A pesar de que a todos nos gusta mantener la calma en momentos difíciles y sortear los problemas con serenidad, no siempre lo logramos. A veces ese estado de tranquilidad no acude a nuestro llamada. Otras veces, no hemos desarrollado las herramientas para detener impulsos, o quizás no conocemos las estrategias para conseguirlo. De ahí, que los secretos del autocontrol según el budismo tibetano puedan ser de gran ayuda en este tipo de circunstancias.
Nuestro instinto nos lleva a reaccionar impulsivamente cuando nos sentimos amenazados. En principio, si esperamos aproximadamente 10 minutos antes de reaccionar, multiplicamos por 10 las posibilidades de ofrecer una respuesta acertada a la situación. Este sería el primero de los secretos del autocontrol, pero es más occidental que tibetano.
“Tratar de controlar nuestras propias reacciones sin conseguirlo es el guion que conduce a la esclavitud del miedo”.
-Giorgio Nardone-
El budismo tibetano tiene unos caminos muy dotados de sentido común para llegar a ese equilibrio interno. Tienen que ver con una preparación previa y con un estilo de vida que lo haga posible. A continuación, te presentamos cinco de esos secretos del autocontrol que nos han regalado los orientales.
1. Meditar
No se puede vivir de una forma azarosa y esperar que ese estilo de vida nos conduzca a la templanza. Uno de los objetivos de la meditación es precisamente ir moldeando la mente para que sea más resistente y eficaz ante los embates de las tormentas emocionales.
Para los budistas tibetanos, uno de los secretos del autocontrol se encuentra en la meditación. No tienes que convertirte en un monje, ni nada por el estilo. Basta con reservar 5 minutos al día para concentrarte en tu respiración y en tus sentidos. Esto aumenta la conciencia sobre uno mismo y quita fuerza a esos impulsos que aparecen de repente.
2. Comer, uno de los secretos del autocontrol
Seguramente muchos se mostrarán sorprendidos por el hecho de que comer sea uno de los secretos del autocontrol. Sin embargo, así es. Cuando el cerebro no tiene suficientes reservas de glucosa es más proclive a pensar con menor claridad. De igual modo, mantener el control es un ejercicio fuerte, que exige muchas reservas de glucosa.
Se ha comprobado que quienes tienen niveles de azúcar bajos en la sangre son más propensos a tener conductas compulsivas. La solución no está en comer azúcar, pues esta produce un mini-shock glucémico que puede ser contraproducente. Lo más adecuado es comer alguna proteína como carne o frutos secos y no pasar largos tiempos sin comer.
3. Cabalgar las olas
Las emociones humanas no son estáticas, sino que están cambiando continuamente. Si fuera posible graficar su dinámica, diríamos que se comportan como las olas del mar: comienzan a subir, llegan a una cúspide y luego van decreciendo, poco a poco, hasta desaparecer.
Es importante ser conscientes de esto, ya que en momentos en que se apodere de nosotros una emoción muy fuerte, probablemente lo más adecuado no es reprimirla, sino dejarla que cumpla su ciclo. Lo aconsejable son 10 minutos de quietud para que la ira, el miedo, o lo que sea, tenga tiempo de llegar a su cúspide y comenzar a decrecer.
4. Hacer ejercicio
Otro de los secretos del autocontrol es hacer ejercicio. La actividad física es positiva en todos los sentidos, ya que contribuye a mantener la buena salud del cuerpo y la mente. También nos ayuda a eliminar el estrés y favorece que experimentemos una sensación de bienestar.
El ejercicio permite que se libere un neurotransmisor llamado GABA. El efecto de este es generar una sensación de serenidad. Por eso, no es mala idea que si te sientes muy airado, o con una emoción invasiva en tu mente, salgas a dar un paseo. Lo recomendable es hacer 10 minutos diarios de ejercicio.
5. Dormir
En el acto de dormir se encuentran muchas de las claves para tener una buena salud mental. La fatiga, por sí sola, genera una sensación de irritación y de intolerancia que es difícil de obviar. Una persona que no ha dormido bien es significativamente más propensa a dejarse llevar por emociones negativas sin control.
Así mismo, no dormir reduce los niveles de glucosa a su más mínima expresión. Esa es la razón para que alguien insomne o trasnochado busque, particularmente, elementos azucarados. Aún así, nada sustituye el efecto de un sueño profundo y reparador. Se podría decir que es la base de nuestra salud mental.
Los secretos del autocontrol son tips que no sirven de nada si no se ponen en práctica. Perder el control no es sinónimo de franqueza, ni de carácter, sino todo lo contrario. Casi siempre lo único que conseguimos con ello es decir o hacer tonterías de las que luego nos arrepentimos.
Edith Sánchez
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