Según afirmaba el Maestro, la mayoría de las personas que son infelices, lo son porque han tomado la decisión de serIo. Por eso es por lo que, de dos personas que se encuentran en idéntica situación, una es feliz, y la otra desdichada.
A este respecto, contaba el Maestro cómo, al resistirse su hija pequeña a acudir a un campamento de verano, él, para tratar de disipar sus recelos, compró unas cuantas tarjetas postales, puso en todas ellas su propio nombre y dirección y se las dio a su hija:
«Ahora», le dijo, «escribe cada día 'Me encuentro perfectamente' en una de estas tarjetas, y échala al correo».
La niña, tras reflexionar un momento, preguntó: « ¿Cómo se escribe 'miserable'?»
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.