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domingo, agosto 16, 2015

Por Qué Dios Permite el Sufrimiento en Lugar de Venir Corriendo a Ayudarnos




Por un lado, muchos de nosotros nos preguntamos por qué Dios permite el sufrimiento. ¿Por qué no viene a resolver todos nuestros problemas? ¿Por qué permite que haya tanto dolor en la Tierra?

Y por otro lado, también hay quien duda de la existencia de Dios precisamente por la existencia del sufrimiento. Si Dios existe y es bueno, no parece muy lógico que nos deje sufrir de esta manera…

Hoy me gustaría hablar un poco de este tema. Es un tema bastante delicado, así que antes que nada me gustaría dejar claro que no es mi intención convencer a nadie de nada. Nunca lo es. Cuando escribo, mi intención es simplemente compartir algunas ideas que me parecen interesantes con la esperanza de que te sean útiles, aún sabiendo que no siempre será así.

Hoy hablaremos del dolor y de la muerte, pero incluso estos aspectos de la vida que parecen tan terribles pueden ser mirados con amor.

Todo puede ser mirado con amor.

¿Por Qué Dios Permite el Sufrimiento?

El primer paso para entender por qué Dios permite el sufrimiento es reconocer humildemente que tenemos una visión muy limitada de nuestra existencia. La mayoría de nosotros no entendemos el porqué de muchas cosas. No sabemos quiénes somos exactamente ni qué hacemos aquí.

Y, en estas circunstancias, ¿cómo podemos saber qué es bueno para nosotros y qué no lo es? ¿Cómo podemos saber qué cosas nos ayudan realmente y qué cosas nos perjudican? ¿Cómo podemos decir que Dios, al permitir determinadas cosas, es bueno o es malo?

Para verlo un poco más claro, imagínate a un niño pequeño que pide golosinas a sus padres. Ellos le dicen que no, y en su lugar le dan verdura para comer. El niño se enfada. Él quiere golosinas, y la verdura no le gusta nada. ¿Qué clase de padres son estos? ¿Por qué no le dan lo que él quiere? ¿Por qué permiten que sufra?

Sabes perfectamente la respuesta a estas preguntas, ¿verdad? Porqué lo aman.

Los padres tienen una visión más amplia que el niño. Saben cosas que él no sabe. Saben que no es bueno comer demasiadas golosinas y que es importante comer un poco de verdura.

En parte, les gustaría darle las golosinas, porque quieren ver a su hijo contento. Además, este sería el camino más fácil para ellos. El niño dejaría de protestar y no tendrían que luchar para conseguir que se coma la verdura. Pero saben que la felicidad que obtendrían de esta manera no sería duradera ni saludable, así que se esfuerzan para darle lo que realmente creen que es mejor a largo plazo.

No eligen el camino fácil, sino el camino que creen que realmente es mejor para su hijo.

Dios hace lo mismo. Se preocupa por nosotros y nos cuida tan bien como sabe, lo que pasa es que no siempre tenemos los conocimientos necesarios para entender por qué hace lo que hace.

Somos un poco como el niño que pide golosinas, y que se enfada con sus padres porque le dicen que no.
El Papel de la Muerte en Nuestra Vida

Uno de los aspectos de la vida que menos entendemos, y que más nos cuesta aceptar, es la muerte. La vemos como algo realmente terrible y pensamos que, si Dios la permite, no puede ser bueno de ninguna manera.

Cierra los ojos un momento e imagínate una familia con varios hijos, hermanos, tíos y abuelos. Es una familia grande y, como todas las familias, en el fondo se quieren mucho entre ellos, pero en este caso llevan tiempo enfadados. Muy enfadados. Sucedió algo hace tiempo, y ahora muchos miembros no se hablan entre ellos. La familia está completamente rota.

Quédate con esta imagen durante unos segundos: la familia rota.

Entonces sucede algo: alguien muere. Alguien totalmente inesperado. Alguien joven de la familia.

¿Qué le pasa a la familia después de esto? Se olvidan de todo, ¿verdad? Se olvidan las antiguas disputas, se olvidan los enfados, se olvidan las distancias. La familia se reúne, lloran, se abrazan.

Después de mucho tiempo, la familia vuelve a estar junta.

Habitualmente vemos a la muerte como algo horrible, y olvidamos el enorme poder transformador que tiene. Olvidamos el amor y la compasión que siempre trae con ella.

Y olvidamos también que somos eternos, y que la muerte no es más que una transformación. Dejamos el planeta, pero no dejamos nunca de existir.

Teniendo esto en cuenta, ¿puedes imaginarte a la persona que se fue mirando hacia abajo y sonriendo al ver a su familia reunida? Ahora están tristes por su marcha, pero por lo menos han alejado la rabia de su corazón y la han cambiado por amor y compasión. ¿Puedes ver que la persona que se fue está contenta y feliz por lo que ha conseguido?

Dios la ve. Claro que la ve. La tiene justo a su lado.
¿Por Qué No Recordamos Quiénes Somos?

Es posible que todo esto tenga cierto sentido para ti. Quizás piensas que es verdad que no tenemos toda la información para comprender a Dios y que quizás hace lo que hace, incluso permitir la muerte, por un bueno motivo.

Pero aún así quedaría una cuestión importante: ¿por qué Dios permite que tengamos esta visión limitada de la realidad? ¿Por qué no enciende las luces para que lo entendamos todo? ¿Por qué nos mantiene en medio de la oscuridad?

Es una cuestión muy importante, así que es recomendable relajarse un poco antes de abordarla. Haz unas cuantas respiraciones profundas para calmar la mente, y luego plantéate la siguiente pregunta: ¿Podría ser que lo hubieras elegido tú? ¿Podría ser que haya sido una decisión tuya?

¿Podría ser que tú hayas elegido olvidar temporalmente quien eres para poder vivir unas determinadas experiencias, y que Dios simplemente te apoye en tu decisión?

Sé que puede parecer raro de entrada si nunca has pensado en ello, pero deja que esta idea penetre lentamente en ti.

¿Puede ser que hayas elegido todo esto por tu propia voluntad?

No dejes que la mente empiece a inventar teorías y excusas varias, deja que sea tu corazón el que responda. ¿Tiene sentido para ti?

Es una posibilidad, ¿verdad? Es una posibilidad…

http://www.jananguita.es/

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