¿Qué son los chakras realmente?
Este es un término que se usa muy habitualmente y que suele estar envuelto de una cierta aura de misterio.
Pero como muchas cosas que parecen esotéricas, los chakras son más simples y comprensibles de lo que parece de entrada.
Por esta razón, hoy hablaremos de qué son realmente.
Son partes muy importantes de nosotros y de nuestro cuerpo.
Y podemos conectar con ellos para comprendernos y conectar mejor con nosotros mismos.
Qué Son los Chakras Realmente
El
primer paso para entender bien qué son los chakras, es tomar conciencia
de que nuestro cuerpo está organizado en partes relativamente
diferenciadas entre ellas, donde cada una tiene su propia función.
A
nivel físico, esto se ve bastante claro: las manos son diferentes de
los pies, por ejemplo, y tienen una función diferente; el corazón es
diferente del riñón, y tiene una función diferente, y así con todos los
elementos del cuerpo.
Nuestro cuerpo físico está organizado en diferentes elementos que tienen funciones distintas.
Pues bien, esto que se cumple a nivel físico, también se cumple a nivel más sutil.
Todos
somos más o menos conscientes de que más allá de nuestra parte física,
también tenemos una parte más sutil. No somos solo un cuerpo físico y ya
está. Hay algo más. Y esta parte más sutil también está organizada en
diferentes zonas donde cada una tiene una función propia.
Y esto son los chakras a nivel general.
Cada chakra es una zona de nuestro “cuerpo sutil” que tiene una función y una energía propia.
(Hay
personas que a veces se sienten incómodas con algunas palabras
“metafísicas”. Si es tu caso, puedes cambiar la palabra “chakra” por
cualquier otra que quieras. Simplemente ten en cuenta que un chakra –o
como lo quieras nombrar– es una zona del cuerpo que tiene una energía
propia.)
La Energía de cada Zona del Cuerpo
Una vez ya hemos definido de forma general qué son los chakras, podemos profundizar un poco más ellos.
Y una manera de hacerlo es realizar un pequeño ejercicio que permite empezar a sentir su energía.
Este ejercicio consiste en ir poniendo la atención en diferentes partes del cuerpo y ver lo que sentimos en ellas.
Puedes
poner primero tu atención en una zona de tu cara, por ejemplo, luego en
un pie, luego en el abdomen, luego en el pecho, luego en una mano…
Este
proceso lo puedes hacer únicamente con la mente, o tocando también cada
zona suavemente con un dedo. A veces tocar una parte del cuerpo ayuda a
conectar con ella. Y si decides tocar cada punto para sentirlo más, lo
puedes hacer tú mismo o pedírselo a otra persona con quien te sientas
cómodo. Esto suele hacer que se movilice más energía.
En cualquier
caso, lo importante es ir poniendo tu atención en diferentes partes de
tu cuerpo y, en cada caso, mirar lo que sientes en ellas.
Si lo haces, verás que la sensación es distinta en cada punto.
No es lo mismo poner tu atención (o tocar) la planta del pie, que ponerla en el pecho, en la espalda o en cualquier otra zona.
En
este momento del ejercicio, no es necesario identificar con claridad
qué sientes exactamente en cada punto, lo más importante es simplemente
ver que cada uno es diferente.
Y también ver que las diferencias
son puramente energéticas. No estamos haciendo prácticamente nada
físico; solamente poniendo la atención mental en diferentes zonas del
cuerpo (y, como mucho, tocándolas suavemente).
Pues bien, antes
hemos comentado que los chakras son zonas de nuestro cuerpo que tienen
una energía propia. Y ahora, con este sencillo ejercicio, hemos visto
que cada punto del cuerpo tiene una energía propia.
Así que la conclusión es sencilla: cada punto del cuerpo es un chakra.
Los Siete Chakras Principales
Tradicionalmente, suele decirse que hay siete chakras.
Pero
esto no es del todo correcto. Como acabamos de ver, cada punto del
cuerpo tiene su propia energía, así que el número de chakras es
prácticamente infinito. El dedo pequeño del pie es un chakra, el nudillo
del índice de la mano izquierda es un chakra, el lóbulo de la oreja es
un chakra… Cada milímetro del cuerpo es un chakra.
Entonces, ¿por qué se habla habitualmente de siete chakras?
El motivo es que hay siete zonas del cuerpo que tienen una energía más intensa y se perciben con más claridad.
Para
empezar, los siete chakras principales están en el eje de cuerpo. Esta
es la parte central del organismo y la que sentimos más directamente.
Y
dentro del eje central, agrupamos los puntos de zonas cercanas y los
interpretamos como un solo chakra. Y de esta agrupación salen los siete
chakras que habitualmente se tienen en cuenta:
- Perineo y zona genital.
- Debajo del ombligo.
- Encima del ombligo.
- Pecho.
- Garganta
- Entrecejo
- Coronilla
Si
pones tu atención en cada una de estas zonas de tu cuerpo, al igual que
hemos hecho en el ejercicio anterior, verás que esta agrupación tiene
sentido, porque realmente se sienten como zonas con una energía propia.
Dentro de cada zona –el pecho, la garganta, etc.– la energía es parecida
y, si no nos fijamos mucho, no cambia mucho un milímetro arriba o un
milímetro a bajo.
En cambio, si comparamos las diferentes zonas,
entonces sí hay cambios más claros. La energía de la zona genital es
claramente distinta a la de la zona de debajo del ombligo, y la energía
del pecho es claramente distinta a la del cuello, por ejemplo.
Y
de aquí surge la percepción de que tenemos estos siete chakras
principales. Con nuestro nivel de conciencia actual, percibimos más
claramente y diferenciadamente estas siete zonas.
Pero no es que haya solo siete. En realidad hay más:
Es
muy parecido a lo que sucede con los colores. Si nos preguntamos
cuántos colores hay, la respuesta rápida y sencilla es que los
principales son siete, los colores del arco iris: rojo, naranja,
amarillo, verde, azul, índigo y violeta.
Pero en realidad, no hay
solo siete colores, hay infinitos. Entre cada color de esta lista hay
infinitos grados, y cada grado es un color diferente. Nosotros los
percibimos parecidos, y por esto los agrupamos y les ponemos el mismo
nombre, pero son colores diferentes:Y
lo mismo pasa con las notas musicales. Generalmente decimos que hay
siete notas: do, re, mi, fa, sol, la y si. Pero esto es una
simplificación. Entre cada una de estas notas hay infinitas vibraciones
distintas, y por lo tanto, infinitos sonidos distintos.
Así que en
general decimos que hay siete chakras, pero no porque realmente haya
siete, sino porque son los que percibimos más fácilmente.
La Energía de Cada Chakra
A
partir de todo lo que hemos explicado, podemos iniciar un trabajo de
exploración y conexión con los chakras, que en el fondo es un trabajo de
conexión con nuestro cuerpo y nosotros mismos.
Personalmente,
creo que es muy importante hacerlo por uno mismo. En muchos lugares se
puede encontrar información sobre la energía de cada chakra, y esta
información puede ser muy útil como guía para conectar mejor con ellos.
Pero lo realmente valioso es verlo por uno mismo. No se trata de que
alguien externo nos diga cómo es cada chakra y creérnoslo, sino de verlo
por nosotros mismos.
Para ello, podemos repetir el mismo ejercicio que te he comentado al principio, pero ahora prestando más atención en cada zona.
En
primer lugar, puedes ir poniendo tu atención en cada uno de los siete
chakras principales: primero en la zona genital, luego en la zona que
hay debajo del ombligo, y así con los siete chakras. En cada uno de
ellos, detente un tiempo y fíjate bien en lo que sientes.
¿Qué se mueve en ti cuando pones tu atención en cada zona?
¿Qué emociones sientes?
¿Qué pensamientos te vienen a la mente?
En
muchos casos, hacer bien este ejercicio requiere tiempo y paciencia;
incluso probarlo varios días diferentes. Pero si vas escuchando cada
zona de tu cuerpo con cariño y perseverancia, irás notando qué energía
tiene.
Una vez ya hayas conectado con la energía de los siete
chakras más conocidos, puedes ir más allá y explorar otras zonas de tu
cuerpo. Como hemos comentado, no hay solo siete chakras; cada punto de
tu cuerpo es un chakra. Y también puedes conectar con ellos.
Puedes
ir poniendo tu atención en todas las zonas de tu cuerpo e ir viendo lo
que sientes en ellas: las manos, los dedos, las piernas, las rodillas,
la espalda, etc. Y puedes hacerlo con el nivel de detalle que quieras:
puedes fijarte en zonas más amplias, o hacerlo milímetro a milímetro.
Si lo haces, verás que cada zona de tu cuerpo tiene su propia energía, y que está deseando compartirla contigo.
Una de las funciones principales de los chakras es la comunicación.
Tu cuerpo quiere comunicarse contigo.
Y si lo escuchas, descubrirás muchas cosas maravillosas.
Un fuerte abrazo,
Jan
www.jananguita.es
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