La Sanación espiritual es un conjunto de prácticas y terapias que forman un sistema coherente y completo que interactúa sobre todas las dimensiones existenciales del ser humano y que puede cambiar la química cerebral y mejorar el Sistema inmunitario al aplicarlas sobre nosotros mismos o sobre los demás.
Es un recurso abierto a todas las personas, una terapia energética utilizada en todas las culturas desde épocas inmemoriales. Reina dentro de las terapias energéticas y vibracionales, la Curación o Sanación Espiritual y su principio fundamental está basado en considerar que el ser humano es un partícipe de la realidad física y espiritual.
Partiendo de la base de que el estado de salud o enfermedad de las personas incluye no solo el cuerpo físico sino también el cuerpo mental inferior, el etérico y el astral o emocional, es posible afirmar que todo en la vida de los seres humanos está determinado por el grado de “fricción” que existe entre el alma y la personalidad.
Las prácticas de la Curación Espiritual
Se basa en la adecuada preparación de practicante y del sanador o terapeuta que trabajan mediante el acceso a determinadas vibraciones de la Energía Universal sanadora que canalizan y proyectan hacia la estructura energética del ser humano (paciente); estas bandas de energía universal vibran en altísimas frecuencias y muy cortas longitudes de onda y pueden penetrar hasta el nivel celular y atómico, transmutando y transformando las energías inarmónicas, disolviendo bloqueos energéticos, deshaciendo congestiones excesivas de energía, y aportando orden y estructura en las tres dimensiones existenciales del ser humano, devolviéndole con ello la armonía y la sanación.
La sanación espiritual actúa en la dimensión espiritual no es una terapia mental-emocional, durante la terapia el terapeuta y el paciente entran en un espacio sagrado que es un nivel elevado de conciencia en el que se produce la sanación canalizando hacia el paciente una determinada gama de frecuencias de la Energía universal para limpiar y transmutar las energías negativas que existen en torno a la huella traumática o el bloqueo energético limpiándola en profundidad para que no quede ningún residuo energético desfavorable que pueda volver a emerger y actuar como núcleo inicial al que se puedan ir anclando otras energías negativas similares por analogía, de esta forma la sanación espiritual transmuta la anterior realidad que originó la enfermedad que una vez sanada ya no se puede volver a reorganizar.
Cada vez que un pensamiento negativo llega a la mente de una persona esta circunstancia daña su alma y también su cuerpo y es allí donde es necesario poner en práctica un principio que dice: No intente curar su cuerpo sin curar también su alma; esto quiere decir que, la verdadera raíz de un dolor o enfermedad se origina en el alma y para curarse es necesario sanar el alma.
Las personas que son tratadas con la sanación espiritual reciben una transmisión de energíaque reestructura y reordena las energías alteradas y reactiva sus recursos naturales, su sistema inmunitario y sus fuerzas internas para ayudarles a enfrentarse a la enfermedad, aumenta su capacidad de recuperación y frecuentemente consiguen mejorar su sintomatología y aumentar su confianza en sí mismos y la paciencia para afrontar sus enfermedades y también aumenta su capacidad para afrontar el dolor; dejan de verse a sí mismos como enfermos y pasan de identificarse con su enfermedad y sentirse como un “ser enfermo” a verse como seres humanos completos con un desarreglo en sus cuerpos físicos “Yo no soy mi enfermedad”.
La salud y la sanación son estados de integridad energética que conllevan una determinada vibración de nuestra estructura energética y de nuestra mente, que podemos alcanzar mediante las prácticas de sanación y de autosanación espiritual.-José María Jiménez -
Aleja (Consejosdelconejo)
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