Técnicas de meditación para principiantes

La meditación se ha popularizado en occidente. A medida que más y más personas se hacen conscientes de los beneficios que aporta la meditación diaria, el número que se muestra interesado en ella también lo hace. Hoy te traemos algunas técnicas de meditación para principiantes con las que podrás empezar a dar tus primeros pasos en este sentido.

 

 

Los beneficios de practicar regularmente la meditación son muchos. La reducción y manejo correcto del estrés, el desarrollo de la concentración, el aumento de la consciencia de uno mismo son solo algunos de ellos.

La meditación es también usada por muchas personas para desarrollar hábitos beneficiosos, como el estado de ánimo y visión positivos o la autodisciplina. Además, es muy eficaz para conseguir patrones de sueño saludables y mayor tolerancia al dolor.

Por todo esto, las técnicas de meditación para principiantes son una buena manera de entrar en un mundo tan amplio, haciéndolo más accesible y potenciando la motivación para incorporarla como rutina. 

Algunos fundamentos de la meditación

La meditación es una práctica que tiene muchas formas diferentes (polimórfica), lo que no quita que compartan algunos hilos. Todas las técnicas de meditación tienen como objetivo calmar la mente, de manera que los eventos diarios dejan de ser el punto de concentración.

De la misma manera, todas ellas se centran en el ahora, en el momento presente. Esto es lo que se conseguir con la experimentación del momento, sin capturarlo, dejándolo ir para vivir el siguiente. La idea es alejarse del nocivo hábito de pensar demasiado en el pasado o en el futuro.

Todas las técnicas de meditación para principiantes, y también las más avanzadas, aumentan la actividad en las áreas cerebrales vinculadas a los pensamientos y las emociones positivas. Además, los estudios no hacen testigos de un hecho: la práctica regular y prolongada de la meditación termina produciendo cambios positivos en los mismos planos.

Técnicas de meditación

Por norma general, las técnicas de meditación están divididas en dos grandes bloques. Las técnicas que se centran en la concentración y aquellas que no lo hacen. Las técnicas de concentración se enfocan en mantener la atención en un punto concreto, fuera de uno mismo.

Por el contrario, las técnicas que no se centran en la atención incluyen enfoques más amplios, como los estados internos del cuerpo o la propia respiración. A pesar de hacer la diferencia entre estas dos categorías, hay algunas técnicas que superponen ambos tipos de meditación.

Vamos a ver algunas de las opciones principales dentro de las técnicas de meditación y a poder diferenciar unas de otras. Veremos solo algunas, las más sencillas de realizar.
 

Técnicas básicas de meditación

La clave para dejar ir los pensamientos que llegan a nuestra mente es pensar en uno mismo como un simple observador de sus pensamientos. Se observan cuando llegan, y se les deja ir como si dejáramos pasar una nube, sin comprometerse con ellos.

Se comienza por sentarse en una posición cómoda y tratar de aquietar la mente sin forzarla, evitando quedarse enganchado a los pensamientos. Una vez que se comienza, uno se da cuenta de que esto no es nada fácil. Aunque la práctica continuada hará maravillas en poco tiempo.
 

Técnicas de meditación enfocadas

Para principiantes, nuestro consejo en comenzar por la propia respiración. Para muchas personas, esto último resulta más sencillo que concentrarse en la nada, aunque la idea es la misma: permanecer en el momento presente y evitar los círculos nocivos de pensamientos.

Cuando consigamos enfocarnos en nuestra respiración, también nos habilitamos para utilizar algo externo que mantenga alejada a nuestra atención mental de aquello que queremos dejar ir. Puede ser algo visual, como una figura, una vela. También nos sirve algo que cautive nuestra atención auditiva, como las olas del mar o un metrónomo.
 

Técnicas de atención plena

Es muy efectiva, aunque no es la técnica más sencilla. La técnica de atención plena es una herramienta para permanecer en el momento presente, aplacando la tentación de proyectarnos al pasado o al futuro. Esto, realmente es más sencillo de explicar que de conseguir.

Para ayudarnos con esta técnica, podemos enfocarnos en nuestras propias emociones y en la parte del cuerpo donde las sentimos, sin buscar el origen, tan solo experimentándolas como sensaciones, igual que corren por nuestro cuerpo las gotas de agua al cerrar el grifo de la ducha.
 

Técnicas enfocadas en una actividad

Actividades como la pintura, la jardinería, la práctica de yoga o cualquier actividad que requieran concentración es válida para realizar este tipo de técnica de meditación.

Esta es una forma de atención plena que recurre a actividades que fomentan la concentración. Este tipo de meditación está muy vinculada a la teoría de flujo o con “estar en la zona”. Es un tipo de práctica que calma la mente.

Meditación espiritual

La meditación puede ser también una práctica de carácter espiritual, aunque no vinculada a ninguna religión en particular. La meditación es utilizada por muchas personas como una manera de acceder a una guía o sabiduría interna.

Una vez que conseguimos disminuir la velocidad a la que corren los pensamientos, estos se vuelven más claros. Así, aparecen los interrogantes realmente importantes, alcanzando las respuestas más enriquecedoras.

Sonia Budner