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sábado, septiembre 02, 2017

En 5 minutos se pueden reducir los síntomas de la depresión

Los síntomas de la depresión son evidentes en algunos casos, pero no tanto en otros. A veces, tanto el individuo como su entorno desconocen que una persona está deprimida: esto sucede especialmente con los niños y las personas mayores. También ocurre lo opuesto. Una persona que está temporalmente triste o melancólica es diagnosticada por todo el mundo como deprimida, sin que realmente lo esté.



Cuando se habla de depresión, se está hablando de una condición mental que rebasa los límites de una tristeza natural. Es un estado que no se incuba de un día para otro, sino que en muchos casos tarda años en manifestarse plenamente. Aunque hay elementos, variables, estructuras o factores neurofisiológicos comprometidos, no siempre la depresión se origina en ellos, sino que también puede ser, y en muchos casos los es, la causa de los mismos.

“No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera”.
-Proverbio chino-

Los síntomas típicos de la depresión incluyen desánimo, tristeza, irritabilidad y sensación de cansancio o de falta de energía. También sentimientos de impotencia y de rechazo hacia uno mismo o hacia la imagen propia. Aparecen pensamientos y sensaciones asociadas al abandono, la culpa y la necesidad de protección.

Síntomas de la depresión no tan evidentes

Hay síntomas de la depresión que son mucho menos evidentes. Generalmente corresponden a personas que detectan la situación “de manera pre-consciente”. Esto quiere decir que logran darse cuenta de que hay algo que no está funcionando. Sin embargo, no logran identificar con exactitud el problema ni le dan la importancia que en realidad tiene: lo que hacen es desarrollar algunas conductas que les permitan ignorarlo u ocultarlo.

Uno de los síntomas de la depresión es la presencia hábitos extraños de comida y de sueño. Por ejemplo, cuando las personas son excesivamente pudorosas con lo que comen y sienten asco frecuentemente por los alimentos. O quienes tienen horarios caóticos para comer y a veces omiten tomar alimentos durante más horas de lo usual. Lo mismo ocurre al contrario. Esas personas que para llenar el vacío que sienten no paran de comer.

Otro síntoma encubierto en las personas con depresión puede ser esa inquietud por proyectar un alegría que no sienten y que en el fondo los demás tampoco se creen. Además, en cuanto a su comportamiento social podríamos decir que se relacionan con todo el mundo, pero eluden el acercamiento real. No pasan mucho tiempo con los demás y siempre están llenas de pretextos para no ir a una reunión, un paseo, etc.

Por otro lado, otro de los síntomas encubiertos de la depresión tiene que ver con la sensibilidad emocional de las personas que la padecen. Esta sensibilidad puede estar muy “a flor de piel”. Así, su alegría es desmedida en los pocos ratos en los que están contentas. Por otro lado, montan en cólera por hechos que para otras personas, o para ellas mismas en otro momento, pasarían desapercibidos. Lloran frente a situaciones que no ameritan tanto. En esos casos también puede haber una depresión encubierta.

Una técnica de 5 minutos

En 2007, un grupo de investigadores de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, llevó a cabo un experimento para evaluar el efecto de la naturaleza en el estado de ánimo. Partían de la idea de que el encuentro con un entorno natural mejora la actitud. Sin embargo, descubrieron que el impacto era mucho mayor de lo que habían supuesto en sus hipótesis iniciales.

Los expertos concluyeron que, en un lapso de tan solo 5 minutos, el contacto con la naturaleza lograba reducir hasta en un 70% los síntomas de la depresión. Intuitivamente todos sabemos que si estamos desanimados, no es buena idea quedarnos encerrados. Lo que no sabíamos es que el lugar perfecto para tramitar emociones negativas era un bosque, un jardín o cualquier lugar en donde haya vida natural. También ignorábamos que para experimentar el efecto que produce este contacto no se necesita demasiado tiempo: solo 5 minutos.

Actualmente hay varias corrientes que se han definido como “ecoterapias”. Se trata de enfoques que defienden lo clarificador que puede resultar para nosotros retomar el contacto con la naturaleza. Aseguran que en todos los casos este contacto da lugar a un vínculo sanador. Varias investigaciones han probado que estar en un ambiente más puro durante un corto espacio de tiempo, y dejando los problemas atrás, recarga nuestros niveles de energía.

Cuando aparecen los síntomas de la depresión, bien sean típicos o encubiertos, vale la pena integrar el contacto con la naturaleza como complemento a la terapia formal. Solo tienes que buscar un lugar verde y permanecer en él durante al menos cinco minutos. El contacto apacible con otras formas de vida activa la sensación de bienestar y nos ayuda a restaurar el equilibrio emocional. No cuesta nada y te toma muy poco tiempo. Inténtalo.

Edith Sánchez

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