a nuestra existencia. Promovemos cambios, renacemos.
Las
vibraciones que se han ido acumulando por la tensión, el estrés, la
ira, la desesperanza, los problemas nuestros y ajenos, las disputas y /o
fricciones en la casa, etc., se depositan entre las paredes y suponen
un peso que no nos permiten avanzar en todos los aspectos.
Plantas y animales
La
energía negativa suele posarse en las plantas y los animales, que la
absorben como esponjas. De todos es sabido, que los gatos se ubican allí
donde se acumulan estas malas energías. A veces, puede darse el caso
que adelgace o enferme, aunque los más corriente son las afecciones en
la piel.
En general, los animales de
pelo, mediatizan las malas vibraciones. Por ello cuando estamos tristes,
cansados, irritados deberíamos abstenernos de pegarnos a ellos porque,
sin querer, los «cargamos» de nuestros problemas, energéticamente
hablando.
Si observamos que tenemos
los animales caseros tristes o apagados deberemos acudir al veterinario
y, posteriormente, limpiar a fondo nuestra vivienda.
Vaso con agua
Una
forma muy sencilla, para aquellas personas que no tienen animales, de
saber dónde están localizadas estas energías es colocar un vaso de agua, durante toda una noche, en diferentes habitaciones, siempre debajo de los muebles. Preferiblemente en las esquinas.
Si
a la mañana siguiente observamos que el color del agua se ha oscurecido
o el agua tiene muchas burbujas, sabremos, con certeza, que esa zona
está cargada. Procederemos a limpiar la zona quemando en un cenicero o
un recipiente parecido hojas secas de romero, laurel, ruda o piedras de
mirra.
Si
quieres una llama más fuerte, con mucho cuidado echar encima un
chorrito de alcohol y encender el fuego siempre con cerillas.Y
aprovechando, podemos limpiar toda la casa. Sólo nos tomará unos
minutos.
Manteniendo todas las
ventanas cerradas, cogeremos el recipiente y caminaremos de espaldas,
partiendo de la habitación más alejada de la entrada principal, dejando
que el sahumerio se lleve todo lo negativo desde el fondo de las
habitaciones hacia fuera y así hasta llegar a la puerta de la casa.
Depositaremos
el recipiente en el suelo y dejaremos que se acabe de quemar. Una vez
el fuego se haya extinguido, tiraremos su contenido al servicio y
tiraremos tres veces de la cadena. Y abriremos, una tras otra, todas las
ventanas. Así nuestra casa tendrá otro aire.
Espejo Pakua
Un
objeto recomendado para limpiar las malas energías de la casa es un
espejo Bakua o Pakua (son unos espejos que nos ayudarán a protegernos de
las malas vibraciones). El espejo PA Kua o Ba Gua Protección contra
influencias negativas del exterior.
Está
compuesto por una forma geométrica sagrada que es el octógono, con
trigramas ,que son poderosos símbolos del I Ching y un espejo. El Espejo
plano devuelve la energía negativa a su origen y favorece la entrada de
Shen Chi , buena energía.
El espejo
convexo (curva hacia afuera) refleja y dispersa la energía negativa, el
Sha Chi. Lo importante no radica en la forma del espejo sino en los
trigramas que lo acompañan. Su uso únicamente en el exterior de la casa ,
nunca en interiores.
Se
coloca en la puerta de un hogar o comercio, en la parte superior de la
misma. Como protección en el interior de una vivienda se pueden utilizar
monedas con los trigramas del Pa Kua , los doce signos del horóscopo
chino y el símbolo del Yin-Yang.
Todos
los objetos tienen “vida”, no sólo por la vitalidad de los materiales
con los que se encuentran compuestos, sino también porque absorben las
energías de las personas que los han poseído, es como si acarrearan un
historial energético y al tenerlos nosotros e incorporarlos en nuestros
hogares, esta energía se suma a la que ya existe en el lugar.
Objetos nocivos en la casa
Vamos
a analizar algunos de los objetos más nocivos que pueden estar cargados
de malas vibraciones, por lo cual no es conveniente tenerlos en los
lugares en donde vivimos:
- Animales disecados: Es mejor no tenerlos. A pesar de que mucha gente los encuentras muy atractivos como objeto de decoración, los animales disecados contienen una carga muy elevada de energía negativa, puesto que los cuerpos de estos animales no se pudo reintegrar a la naturaleza después de muertos, porque el proceso de descomposición del cuerpo fue interrumpido de forma artificial por un proceso químico.
- Objetos que no nos agradan que nos han regalado como herencia: Es muy común que en algún momento de nuestra vida recibamos objetos que no son de nuestro agrado, que nunca los pedimos pero sentimos una especie de “obligación moral” de conservarlos. Lo mejor es regalarlos o donarlos, para que la energía de nuestro hogar se renueve.
- Objetos rotos que seguimos usando: Frecuentemente seguimos usando objetos rotos, como vasos, platos, etc, que se encuentran rotos y por un tema de “cariño” hacia ellos, no nos atrevemos a deshacernos de los mismos. Los objetos rotos han perdido su integridad energética y lo mejor es no conservarlos, y mucho menos seguirlos usando. No se rodee de objetos destruidos, llene su hogar de elementos sanos y con buena energía.
- No conserve espejos rotos: Si bien se rompe un espejo, debe ser envuelto en una bolsa de color negro y sacado inmediatamente del hogar, los espejos rotos acarrean mala suerte, malas vibraciones y jamás se deben seguir usando si se han roto. No los guarde tampoco en un lugar que no lo vea, directamente se tiene que deshacer de él.
- Coleccionar caracoles de mar: Los caracoles de mar son muy bonitos, pero son “objetos” con malas vibraciones al usarlos como adornos en nuestros ambientes, ya que son esqueletos de animales muertos y acumulan energía estancada.
- Flores que se han marchitado: Cuando las flores se marchitan, dejan de transmitir energía vital, cuando esto sucede es mejor reemplazarlas por otras flores frescas.
sábado, noviembre 09, 2019
¿DAS PARA RECIBIR ALGO A CAMBIO?
Todos hemos escuchado: “Mientras más
das, más recibes”. Pero quizá ya lo has intentado y te has dado cuenta
que los resultados son muy decepcionantes. ¿Das y das sólo para darte
cuenta de que no recibes nada a cambio? Si es así, entonces en muy
probable que el problema esté en la forma en la que das.
La
Kabbalah enseña que de hecho existe un método específico a través del
cual cada acción dadora que realizamos o cualquier Luz que revelamos
puede expandirse exponencialmente.
La
única forma para hacer que cualquier cantidad de Luz que revelemos cree
incluso más Luz es olvidando nuestras acciones positivas.
La
mayoría de nosotros tenemos la tendencia a aferrarnos a las buenas
acciones que hemos realizado: ¡Mira qué genial soy! Dono el 10% de mi
ingreso mensual a la caridad, me quedo despierto toda la noche
consolando a mi amiga que está triste, entrego todo mi domingo para ser
voluntario en esta causa o en aquella, etc.…
Y
luego, cuando estamos molestos con alguien o cuando ocurre algo en
nuestra vida por lo cual no estamos contentos, pensamos: “¡Realicé esta
gran acción espiritual! Siendo de esta manera y con todo lo que he
hecho, ¿Cómo puede ocurrirme esto? O ¿cómo pueden hacerme esto?”.
Llevamos una buena contabilidad aferrándonos a todo el bien que hemos
hecho.
Pero la Kabbalah
enseña que si nos aferramos a lo que hemos hecho, si nos aferramos a lo
que hemos revelado, eso no crecerá. De hecho, la Kabbalah nos dice que
cada chispa de Luz que revelamos está destinada a expandirse
exponencialmente, pero sólo si la dejamos ir, sólo si nos olvidamos de
ella. Como puedes ver: dar es sólo una pequeña parte del proceso, porque
recibimos únicamente cuando nos olvidamos de aquello que hemos dado.
Existe
una historia de un hombre que asumió el cavar pozos para las personas
como el trabajo de su vida. Él tenía cierto don para entender dónde
cavar y encontrar agua. Si había una ciudad o una villa en la que no
tuviesen agua, él hombre iba, encontraba agua y cavaba un pozo que le
permitía beber a incontables personas. El hombre no pedía nada a cambio,
ni siquiera reconocimiento. Él cavaba el pozo y se olvidaba de ello.
Un
día, la hija de este hombre estaba caminando cerca de un río en el cual
cayó y se ahogó. En el pueblo vivía un gran sabio en aquélla época y
todas las personas corrieron a él para contarle lo que le había ocurrido
a la niña. La respuesta del sabio fue: “No, imposible. Eso no puede
ser”, no es posible que la hija de este hombre que ha trabajado durante
toda su vida creando pozos de agua para las personas muera en el agua.
Mientras
decía esas palabras, las personas del pueblo repentinamente comenzaron a
gritar que la hija del excavador de pozos había vuelto a la vida
milagrosamente. Esta es una historia increíble; un milagro.
Si
una persona quiere tener el poder de los milagros para sí mismo, para
su familia y para el mundo, tiene que permitir que su Luz crezca. Pero
la única forma en la que la Luz puede crecer es si la dejas ir.
La
razón por la cual ocurrió este milagro es porque el hombre que estaba
cavando los pozos para las personas nunca se aferró a sus acciones
positivas y por ende, creó un “banco” de milagros, por así decirlo. Así
pues, cuando se necesitaba un milagro para su hija, el milagro ya estaba
en el “banco”.
Muchos de nosotros
realizamos acciones de compartir, pero eso no es suficiente para crear
un “banco” de milagros. Al igual que excavador de pozos, nosotros
tenemos que dejar ir nuestras acciones. Tenemos que olvidarnos de todo
el bien que hemos hecho. Sólo así tendremos el poder para crear
increíbles milagros. Sólo así podemos recibir lo que damos.
Cuando
compartimos y realizamos acciones positivas con esta conciencia de
olvidarnos de ellas, obtendremos de vuelta lo que estamos dando. Sin
embargo, es importante saber que puede que esto tome tiempo, puede que
no recibamos las mismas cosas que damos y puede que provengan de
diferentes personas… Pero sí regresarán a nosotros; es una ley
universal: si dejamos ir cuando damos, regresará a nosotros.
Intenta
no esperar una recompensa o reconocimiento cuando das. Si realmente
necesitas sentir que obtuviste algo por lo que hiciste, intenta
alegrarte sabiendo que tu acción regresará a ti en algún punto y de
algún modo… sin importar cuánto te hayas olvidado de ello.
Fuente: Centro de Kabbalah Internacional
viernes, noviembre 08, 2019
Ya has aprendido a ser fuerte, ahora te toca ser feliz
Al final, llega un momento en que lo logras: aprendes a ser fuerte. La vida es maestra en este sentido y te enseña de varias formas a edificar una actitud incombustible. Entonces, te dices a ti mismo que vas a poder con todo, que tienes recursos para afrontar cualquier tipo de adversidad… Pero quizá, te estás olvidando de lo más importante: de que el tiempo no es solo un medio para lograr metas futuras, que ahora también te toca ser feliz.
La felicidad no está en otro lugar; está en este, aquí mismo. La persona feliz no posterga su felicidad; la vida acontece ahora, siendo incertidumbre lo que vendrá después. Estas palabras del poeta Walt Whitman no pueden ser más acertadas e inspiradoras.
Sin embargo, para quien acaba de pasar por una época complicada, no es nada fácil aplicar este consejo. No lo es, en primer lugar, porque cuando pasamos momentos difíciles nos cuesta mucho situar la mirada en el presente.
Además, caminamos por el mundo a la defensiva, cuidando de que nada de lo sucedido con anterioridad vuelva a ocurrir. Ponemos la mirada en el retrovisor de nuestra memoria, repasando el ayer, intentando obtener cuantos más aprendizajes mejor para estar preparados, por lo que pueda pasar.
Si has pasado por un episodio negativo, complejo o traumático, no te obsesiones con ser fuerte: piensa en ser flexible. La tentación de ponerte a la defensiva puede ser muy grande, la de protegerte para que nada levante la postilla donde hubo herida.
«El que vence a los demás es fuerte; el que se vence a sí mismo es poderoso».
-Lao Tse-
Sin embargo, para quien acaba de pasar por una época complicada, no es nada fácil aplicar este consejo. No lo es, en primer lugar, porque cuando pasamos momentos difíciles nos cuesta mucho situar la mirada en el presente.
Además, caminamos por el mundo a la defensiva, cuidando de que nada de lo sucedido con anterioridad vuelva a ocurrir. Ponemos la mirada en el retrovisor de nuestra memoria, repasando el ayer, intentando obtener cuantos más aprendizajes mejor para estar preparados, por lo que pueda pasar.
Si has pasado por un episodio negativo, complejo o traumático, no te obsesiones con ser fuerte: piensa en ser flexible. La tentación de ponerte a la defensiva puede ser muy grande, la de protegerte para que nada levante la postilla donde hubo herida.
«El que vence a los demás es fuerte; el que se vence a sí mismo es poderoso».
-Lao Tse-
Has aprendido a ser fuerte, pero ahora te toca ser feliz
El equilibrio cotidiano enseña, como enseñan nuestras vivencias, relaciones, cada cosa que leemos y lo que descubrimos a cada instante. Sin embargo, hay un hecho en el que conviene profundizar: las personas que han pasado por un hecho traumático no siempre saben darse nuevas oportunidades para alcanzar la felicidad. Es como si salieran todos los días con un paraguas enorme, aunque nada anuncie que vaya a llover.
Decía Antístenes, filósofo griego y fundador de la escuela cínica, que uno de nuestros propósitos debe ser hacer de nuestra alma una fortaleza inexpugnable. Ahora bien, ¿de qué nos sirve convertirnos en un muro regio e infranqueable? La luz rara vez pasa por una pared de piedra, nada se ve a través de ella y, lo que es peor, su entrada es infranqueable para aquellos que deseen conocernos.
Por tanto, quien se obsesiona con desarrollar una personalidad fuerte. a menudo lo que consigue es vivir siempre a la defensiva, por el miedo a ser nuevamente heridos. No es la mejor estrategia. Porque la felicidad no armoniza con el miedo ni con quien acumula un exceso de mecanismos de defensa.
El equilibrio cotidiano enseña, como enseñan nuestras vivencias, relaciones, cada cosa que leemos y lo que descubrimos a cada instante. Sin embargo, hay un hecho en el que conviene profundizar: las personas que han pasado por un hecho traumático no siempre saben darse nuevas oportunidades para alcanzar la felicidad. Es como si salieran todos los días con un paraguas enorme, aunque nada anuncie que vaya a llover.
Decía Antístenes, filósofo griego y fundador de la escuela cínica, que uno de nuestros propósitos debe ser hacer de nuestra alma una fortaleza inexpugnable. Ahora bien, ¿de qué nos sirve convertirnos en un muro regio e infranqueable? La luz rara vez pasa por una pared de piedra, nada se ve a través de ella y, lo que es peor, su entrada es infranqueable para aquellos que deseen conocernos.
Por tanto, quien se obsesiona con desarrollar una personalidad fuerte. a menudo lo que consigue es vivir siempre a la defensiva, por el miedo a ser nuevamente heridos. No es la mejor estrategia. Porque la felicidad no armoniza con el miedo ni con quien acumula un exceso de mecanismos de defensa.
Puedes ser feliz: ahora sabes cuáles son tus prioridades vitales
Desde que Martin Seligman asentara las bases de la psicología positiva en los años 90, las cosas no han cambiado demasiado. Seguimos siendo testigos de ese florecimiento de las publicaciones en materia de autoayuda para enseñarnos a ser felices. Abundan las caras a amarillas sonrientes y esos gurús que prometen darnos las claves para realizarnos como seres humanos.
Quien ha pasado por hechos complicados y hasta traumáticos no siempre obtiene ayuda de estos libros o manuales. Expertos en el tema, como los psicólogos Jerome Wakefield de la Universidad de Nueva York y Allan Horwitz de la Universidad Rutgers, escribieron un libro titulado La pérdida de la tristeza. Aquí nos hablan precisamente de aspectos muy interesantes relacionados con este tema.
Un ejemplo. A día de hoy se prioriza en exceso la obligación de «ser feliz». Tanto es así que estos expertos señalan que estamos desvirtuando y dejando al lado de nuestro repertorio emocional, realidades como la angustia, el miedo o la tristeza. Así, quien ha pasado por la adversidad, acumula en mayor grado esos estados internos. ¿Cómo ser feliz entonces? ¿Qué pueden hacer estas personas para alcanzar el bienestar?
Lo crean o no estas personas tienen una ventaja muy particular. Quien no ha pasado dificultades vitales, a menudo, fantasea con la felicidad en términos algo idealistas (tener una pareja perfecta, lograr un gran trabajo, hacer un viaje increíble…). Sin embargo, quienes han aprendido a ser fuertes, valoran aspectos mucho más básicos: la calma, el equilibrio, el cariño de las personas amadas, estar bien con uno mismo…
Todas esas dimensiones edifican en realidad, los pilares de la auténtica felicidad.
Desde que Martin Seligman asentara las bases de la psicología positiva en los años 90, las cosas no han cambiado demasiado. Seguimos siendo testigos de ese florecimiento de las publicaciones en materia de autoayuda para enseñarnos a ser felices. Abundan las caras a amarillas sonrientes y esos gurús que prometen darnos las claves para realizarnos como seres humanos.
Quien ha pasado por hechos complicados y hasta traumáticos no siempre obtiene ayuda de estos libros o manuales. Expertos en el tema, como los psicólogos Jerome Wakefield de la Universidad de Nueva York y Allan Horwitz de la Universidad Rutgers, escribieron un libro titulado La pérdida de la tristeza. Aquí nos hablan precisamente de aspectos muy interesantes relacionados con este tema.
Un ejemplo. A día de hoy se prioriza en exceso la obligación de «ser feliz». Tanto es así que estos expertos señalan que estamos desvirtuando y dejando al lado de nuestro repertorio emocional, realidades como la angustia, el miedo o la tristeza. Así, quien ha pasado por la adversidad, acumula en mayor grado esos estados internos. ¿Cómo ser feliz entonces? ¿Qué pueden hacer estas personas para alcanzar el bienestar?
Lo crean o no estas personas tienen una ventaja muy particular. Quien no ha pasado dificultades vitales, a menudo, fantasea con la felicidad en términos algo idealistas (tener una pareja perfecta, lograr un gran trabajo, hacer un viaje increíble…). Sin embargo, quienes han aprendido a ser fuertes, valoran aspectos mucho más básicos: la calma, el equilibrio, el cariño de las personas amadas, estar bien con uno mismo…
Todas esas dimensiones edifican en realidad, los pilares de la auténtica felicidad.
Las clave del bienestar en realidad es la combinación inteligente de muchas claves
La vida te ha hecho fuerte y, ahora, te toca ser feliz. Has pasado por diferentes tormentas, por cambios de sentido a veces bruscos en tu recorrido vital. Y en efecto, mírate, te has convertido en alguien que sabe ser fuerte como el grafeno.
Sin embargo, a ese material del que ahora te revistes, debes añadirle otras aleaciones y propiedades. Una de ellas es la flexibilidad, otra la de ser receptivo, aceptar el cambio, y trabajar tu apertura hacia lo que te rodea para seguir encontrándote y encontrando aquello que va contigo.
Ahora bien, en medio de ese sendero existe una clave que te permitirá trabajar en tu felicidad. Ese componente es quizá el más importante y, de él, ya nos habló en su día Viktor E. Frankl en su célebre libro El hombre en busca de sentido. Nos referimos, cómo no, a hallar un propósito a nuestra vida.
Es darle un significado, una fuerza motivadora e intrínseca que encienda nuestras ilusiones. Ese motor interno debe impulsarnos cada mañana a seguir superándonos, a marcar metas en el horizonte tomado como base lo que nos es significativo. Trabajemos en ello.
Valeria Sabater
La vida te ha hecho fuerte y, ahora, te toca ser feliz. Has pasado por diferentes tormentas, por cambios de sentido a veces bruscos en tu recorrido vital. Y en efecto, mírate, te has convertido en alguien que sabe ser fuerte como el grafeno.
Sin embargo, a ese material del que ahora te revistes, debes añadirle otras aleaciones y propiedades. Una de ellas es la flexibilidad, otra la de ser receptivo, aceptar el cambio, y trabajar tu apertura hacia lo que te rodea para seguir encontrándote y encontrando aquello que va contigo.
Ahora bien, en medio de ese sendero existe una clave que te permitirá trabajar en tu felicidad. Ese componente es quizá el más importante y, de él, ya nos habló en su día Viktor E. Frankl en su célebre libro El hombre en busca de sentido. Nos referimos, cómo no, a hallar un propósito a nuestra vida.
Es darle un significado, una fuerza motivadora e intrínseca que encienda nuestras ilusiones. Ese motor interno debe impulsarnos cada mañana a seguir superándonos, a marcar metas en el horizonte tomado como base lo que nos es significativo. Trabajemos en ello.
Valeria Sabater
jueves, noviembre 07, 2019
miércoles, noviembre 06, 2019
Las 8 técnicas principales de la meditación
La meditación es solo eso: concentrarse en el aquí y ahora
, sin ansiedades, preocupaciones y pensamientos innecesarios. Meditar
significa disfrutar del momento presente y disciplinar la mente para
separarse de su “piloto automático” para contemplar lo que nos rodea y sentir todas las sensaciones que recorren nuestro cuerpo en el presente.
Muchos tienen una idea distorsionada de la meditación y por esta razón quiero aclarar qué es la meditación antes de comenzar, para desacreditar los mitos más comunes y las expectativas equivocadas:
- La meditación no es una práctica religiosa : Aunque se ha utilizado durante miles de años en varios rituales religiosos y es similar a la oración en muchos aspectos, la meditación nace mucho antes que las religiones, y la práctica de la meditación en sí misma no está relacionada de ninguna manera con los rituales sagrados. El único punto en común es el redescubrimiento de la propia espiritualidad , incluso si está totalmente separado del aspecto religioso.
- La meditación no es un método para inducir visiones místicas o darnos superpoderes: No importa cuán fascinantes sean las historias de los maestros que lograron alcanzar la iluminación (en primer lugar, la del Buda, que alcanzó el Nirvana), son efectos que solo se pueden alcanzar después de mucha práctica y en cualquier caso no garantizado. La meditación no debe abordarse en absoluto al esperar ser hipnotizada o poder levitar en el aire, porque esto no haría nada más que enojarse y desviarse del verdadero propósito, haciendo que nuestros intentos de meditar sean inútiles.
- La meditación no es una práctica ocasional : Para poder ver los primeros resultados es muy importante ser coherente y meditar todos los días, incluso durante unos minutos, sin saltarse nunca la meditación diaria. La paciencia y la perseverancia siempre tendrán que acompañarlo, y le garantizo que los resultados llegarán recompensando su espera.
Nunca nos cansaremos de repetir cuánto la meditación beneficia a todo nuestro ser. Cada uno de nosotros debe aprender a meditar para
regenerar cuerpo, mente y espíritu, aprendiendo a enfrentar los cambios
y las adversidades que surgen en nuestras vidas con más serenidad.
Sin embargo, muy a menudo aquellos que deciden acercarse a este mundo
desisten incluso antes de comenzar, confundidos y desconcertados por la
gran cantidad de técnicas de meditación que existen hoy en día.
De hecho, no hay una sola forma de meditar, a lo largo de los siglos, se han desarrollado docenas de métodos y prácticas, entre los cuales es realmente difícil encontrar la manera de encontrar el camino correcto para nuestra personalidad y nuestras actitudes.
No solo algunos tipos de meditación van en una dirección totalmente opuesta a otras, recomendando técnicas antipodales (moverse o quedarse quieto, contemplar o externalizar, etc.) para alcanzar el mismo resultado final. La pregunta que hacen todos los principiantes es, por lo tanto, siempre la misma: ¿cuál es la técnica de meditación que más me conviene?
Hemos escrito esta mini guía
específicamente para aclarar esta duda y proporcionar a los indecisos
una idea general de los tipos más comunes de meditación, sus
características principales y sus orígenes. Esperamos que lo ayude a
encontrar el camino de la maraña de meditaciones existentes y le brinde los primeros auxilios para encontrar el que mejor se adapte a su personalidad y sus objetivos.
Las 8 técnicas de meditación más comunes
1- Meditación Zen (Zazen)
La meditación Zen o Zazen es la clásica meditación budista sentada a la que todos asociamos el concepto de meditación. Fue concebido en el siglo VI dC por un monje indio y se practica sentado con las piernas cruzadas. El enfoque de esta meditación está representado por la respiración y la estática: es necesario enfocarse para permanecer siempre en el presente con la mente.
Sus beneficios son una mayor conciencia, capacidad de observación y autocontrol.
2-Meditación Trascendental
La meditación trascendental es una técnica de meditación que se practica a través de la recitación de un mantra. Fue concebido por Maharishi Mahesh Yogi en India en 1955 y se introdujo en Occidente a finales de los años 60.
Para practicarlo, debes encontrar el mantra más adecuado para ti y recitarlo con los ojos cerrados durante una cierta cantidad de tiempo cada día.
Sus beneficios son una armonía renovada con nuestro ser y con todo el mundo que nos rodea, así como una sensación de tranquilidad y paz interior que nos impregna recitando nuestro mantra.
3-Meditación Vipassana
Vipassana se deriva de la “visión” y sus orígenes se remontan al siglo VI a. C. La práctica tiene sus raíces en el budismo y también se conoce como “meditación consciente” , basada precisamente en la conciencia de nuestra respiración. Practique enfocar toda la atención en un objeto, material o inmaterial, y en sus movimientos.
Nos permite elevar nuestra espiritualidad a una etapa superior, de la cual deriva una nueva visión de la vida que está mucho más iluminada.
4-Meditación Mindfulness
La atención plena es una rama de la meditación vipassana, desarrollada alrededor de los años 70 para “occidentalizar”
sus conceptos. La atención plena se basa en tres conceptos clave:
observar y no juzgar, el aquí y ahora (concentrándose en el presente) y
la transparencia emocional (analizar nuestras acciones sin
preconceptos).
Sus beneficios son la eliminación del dolor a través de la conciencia y la aceptación total de nosotros mismos.
5-Ho’oponopono
El nombre Ho oponopono identifica una técnica de curación hawaiana de
orígenes antiguos, que con el tiempo se ha convertido en un tipo de
meditación. Similar a la meditación trascendental, uno practica recitar
un mantra (que en este caso es solo uno) y se usa para
curar heridas internas, ejercer el arte del perdón y recuperar la
armonía con el alma.
6-Caminata de meditación
La caminata de meditación fue concebida por el propio Buda
durante sus cuarenta años de despertar, mientras caminaba descalzo por
las diversas regiones de la India. Esta meditación, como su nombre
indica, se practica al caminar
y nos permite vaciar nuestra mente de pensamientos innecesarios durante
el movimiento físico del cuerpo, lo que nos ayuda a llegar a nuestro
destino con una mente mucho más clara que el punto de partida. Sirve
para disciplinar la mente, reorganizar los pensamientos y ayudarnos a encontrar la paz en nuestro movimiento diario.
7-Meditación Kundalini
Esta es una técnica de meditación muy compleja, cuyo objetivo final es despertar la energía kundalini, que es una forma de energía envuelta en una espiral en la base de nuestra columna vertebral. Cada sesión de kundalini se centra en un chakra específico y tiene como objetivo despertar o acentuar sus beneficios.
Al despertar la energía kundalini, uno alcanza la plena realización personal y una alegría profunda que fluye desde nuestro ser.
8-Meditación Dinámica
La meditación dinámica es parte de las técnicas de meditación activa desarrolladas por el maestro Osho y es el tipo de meditación que requiere más movimiento y expresión:
de hecho, se practica dejando que nuestras emociones y nuestro cuerpo
se liberen, bailando y externalizando nuestros pensamientos con
irreverencia. El objetivo final es explotar el movimiento y el frenesí
para canalizar mejor los sentimientos que nos invaden y, como efecto
secundario, apreciar mejor el silencio y la calma.
Ahora
que le hemos proporcionado una primera indicación de los diferentes
tipos de meditación y técnicas de meditación, todo lo que tiene que
hacer es investigar qué es lo que más le interesa y despierta su curiosidad: nuestro consejo es comenzar siempre con un ejercicio de meditación guiada
para comenzar a sumergir su mente en el proceso de meditación, para
luego dedicarse a practicar la técnica de meditación con la que se
sienta más relacionado.
Fuente: Serena Poli y Kira Vanini
martes, noviembre 05, 2019
lunes, noviembre 04, 2019
domingo, noviembre 03, 2019
El engaño de vivir mi vida sin mí
Como cada mañana mi vida se reinicia. Tras correr un poco por el paseo marítimo, me meto en la ducha y enciendo el grifo de agua fría. Me quedo cinco minutos mientras el agua helada me resbala por la cara y recorre todo mi cuerpo. Dejo la marca de mis pies mojados en la alfombra, y cuido de que no caiga una gota fuera.
Pulso el botón del extractor y mientras mi figura se refleja poco a poco a modo de ensueño en el círculo del espejo enmarcado por el vaho, intento reconocerme en una imagen que siempre me resulta ajena. Dejo resbalar y extiendo el aceite lentamente entre las gotas de agua dibujadas en mi piel, sin olvidar un solo centímetro, desde los dedos de los pies hasta las orejas.
Mi figura se refleja poco a poco a modo de ensueño
Después paso al maquillaje, siguiendo los pasos en el orden perfecto, como si estuviera pintando un cuadro único a subasta. Primero el rostro, para ir centrándome en los ojos con la misma expresión de vida que un Modigliani, resaltando la forma almendrada de los mismos, esculpiendo mis pestañas hasta el infinito y mas allá.
Siempre acabo en la boca, carnosa y bien definida, con el carmín que mas resalte y desafíe la luz del día y la estación. Peinado y ralla al milímetro en el lado derecho, mechón de pelo recogido detrás de la oreja. Termino cepillándome los dientes, hilo dental y enjuague durante cinco minutos.
El punto final, dos pulverizaciones de mi perfume favorito en cada oreja, una en cada muñeca, otra entre los muslos.
«La esencia de la inmoralidad es la tendencia de hacer una excepción conmigo mismo»
-Jane Addams-
Camino a la habitación aún desnuda y descalza por el parquet, haciendo el mismo ruido que hace mi gato al marcar el paso. Abro el armario y observo mi colección en su mayoría aún etiquetada. Escojo la ropa interior, siempre combinada, y dejo caer suavemente la indumentaria sobre mi piel aún brillante y húmeda.
Abro la nevera y hago un zumo de verduras y frutas de estación, bebo un poco y caliento una taza de té verde. Elijo un par de zapatos de tacón alto, me pongo uno de los anillos de mi colección de esmeraldas en el dedo corazón de la mano izquierda. Me desagrada verlo combinado con el de casada en la mano derecha.
Cojo mi maletín, bajo al parking, me siento en la burbuja perfumada y brillante de mi bentley azul marino, doy al play, suena “Barcarolle” de Offenbach y me dirijo un día más al despacho. A veces antes de salir olvido leer la nota de mi marido me deja cada mañana. Si es el caso, llamo a la chica de la limpieza para que la abra, quiero que cuando llegue no la encuentre cerrada. He sido despistada toda mi vida, hasta en los detalles tontos, incluso en los detalles importantes.
Cuando entro en la oficina pongo mi vida encima del reloj de la rutina
Llego a mi oficina, desde la recepción pasando por la fila de mesas que conducen a mi despacho, una escala de movimientos creciente sigue a cada uno de mis pasos: noto como cada trabajador se pone muy recto en su silla, con los rostros aún salpicados por ese tono que da la falta de sueño. Me saludan con una sonrisa en la que aprecio siempre tensión y miedo, eso me hace sentir poderosa y sentirlos miserables.
Mi jornada laboral debe de conducirse siempre del mismo modo, a mi manera, con mis ritmos, de una manera altamente eficaz y resolutiva con ningún margen de error, de lo contrario me altero y mi sangre fría entra en ebullición, incluso llego a despedir a algún trabajador.
«Casi todos nosotros buscamos la paz y libertad; pero pocos de nosotros tenemos el entusiasmo para tener los pensamientos, sentimientos y acciones que llevan a la paz y felicidad»
-Aldous Huxley-
Cuando llego a casa, me sirvo una copa de vino y me fumo un par de cigarros en la terraza, mientras observo las luces de los edificios más altos de la ciudad, por debajo del mío. Mi marido me busca y me abraza, siento nauseas cuando lo hace, estoy deseando que llegue el fin de semana en el que “por cuestiones de trabajo” me tenga que ausentar, para en realidad estar en brazos de mi amante.
Nada me hace sentir mal, absolutamente nada, sólo a veces cuando veo alguna persona sonreír algo se estremece en mi interior, porque no sé cuándo ni por qué olvidé ese gesto. A veces, como ahora, me pongo delante del espejo y ensayo una sonrisa, pero es entonces cuando más me derrumbo, porque no es mía, porque esa emoción resulta grotescamente triste.
Solo cuando veo a una persona sonreír, algo se estremece en mi interior
Porque al verme así, despersonalizada ante el espejo es cuando pienso que igual solo soy una bonita fachada rehabilitada que enmascara un edificio en ruinas, una fruta conservada artificialmente en una cámara, que al sacarla a la luz de descompone por falta de vida. Es solo ahora, cuando me descubro desnuda ante mí y ante quien quiera leerme cuando más vulnerable y frágil me siento.
Pero quiero que lo vean, quiero que lo sepan, quiero escribirlo, gritarlo, mañana nada mas entrar en la oficina – ¡Señores no soy nadie, estoy muerta, vivo mi vida sin mí!-. Quiero gritarlo, salir a la calle y abrazar a todo el que me encuentre e implorarles que me digan cómo hacen para ser felices.
Dos lágrimas, solo dos, ruedan por mis mejillas. Entonces, una espacie de calma me arropa, y me surge una pregunta que quizás puede también propiciar la respuesta del resto de interrogantes, ¿no es acaso éste el principio para encontrarme donde quiera que esté?
Y solo espero que mañana cuando me despierte mi coraza no se vuelva a cerrar del todo y siga engañándome, encerrándome maniatada dentro de mí misma. Como hasta ahora ha hecho, cautiva y ciega dentro de una existencia de postín, que me retuerce y daña, haciéndome olvidar todo lo que ahora, llorando les he escrito.
Inma Astorga Robles
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