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viernes, septiembre 22, 2017

Vivir rodeado de personas…, pero sintiéndote solo

Lo importante no es cuánto te rodee, lo importante no es el número de personas que estén a tu lado, lo importante no es tener miles de amigos en las redes (de agrego y no). Lo importante es el valor que todo lo que te rodea tenga para ti, porque puedes estar arropado por la gente y aun así seguir sintiéndote solo.



¿Alguna vez has sentido que, por muy arropado que estés, no consigues ahuyentar al frío? ¿Alguna vez has pensado que, aun con gente a tu lado, no cubres esa necesidad de contacto? ¿Alguna vez sientes que estás solo y que nadie puede ayudarte? Pues este vacío no se cubrirá si solo buscamos habitarlo con lo de fuera. Este vacío es algo interno, una cuestión a resolver con uno mismo antes que con los demás.

La soledad es una oportunidad de encontrarnos con nosotros mismos; la soledad nos da permiso para el diálogo interno, para saber cómo y dónde estamos, para conocernos y saber qué queremos. Cuando estamos solos, tenemos el placer de estar con nosotros.

“No puedes estar en soledad si te gusta la persona con la que estás solo”.
-Wayne Dyer-

No podré sentirme solo si soy la mejor compañía, no podré sentirme solo si después de estar en paz conmigo mismo, busco lo de fuera. Así, cuando hay mucho ruido dentro, ¿cómo podré escuchar la música de fuera?

El valor de todo lo que me rodea

Puede ser un error buscar la cantidad en la compañía, la clave va a ser la calidad. No me vale que sean muchos si no me aportan, no me interesa tampoco mucho tiempo si no me hacen sentir que pasa volando. El valor que yo doy a todo lo que me rodea es lo que me hace dar sentido a esa potencial compañía.

Seguiré sintiéndome solo si mi compañía y la de los demás no me hace feliz, seguiré pensando que nadie me entiende con independencia del número de veces y formas que utilice para repetir la misma historia, seguiré pensando que no quieren estar conmigo si para mí significo muy poco. Yo soy quien califica y siente la gratitud al compartir mis pensamientos, mi tiempo y mi vida con alguien, pero será algo valioso después de haberlo compartido primero conmigo mismo.

Trabaja primero el estar contigo, no solo, sino contigo mismo; tú eres quien vas a estar siempre así que quiérete. Agradécete los momentos en soledad que te permiten conectar y saber cómo estás, háblate y entiende que la paz con uno mismo es el mejor aliado para emprender cualquier proyecto que emprendas fuera de ti.

“Un día me abrazó tanto la soledad que le tomé cariño, lloré como un niño y le conté mil historias, charlamos por largas horas como dos grandes amigos, después nos despedimos y cada quien siguió su camino. Sin embargo, nos vemos de vez en cuando y me alegra su visita, ella sigue siendo la misma, siempre sabia, siempre honesta, siempre lista”.
-Kelbin Torres-

Dale un sentido a estar solo

El vacío personal será tu peor enemigo, será una voz continua que grita y pide desde dentro una solución mientras intentas callarla con ruido de fondo, pero en realidad lo que necesitas es desconectar del exterior y conectar con tu yo interior.

Calidad y buena relación contigo, saber escucharte y mimarte, cuidarte y agradecer de vez en cuando el placer de poder estar solo y en calma. No te sentirás en soledad si eres una buena compañía, no sentirás la sensación de ausencia indeterminada si estás completo por dentro; lo de fuera vendrá para sumar, pero no para tapar las carencias internas sin resolver.

Quiérete como no te has querido nunca, siéntete tan bien contigo que quieras estar solo al menos un momento al día. Escúchate como nadie lo hará, sé el mejor amigo que te encantaría tener. Habitado este vacío, ahora sí: sal y enriquécete de todo lo demás que te aportará el exterior.

Adriana Díez

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