¿Te has fijado que la palabra “creatividad” está muy de moda últimamente?
Por un lado, es una característica que cada vez se valora más en todos los ámbitos de la vida; y por otro, cada vez vemos más claro que, más que enseñar conceptos rígidos a los niños, lo que tenemos que hacer es ayudarlos a potenciar su capacidad creativa.
Este fenómeno se debe, en parte, al hecho de saber que la capacidad de encontrar nuevas maneras de hacer las cosas es imprescindible para evolucionar. Pero todavía hay un motivo más profundo: a nivel subconsciente, sabemos que la creatividad es la llave que abre la puerta de la felicidad.
Es Imprescindible Amar para Ser Feliz
Para entender la importancia de la creatividad en nuestro bienestar, hay que tener claro qué es exactamente la felicidad y qué la produce. Si no lo has leído, te recomiendo el artículo que escribí sobre este tema: la fórmula de la felicidad.
En resumen, lo que dice es que la felicidad es el reflejo del amor que estamos expresando en cada momento. Es decir, el amor que expresamos se refleja en aquello que amamos y vuelve a nosotros en forma de felicidad. Por lo tanto, hay que expresar nuestro amor para poder vivir de forma plena y satisfactoria.
La Creatividad Pone en Marcha la Fórmula de la Felicidad
Así pues, para ser felices tenemos que expresar nuestro amor; tenemos que amar. Y aquí es donde entra la creatividad, porque “crear” y “amar” es lo mismo. Aunque normalmente utilizamos estos verbos en sentidos diferentes, hacen referencia a dos conceptos totalmente inseparables.
En realidad, no se puede crear sin amar, ni amar sin crear. Por un lado, cada vez que creamos una cosa, estamos diciendo que queremos que exista. Es decir, le estamos dando nuestro amor; la estamos amando.
Y por otro, si queremos exteriorizar nuestro amor, tenemos que crear algo. No tiene porque ser un objeto físico, puede ser cualquier otra cosa: una conversación, una mirada, una canción, etc. Cualquier situación de la vida puede ser un canal por el cual nuestro amor se manifiesta, pero no se puede manifestar si no hacemos nada.
La felicidad se produce cuando nuestro amor sale al exterior y se manifiesta, y esto solo sucede si creamos algo; sea lo que sea. La creatividad es, pues, el catalizador que transforma nuestro amor en felicidad.
Así que si quieres ser feliz, coge tu amor y dale forma. Explora tu creatividad y haz que lo que amas se manifieste. Esto es lo que Dios, el Creador, está haciendo desde el inicio de los tiempos. Y esto es lo que tú has venido a hacer aquí.
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