Quiero comenzar este artículo expresando lo que creo a cerca de lo que comúnmente llamamos un fracaso amoroso. Si miramos estas situaciones en mayor profundidad, podremos darnos cuenta de que los fracasos no existen en ninguna experiencia de la vida y tampoco en las relaciones de pareja.
Llamamos fracaso a algo que no funcionó como esperábamos que funcionara. Podemos llamarle fracaso en ese sentido. Sin embargo, podemos llamarlo experiencia si realmente estamos dispuestos a crecer y ser mas felices.
Si hacemos un paralelo de esto con un experimento científico, como le sucedió a Edison con la bombilla eléctrica, un fallo es una oportunidad de mejorar las condiciones hasta conseguir el resultado que se busca. Si lo catalogamos de fracaso, podemos caer en la tentación de detener la investigación y catalogar el experimento como un fracaso.
Dicen que Edison fue entrevistado por una persona que le preguntó: “¿Cómo se siente después de haber fracasado tantas veces?” a lo que él respondió que nunca había fracasado, que solo había determinado muchas maneras de cómo no se hacia una bombilla eléctrica. En cuestiones de pareja sucede algo muy similar.
Hace unos días conversaba con un querido amigo que me decía estar desilusionado de sus relaciones de pareja y que ha preferido quedarse solo para siempre. De inmediato pude advertir que él ha considerado sus experiencias como un fracaso y que lejos de aprender a cómo es una hermosa relación, solo ha aprendido a cerrar su corazón.
Si vemos esas experiencias como una posibilidad de crecimiento, vamos a poder tener más claridad respecto a una futura relación. Tendríamos que ser más asertivos, estar más claros de lo que queremos, ser más maduros para elegir y vibrar más alto para atraer a la persona más adecuada de una vez por todas. En definitiva tendríamos que quedar en una condición de mas sabiduría respecto a formar una relación duradera.
Es verdad que después de un fracaso (como le llamamos comúnmente) existe un tiempo de duelo y eso es absolutamente natural. Habrá un tiempo para lamer la herida y es necesario que eso suceda para cerrar el ciclo. No obstante, llegará el momento en que podemos sacar muchas conclusiones respecto a lo sucedido, respecto a lo que fue sucediendo, a lo que no funcionó.
He experimente esto en mi vida y he podido aprender muchas cosas valiosas para mi crecimiento personal. No olvidemos que la relación de pareja es lejos la mejor oportunidad que tenemos de reflejarnos en un espejo.
Personalmente me siento agradecida por haber tenido la oportunidad de poder ver tantos aspectos en mi por medio de esas relaciones que, si no hubieran existido, no habría podido observar. Hoy me siento mucho mas preparada para sostener una relación armoniosa, honesta, madura. No me gustaría volver atrás cuando era ignorante de todo lo que ahora se.
A través de mi experiencia he podido advertir que uno de los aspectos que mas pueden salir beneficiados en todo esto que llamamos fracaso amoroso, es la maravillosa oportunidad que tenemos de ver claramente cuan poco nos amamos a nosotros mismos, para poder corregir ese déficit y elevar ese amor al máximo posible.
Ese es uno de los tesoros más grandes que he podido descubrir después de un mal llamado fracaso amoroso. Mientras más amor a nosotros mismos, mas posibilidades tenemos de amar y de atraer a la mejor persona que podamos a nuestra vida. Mientras mas alto nuestro amor propio, mas somos capaces de tener esa maravillosa relación que todos deseamos.
Un fracaso amoroso puede ser muy doloroso, pero si aprendes de él, si creces, si aumentas tu valor personal, será un evento honorable en tu vida. Lo habrás superado para siempre. Si te sientes desilusionado, fracasado y cierras tu corazón, no se habrá cumplido el objetivo subyacente de amarte un poco más y tendrás que repetir la experiencia hasta que puedas hacerlo.
Patricia González
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.