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jueves, mayo 31, 2018

Ni un solo día sin un te quiero

Resulta singular y curioso que fuese un pintor francés excesivamente tímido y reservado, como Pierre Bonnard, quien pronunciara la frase “Dibuja tu placer, pinta tu placer y expresa tu placer firmemente”. Es decir, que un señor célebre por su sensibilidad y parquedad en palabras aconsejara no dejar un solo día sin expresar emociones y sentimientos, sin dar un te quiero a los seres amados es realmente sorprendente.

 
 
No cabe duda de que si las personas más tímidas y reservadas son capaces de observar la belleza, entenderla y expresarla haciendo gala de una enorme sensibilidad, cualquiera podría decir un te quiero a quienes son merecedoras de su cariño y amistad.

Expresar emociones y sentimientos y dejarlos salir no solo es una buena conducta, también es necesario. No es aconsejable creer que airear las represiones es algo malo, pues no solo no es así; de hecho, es una costumbre que aportará una mejor salud mental y física.
“Nunca desperdicies la oportunidad de expresar tu amor”.
-H. Jackson Brown-
 
Alexitimia, la enfermedad de quienes no expresan sus emociones

No expresar emociones es una conducta social que, pese a estar abiertamente aceptada, es negativa para la salud humana. Tanto es así que actualmente este síntoma se considera la base de un trastorno identificado: la alexitimia.

La alexitimia aparece en aquellas personas que de alguna manera están incapacitadas para identificar, expresar o verbalizar sus emociones. Así, no poner palabras a las emociones puede acabar degenerando en problemas graves de conducta y salud mental. De hecho, se conocen casos de depresiones, aislamiento social e incluso somatización ante la incapacidad para dar salida a un torrente de sentimientos que se canalizan de forma incorrecta.

No obstante, la alexitimia también puede acarrear problemas físicos derivados de dificultades psicológicas. Por ejemplo, podría llegar a producir dolor de estómago, infartos, hipertensión, úlceras e incluso síndrome de colon irritable, entre otras enfermedades.

Es más, la alexitimia todavía tiene consecuencias más nefastas. Vivir sin ser capaz de expresar un te quiero puede provocar un gran deterioro de las relaciones sociales.
“El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras”.
-Concepción Arenal-
 
Casos extremos de alexitimia

Para hablar de casos extremos de alexitimia me gustaría referirme a una singular serie de televisión que hace pocos años gozaba de bastante éxito en diferentes países del mundo. Estoy hablando de Dexter, protagonizada por el actor Michael C. Hall.

El protagonista de la serie, llamado Dexter, tenía conductas que rayaban con la psicopatía por su incapacidad para sentir empatía, expresar sentimientos e incluso llegar a sentirlos. Para él decir un te quiero era una verdadera agonía.

Evidentemente, este es un caso extremo que sale de la ficción. Sin embargo, puede servir como punto de partida para buscar síntomas similares en cada uno de nosotros y saber si podemos estar aquejados de alexitimia en mayor o menor grado.
 
La incapacidad de dar un te quiero, un problema arraigado en la sociedad

Según la Sociedad Española de Neurología, hasta un 10% de la población en todo el mundo padece alexitimia, por lo que es obvio que es un problema que afecta a un buen número de personas, muchas de ellas tal vez cercanas a nosotros.

Para ser capaces de identificar a personas con esta enfermedad hemos de fijarnos en su capacidad empática o sus posibilidades para expresarse. Incluso, quienes han sufrido ictus, tumores cerebrales o traumatismos craneales, podrían verse afectados.

El cerebro es el que permite que los humanos sintamos amor, alegría o miedo y el que se encarga de relacionar sentimientos y emociones con las palabras. Una función mental que va más allá de un condicionamiento social, pues en realidad es una necesidad.

Según el doctor Pablo Duque, de la Sociedad Española de Neurología, “la imposibilidad de identificar y verbalizar emociones y sentimientos en las personas está provocada por una interrupción de la conexión entre estructuras en el cerebro”.

Es evidente que expresar emociones, mostrar sentimientos o decir un te quiero no es solo algo bello y bonito, también es una necesidad psicológica que mejora nuestra salud mental y física.

Pedro González Núñez

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