Todos somos capaces de despertar la luz que llevamos dentro, si exploramos nuestro interior a conciencia. Cada ser humano tiene grandes caudales de sabiduría. Sin embargo, muchos se niegan a permitir que emerja todo lo aprendido.
La situación se puede comparar con el simple hecho de encender una lámpara. Está la conexión y la disponibilidad de energía. También todos los mecanismos que la transmiten y el foco. Basta con presionar el botón. Despertar la luz que llevamos dentro es algo similar. Solo se trata de darle orden a esos mecanismos que ya existen y permitir que la energía fluya.
“Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir”.
-Johann Kaspar Lavater-
Los sabios orientales nos han dado valiosas pistas sobre la mejor manera de despertar la luz que llevamos dentro. Lo único que se necesita es voluntad para hacerlo. La luz que emerge de ello nos permite clarificar nuestro camino e incluso ser un faro para otros. Estas son las acciones que nos pueden llevar a ello.
“Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir”.
-Johann Kaspar Lavater-
Los sabios orientales nos han dado valiosas pistas sobre la mejor manera de despertar la luz que llevamos dentro. Lo único que se necesita es voluntad para hacerlo. La luz que emerge de ello nos permite clarificar nuestro camino e incluso ser un faro para otros. Estas son las acciones que nos pueden llevar a ello.
Conéctate con tu sabio interior
Cada día encierra un aprendizaje. Algunos lo buscan y lo encuentran. Otros simplemente prefieren pasar página cuanto antes y concentrarse solo en el día que vendrá. En este último caso lo que se evidencia es una desconexión con lo que somos.
Basta con reflexionar por un breve lapso cada día. Examinar brevemente lo que logramos y lo que perdimos. También lo que avanzamos y retrocedimos. De ese simple acto podemos extraer valiosas lecciones y construir una sabiduría propia. Esto contribuye a despertar la luz que llevamos dentro.
Cada día encierra un aprendizaje. Algunos lo buscan y lo encuentran. Otros simplemente prefieren pasar página cuanto antes y concentrarse solo en el día que vendrá. En este último caso lo que se evidencia es una desconexión con lo que somos.
Basta con reflexionar por un breve lapso cada día. Examinar brevemente lo que logramos y lo que perdimos. También lo que avanzamos y retrocedimos. De ese simple acto podemos extraer valiosas lecciones y construir una sabiduría propia. Esto contribuye a despertar la luz que llevamos dentro.
Escuchemos, para despertar la luz que llevamos dentro
La escucha es una función superior, tanto de la mente como del espíritu. Implica despojarse de prejuicios y permitir que el otro se exprese con total libertad, como si estuviera escribiendo su historia en un papel en blanco.
Solo es posible cuando hay un profundo respeto hacia el otro y la capacidad de abrirse plenamente a él. La escucha respetuosa y amorosa es por sí misma una manera de despertar la luz que llevamos dentro. Más que cualquier otra cosa, ayuda a los demás a que se escuchen a sí mismos sin interferencias.
La escucha es una función superior, tanto de la mente como del espíritu. Implica despojarse de prejuicios y permitir que el otro se exprese con total libertad, como si estuviera escribiendo su historia en un papel en blanco.
Solo es posible cuando hay un profundo respeto hacia el otro y la capacidad de abrirse plenamente a él. La escucha respetuosa y amorosa es por sí misma una manera de despertar la luz que llevamos dentro. Más que cualquier otra cosa, ayuda a los demás a que se escuchen a sí mismos sin interferencias.
Enfócate en tus sueños
Donde hay sueños, hay vida. Y donde hay vida, también hay luz. Una forma de despertar la luz que llevamos dentro es focalizar nuestros deseos. Esto implica forjarnos metas y objetivos elevados y no cejar en el camino hacia ellos.
Luchar por los sueños propios nos ilumina interior y exteriormente. Es algo que nos inspira a mejorar, a perseverar y a ser más tenaces. También inspira a otros. Quien va en busca de lo que desea es un libro abierto para los demás, ya que enseña con el ejemplo. El mundo es mejor cuando cada quien lucha por lo que ama.
Aprende a expresarte desde el amor
El amor es mucho más que un sentimiento romántico. Quien lo siente es afortunado. Se enriquece mucho a sí mismo por el solo hecho de experimentar todo lo que implica amar. Se trata de un sentimiento que aporta una luz cálida y confortante a la vida porque hace que todo se vea diferente.
De lo que hablamos aquí no es del amor de pareja, aunque este se halla incluido. Se experimenta amor por cualquier ser viviente, por el paisaje, por la vida misma. Si hay algo que contribuye a despertar la luz que llevamos dentro es el amor.
Este sentimiento, por supuesto, debe expresarse. Los gestos, las palabras y las acciones son un medio para que se manifieste. Cuando una persona se expresa desde el amor, hace que todo se ilumine a su alrededor. Captura lo mejor de los demás y nutre positivamente a quienes están a su alrededor.
Donde hay sueños, hay vida. Y donde hay vida, también hay luz. Una forma de despertar la luz que llevamos dentro es focalizar nuestros deseos. Esto implica forjarnos metas y objetivos elevados y no cejar en el camino hacia ellos.
Luchar por los sueños propios nos ilumina interior y exteriormente. Es algo que nos inspira a mejorar, a perseverar y a ser más tenaces. También inspira a otros. Quien va en busca de lo que desea es un libro abierto para los demás, ya que enseña con el ejemplo. El mundo es mejor cuando cada quien lucha por lo que ama.
Aprende a expresarte desde el amor
El amor es mucho más que un sentimiento romántico. Quien lo siente es afortunado. Se enriquece mucho a sí mismo por el solo hecho de experimentar todo lo que implica amar. Se trata de un sentimiento que aporta una luz cálida y confortante a la vida porque hace que todo se vea diferente.
De lo que hablamos aquí no es del amor de pareja, aunque este se halla incluido. Se experimenta amor por cualquier ser viviente, por el paisaje, por la vida misma. Si hay algo que contribuye a despertar la luz que llevamos dentro es el amor.
Este sentimiento, por supuesto, debe expresarse. Los gestos, las palabras y las acciones son un medio para que se manifieste. Cuando una persona se expresa desde el amor, hace que todo se ilumine a su alrededor. Captura lo mejor de los demás y nutre positivamente a quienes están a su alrededor.
Busca todo lo que apaciente tu alma
No hay manera de despertar la luz que llevamos dentro si no cultivamos la paz interior. Son muchos los estímulos que recibimos y que nos llevan a enturbiar el espíritu. La prisa, la ira, el rechazo… No son pocas las realidades que conspiran contra nuestra tranquilidad.
Por eso es importante que aprendamos a encontrar espacios que apacienten el espíritu. Estos pueden ser físicos o abstractos. Sería aconsejable que cada quien diseñara sus propios rituales para volver a la calma. No es posible encontrar la luz, si la mente no es un espejo sereno que la refleje.
Todos somos luz. Dentro de cada uno de nosotros habita un sabio que es capaz de hacer del mundo un mejor lugar. La realidad nos obliga a mirar mucho hacia fuera y poco dentro de nosotros mismos. No permitamos que esto ocurra.
Edith Sánchez
No hay manera de despertar la luz que llevamos dentro si no cultivamos la paz interior. Son muchos los estímulos que recibimos y que nos llevan a enturbiar el espíritu. La prisa, la ira, el rechazo… No son pocas las realidades que conspiran contra nuestra tranquilidad.
Por eso es importante que aprendamos a encontrar espacios que apacienten el espíritu. Estos pueden ser físicos o abstractos. Sería aconsejable que cada quien diseñara sus propios rituales para volver a la calma. No es posible encontrar la luz, si la mente no es un espejo sereno que la refleje.
Todos somos luz. Dentro de cada uno de nosotros habita un sabio que es capaz de hacer del mundo un mejor lugar. La realidad nos obliga a mirar mucho hacia fuera y poco dentro de nosotros mismos. No permitamos que esto ocurra.
Edith Sánchez
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