Vivimos tiempos difíciles, con problemas emocionales, dificultades económicas y crisis de diversos orígenes que hasta perjudican nuestra salud, por eso es crucial mantenernos fuertes de espíritu y sanos de mente.
Las limpiezas energéticas y sencillos rituales de defensa psíquica son eficaces herramientas para alejar de tu hogar, o de tu persona, las vibraciones negativas que se han ido acumulando. Purifica los ambientes de manera sencilla, con un elemento muy cotidiano: la sal.
Desde la antigüedad, la sal ha tenido un profundo poder simbólico y se ha empleado como agente purificador y disipador de energías negativas. En todos los rituales para invocar espíritus, se trazaba un círculo mágico con sal, en el que la persona permanecía protegida, ya que las entidades negativas no pueden atravesarlo, y si algún espíritu maligno lo intentaba, bastaba arrojar un puñado de sal para que desapareciera.
¿Quién no ha tirado un puñado de sal sobre el hombro izquierdo para prevenir la mala suerte?
La sal es mucho más que un ingrediente de cocina, es desde la antigüedad, uno de los elementos más poderosos para proteger, limpiar, purificar y deshacer males. Su benéfico uso en la alimentación como conservador de los alimentos, pronto se trasladó al mundo de lo mágico, trasladando sus características protectoras y liberadoras.
En casa podemos hacer lo siguiente:
PARA LIMPIEZA
Coloca medio limón en la esquina de cada habitación, y rocíalo con sal gruesa. La sal absorbe y cambia las energías negativas, alejándolas y transmutándolas. Al cabo de una semana, habrá absorbido toda mala vibra. Puedes repetir cuantas veces lo consideres necesario.
PARA NEUTRALIZAR A UNA PERSONA NEGATIVA
En una noche de cuarto menguante, llena un vaso de vidrio con alcohol fino, y diluye en él una cucharada de sal. Escribe el nombre de la persona en un papel y colócalo dentro del frasco; déjalo reposar durante siete días, al finalizar arroja el líquido a un desagüe y tira el papel a la basura.
CONTRA EL MAL DE OJO
Durante tres días seguidos, coloca un vaso de agua con un puñado de sal gruesa sobre tu mesa de luz. Déjalo toda la noche, y cámbialo diariamente, o cuando consideres necesario.
CONTRA LA MALA SUERTE
Necesitarás una taza con sal gruesa, una taza con laurel molido, y tres dientes de ajo triturados y secados al sol. Mezcla todos los ingredientes en un bowl con cuchara de madera, y recorre cada ambiente del hogar, especialmente las esquinas, espolvoreando puñados de la mezcla preparada. Al día siguiente, por la mañana, limpia cuidadosamente el piso, junta todo en la puerta de entrada, del lado de afuera, recoge con una pala el polvillo y tira los restos en agua corriendo.
Y no olvides la popular tradición de no pasar el salero de mano en mano, sino apoyarlo en la mesa antes de que otro la tome, ya que si se derrama, se perderá algo de mucho valor.
Desconozco su autor.
Tomado de http://universo-espiritual.ning.com/
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