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viernes, enero 25, 2019

Esta es la razón por la que permaneces en una relación tóxica

Muchas veces has pensado en la opción de terminar con tu relación por varios motivos, pero al final, te arrepientes. Es que, la lógica de una relación en pareja es construir felicidad mutua y crecer en conjunto por el bienestar de ambos. Pero, esto no siempre pasa, las relaciones no son 100 % perfectas y las personas actúan en función de cuánto reciben, inevitablemente. A pesar de, generalmente, comenzar felizmente una relación, la costumbre y demás acciones la transforman.



Un punto de partida a considerar antes de terminar una relación, es aplicar la fórmula de la psicóloga Caryl Rusbut. La también docente de la Universidad de Kentucky ideó un ejercicio matemático, que halla el determinante para continuar o acabar una unión. Luego de analizar los resultados arrojados por un cuestionario aplicado a varias parejas, especificó tres elementos clave. El objetivo de aplicarlo es encontrar por qué las personas permanecen en relaciones tóxicas.

En primer lugar, determinar: a) Cuánto inviertes en una relación (qué sacrificas/qué implica terminarla). Determinar: b) Lo que obtienes de la relación (beneficios). Determinar: c) Qué más alternativas atractivas hay (ganancias por terminar). Luego de esto, determinar: Compromiso = Satisfacción [= Recompensas – Costos] – Alternativas atractivas + Inversión. Con respecto a inversión se refiere a factores que van más allá de la relación amorosa y comprometen sustancialmente a la pareja. Estos pueden ser: falta de apoyo, problemas psicológicos, independencia financiera, hijos, entre otros.

Si las recompensas se elevan, se eleva también la satisfacción, sin variar los costos de la relación de forma significativa. Entre tanto, si la satisfacción se eleva, decaen las alternativas atractivas, elevando la inversión en la relación, así como el compromiso también lo hace. Se trata de jugar con las variables, a consciencia, y determinar si es necesarios continuar, proponer mejoras o terminar la relación. Es improbable dar una cantidad, a ciencia cierta, a cada aporte a la unión, pero sí es probable medir las situaciones.

Claramente, la satisfacción y el compromiso son arrojados por lo que se hace o deja de hacer individualmente y por la pareja. Todo radica en la capacidad de aportar y valorar la aportación del otro, en pro de la unidad o, por el contrario, solo se logrará distanciamiento. Se debe ser consciente que llegar a idealizar a la pareja, por lo general, traerá el efecto contrario. Por lo tanto, sé y deja ser, aplicando parámetros que den bienestar a los dos y no por individual. ¿Hay algo que no te gusta?: ¡debes decirlo!, pero primero analiza si has premiado, si has felicitado, si has reconocido lo bueno.

Otro factor clave es cómo creciste en medio de la relación de tus padres y en qué medida estás aplicando lo mismo en la tuya. ¿De quién estás tomando el modelo?, ¿estás haciendo exactamente lo mismo?, ¿cómo querrías que hubiera sido? Después de estas preguntas, aplícalo en tu relación basándote en aquello que quisiste haber vivido y verás la gran diferencia. También, previo a dar por terminada la relación, acudan presencialmente a terapias de pareja, tanto individual como en conjunto. Un especialista que conozca el caso de ambos les dirá en qué está fallando cada uno y cómo puede solucionarlo. Sal de tu idea, la relación no la viviste individualmente, ábrete a encontrar no solo tu bien sino también el de tu pareja.

Phrònesis

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