Para hallar la paz interior no hay una receta mágica escrita en un libro, una película o bien en una persona. Si bien estar rodeado de amor y tener al menos las necesidades básicas satisfechas es una base, la verdad es que, en primera instancia, es recomendable escuchar al guía interior para identificar nuestras necesidades reales.
En muchas ocasiones, la paz interior se intenta encontrar fuera. Sin embargo, la paz interior es un camino de descubrimiento personal que el propio individuo deberá recorrer para llegar, finalmente, a encontrarla. A partir de entonces, todo será más claro y relacionarse con el mundo circundante será más sencillo, además de placentero, tras haber hallado al guía interior.
¿Cómo encontrar la paz interior?
Alcanzar la paz interior es discernir cuáles son las propias prioridades, aquellas de las que no se habla en público ni en voz muy alta. Aquellos intereses que están engendrados en lo más profundo del alma y que solamente el propio individuo realmente conoce a través de su guía interior.
Precisamente, en muchas ocasiones puede suceder que a través de un mecanismo de negación, autoboicot o bloqueo emocional, la persona no logre descubrir qué es lo que realmente desea. De este modo, el grado de insatisfacción puede ser realmente significativo y afectará varias fases de su vida laboral, personal, educativa y familiar.
No obstante, encontrar la paz es una necesidad y una urgencia que cada ser deberá establecer como prioridad, sin importar qué es lo que piensen los demás al respecto o bien lo que crean correcto acerca del devenir del propio accionar.
Comprenderse a uno mismo, muchas veces, es un trabajo de toda una vida. Conocerse, aceptarse y entenderse puede reducir el nivel de conflictividad que supone tener sentimientos encontrados. No siempre lo que se desea se puede concretar y eso supone un nivel de frustración, represión y sufrimiento, sumamente elevado.
¿Cómo encontrar la paz interior?
Alcanzar la paz interior es discernir cuáles son las propias prioridades, aquellas de las que no se habla en público ni en voz muy alta. Aquellos intereses que están engendrados en lo más profundo del alma y que solamente el propio individuo realmente conoce a través de su guía interior.
Precisamente, en muchas ocasiones puede suceder que a través de un mecanismo de negación, autoboicot o bloqueo emocional, la persona no logre descubrir qué es lo que realmente desea. De este modo, el grado de insatisfacción puede ser realmente significativo y afectará varias fases de su vida laboral, personal, educativa y familiar.
No obstante, encontrar la paz es una necesidad y una urgencia que cada ser deberá establecer como prioridad, sin importar qué es lo que piensen los demás al respecto o bien lo que crean correcto acerca del devenir del propio accionar.
Comprenderse a uno mismo, muchas veces, es un trabajo de toda una vida. Conocerse, aceptarse y entenderse puede reducir el nivel de conflictividad que supone tener sentimientos encontrados. No siempre lo que se desea se puede concretar y eso supone un nivel de frustración, represión y sufrimiento, sumamente elevado.
Las crisis como una oportunidad para el cambio y la reflexión
Mantener un rico diálogo interior es una de las mayores virtudes con las que podemos contar. Precisamente, a través de un proceso de introspección, podemos encontrar respuestas a muchas de las preguntas que nos hacemos.
Sin embargo, es importante que el individuo tenga el valor de saber escucharse sin importar cuál será realmente la respuesta y no condicionarla por los mandatos culturales, sociales o familiares. Además, no siempre las respuestas están a nivel consciente, por lo que puede ser necesario un trabajo de análisis profundo.
Una vez que se logra establecer un contacto directo, absoluto y sincero consigo mismo, al preguntar qué es lo que realmente se desea y al responder de manera fehaciente, se podrá establecer un grado de paz nunca antes alcanzado. Mentirse a uno mismo es uno de los mayores grados de insatisfacción que se puede alcanzar, debido a que genera un sufrimiento difícil de tolerar.
Percibir a las crisis como una oportunidad para vivir la insatisfacción en su máximo esplendor es una manera de aprovechar el momento para buscar, por medio de la guía interior, qué es lo que realmente causa dolor. Trabajar sobre las propias emociones, tratando de establecer un nuevo orden de prioridades, puede ser una posibilidad para dejar de sufrir.
Asimismo, el cambio se puede establecer a partir de entender que muchas veces, o bien prácticamente siempre, el problema en sí mismo es parte de la solución. Cuando se lo entiende de ese modo, finalmente se encuentra la salida, pues entender permite, en muchas circunstancias, acabar con el padecimiento o al menos reducirlo significativamente.
Los pensamientos como guía interior y luz espiritual
«Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque se volverán costumbres.
Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter porque forjará tu destino,
y tu destino será tu vida».
-Mahatma Gandhi-
En algunas circunstancias de la vida, no escuchamos la voz interior que expresa exactamente lo que se desea. Por imposición cultural y social, hay situaciones en las que somos sordos a esa que funciona como guía interior espiritual.
Al final, la paz interior se apoyará también en la satisfacción de los deseos inconscientes. En la comunicación con aquello que hemos sido capaces de identificar a través de un trabajo minucioso de análisis para el que es probable que necesitemos ayuda y soporte. de esta manera, ganaremos la oportunidad de dejar de lado la insatisfacción recurrente que significa vivir dentro de un sistema cultural y social determinado.
Nota de edición: el contenido de este artículo está en línea con una perspectiva psicoanalítica. De hecho, fue escrito para su interpretación en esa clave.
Ana Elisabet Amarilla
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