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lunes, agosto 15, 2016

5 razones por las que tienes que aceptar el dolor para ser feliz

Felicidad y dolor pueden parecer términos contradictorios e incompatibles. Pero, ¿es posible ser feliz en medio del dolor? Aceptar el dolor no es solo posible en la búsqueda de la felicidad, sino que es necesario.



En realidad la felicidad no significa una ausencia de dolor. De hecho, la verdadera felicidad se queda en medio del dolor. La cuestión no es evitar el dolor que sentimos o minimizar su impacto en nuestra vida, que es a la vez profundamente bella y dolorosa. No puedes haber una cosa sin la otra.

“La vida te traerá dolor por si misma. Tu responsabilidad es crear alegría”
-Milton Erickson-

La felicidad es contagiosa, incluso en medio del dolor

La felicidad es un estado del ser contagioso en cualquier circunstancia. Esto tiene muy poco que ver con nuestras circunstancias y está directamente relacionado con la manera en que pensamos sobre nuestras vidas y lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

El hecho de que la felicidad sea contagiosa no es solo un pensamiento agradable, sino que es un proceso químico que tiene lugar en nuestro cerebro, gracias a las neuronas espejo.

Cuando vemos a alguien que está experimentando una emoción, nuestro cerebro “pone a prueba” la misma emoción, imaginando aquello por lo que la otra persona está pasando. Esto lo hace tratando de disparar en su propio cerebro las mismas sinapsis que puedan relacionarse con las emociones que está identificando. Esto, que es básicamente la empatía, es también la forma en que obtenemos la mentalidad de la multitud.

Cada vez que se disparan estas sinapsis se remodela el cerebro. Es por esto que es tan importante pasar tiempo con personas que son capaces de estar de buen humor, que irradian alegría, y por lo que hay que evitar a los pesimistas y a los malhumorados. Pero esto es solo el primer paso. Aceptar el dolor implica aún una serie de cuestiones que es necesario analizar.

Por qué aceptar el dolor te ayudará ser más feliz

Los beneficios de la felicidad son innegables. Por ejemplo, puede ayudarnos a vivir una vida más larga y saludable. Pero la verdad es que mucha gente no tiene idea de cómo como ser más feliz. De hecho, las búsquedas de la felicidad de algunas personas resultan contraproducentes, en parte porque están basadas en evitar y eliminar el dolor en sus vidas.

Pero ya hemos comentado que la felicidad es mucho que la ausencia de dolor. El dolor es, en realidad una parte necesaria de la felicidad. De hecho, las investigaciones muestran que puede dar lugar al placer de varias maneras. A continuación vemos por qué.

1 – El dolor ayuda a reconocer el placer

La felicidad como estado anímico es una cuestión de contrastes. Si estuvieras feliz todo el tiempo, no podrías reconocer ese estado como felicidad. A veces es necesario experimentar el extremo opuesto del espectro para ser capaces de reconocer y apreciar la felicidad verdadera.

Esto no significa que tenga que haber ausencia de dolor para reconocer el placer, sino que, a pesar del dolor, sea del tipo que sea, es posible valorar y disfrutar pequeños detalles que tal vez de otra manera pasarían inadvertidos.

“La felicidad es beneficiosa para el cuerpo, pero es el dolor lo que desarrolla los poderes de la mente”
-Marcel Proust-

2 -El alivio del dolor aumenta el placer

El dolor no es placentero, pero el alivio del dolor sí que lo es. Los estudios demuestran que cuando el dolor desaparece se experimenta un aumento de la felicidad, por encima y más allá del nivel de felicidad que se experimentaría si no se hubiera sentido dolor.

Esto también acentúa el hecho de que cosas sencillas y simples pueden ser más valoradas y dar más felicidad cuando se está pasando por un proceso doloroso, lo que aumenta también la sensación de gratitud. Además, el placer se convierte también en algo mucho más profundo y duradero, en algo más que una sensación física.

3 – El dolor fortalece los lazos sociales

El dolor nutra a la empatía. Es por eso que la gente se vuelca con aquellos que están pasando por un proceso duro, como la muerte de un ser querido o una enfermedad grave. Este conexión social que nace del dolor aumenta la cooperación y saca de las personas lo mejor de sí mismas.

Gracias a esto, la superación del dolor es más fácil y fortalece esas relaciones, creando conexiones que van mucho más allá. En este sentido, el dolor te ayuda a conocer a las personas y a descubrir lo bueno que hay que hay en ellas, algo que seguirá ahí cuando la tormenta haya pasado.

4 – Soportar el dolor te hacer merecedor de una recompensa

Superar una situación difícil te hace sentir merecedor de una recompensa ganada por tu esfuerzo. El “qué” no es lo importante en este caso, sino que lo que importa es sentir que uno ha superado la adversidad, que se ha superado a sí mismo.

En realidad, es la superación y el haber sabido sobreponerse lo que supone la verdadera recompensa, que puede plasmarse en cualquier cosa sencilla cuyo papel es, en realidad, hacernos más conscientes del esfuerzo.

5 – El dolor te hace consciente

El dolor te hace ser consciente de lo que está pasando en este momento, te hace vivir el instante. Puede que así dicho pueda no parecer algo importante, pero ser consciente es habilidad directamente relacionada con la felicidad.

Siendo consciente de lo que están viviendo te hacer olvidar cuestiones superficiales para concentrarte en lo que verdaderamente importa. Así evitas preocuparte por cosas que no tienen solución o sentir angustia por la incertidumbre de no saber qué va a pasar mañana. Aprender a permanecer en el momento, incluso cuando no sientes dolor, puede ayudarte a tener una vida más feliz.

Eva Maria Rodríguez

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