Si retiramos los miedos, las inseguridades, las ideas limitantes, ¿qué queda dentro de nosotros?…
Muchas veces pensamos que tenemos que incorporar conocimientos, experiencias, oportunidades u otras cosas para realizarnos como seres humanos. Pero en realidad, lo mas importante que podemos hacer por nosotros, es retirar lo que sobra, lo que nos bloquea, lo que nos atrapa, lo que se interpone a lo que somos en lo mas profundo.
Alguna vez leí que el ser humano es imperfecto y que necesita aprender a ser más humano. Pienso que eso es al revés. Pienso que el ser humano se empaña debido a la programación que compartimos entre todos y que si no fuera por eso, nuestra existencia seria mucho más agradable, mucho más alegre, mucho más confiada. Seríamos más parecidos a los niños.
Y al ser más niños no me refiero a esa inocencia que no sabe discernir. Me refiero a esa claridad para ver la realidad. Un niño sabe perfectamente que si el agua se lleva el castillo de arena que levantó con tanta dedicación, nada grave ha pasado.
Un adulto puede sufrir mucho cuando experimenta algo parecido en su vida, debido a que hace muchas predicciones fatalistas al respecto. Esas predicciones nacen del miedo, de la desconfianza de la vida y de su propia capacidad para volver a levantarse.
Con los años de vida, vamos olvidando que somos libres y nos vamos haciendo prisioneros de muchas cosas innecesarias. Creemos necesitar mucho mas de lo que realmente necesitamos y concluimos que al no tenerlas, nuestra vida será miserable.
Si volvemos al ejemplo del niño que ha perdido su castillo disfrutando la experiencia, sabiendo que el próximo será aun mucho mejor, más grande y más perfecto, podemos advertir que goza de su gran libertad. Si el niño quedara dolido y apegado al fracaso, se convertiría en esclavo de esa creación, pensando que ese bien le habría otorgado bienestar.
Somos mas libres de lo que pensamos, pero quedamos atrapados en nuestros propios apegos, sin darnos cuenta de que son esos precisamente los que nos roban la libertad y la felicidad de experimentar.
Si retiramos todo eso, si soltamos el miedo, el apego, la duda, solo quedaría la libertad para volver a crear algo más grande, basado en la experiencia anterior.
Si retiramos todo eso que sobra, solo queda la aventura y la dicha de experimentar la libertad de crear. ¿y cuántos castillos podrías construir?… con seguridad que serian muchos. Entonces serias más abundante, más rico y más experimentado.
Al soltar tus apegos te conviertes en una persona más libre y lejos más abundante.
Entonces habrás disfrutado suficiente de tu vida.
Patricia González
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