Hoy quería compartir contigo un ejercicio muy sencillo y rápido que sirve aliviar el dolor de cualquier tipo: tanto físico como emocional.
Lo puedes usar tanto si te duele una parte del cuerpo como si estás con el ánimo bajo. Incluso lo puedes utilizar simplemente si estás un poco cansado y necesitas más energía.
Y funciona. De forma casi instantánea.
Enseguida lo verás.
El Punto Mágico para Aliviar el Dolor
Para poder aplicar este ejercicio, primero tienes que localizar un punto muy importante de tu cuerpo. Es un punto muy poderoso, del que te hablaré más en el futuro, y que tiene muchas aplicaciones. Es el punto donde está centrada tu conciencia.
Es decir, el punto donde estás centrado tú, y desde donde percibes la realidad.
Como te decía, se trata de localizar el punto desde donde tú percibes la realidad. Es muy sencillo. Para empezar, simplemente fíjate en un objeto cualquiera y pregúntate dónde se encuentra el punto desde el que lo estás observando. ¿Está en tu mano? No, ¿verdad? ¿En la barriga? Tampoco.
Para facilitarlo un poco, puedes mirar primero a qué a altura está. ¿Está por encima de la cintura o por debajo? Por encima, ¿verdad que sí? ¿Y está por encima del cuello o por debajo? Otra vez por encima.
Y respecto a la boca, ¿por encima o por debajo? ¿Y respecto a la frente? Si vas haciendo este ejercicio, verás enseguida que el punto desde donde percibes la realidad está a la altura de tus ojos.
Ahora toca localizarlo en el eje horizontal. Esto es más fácil, sólo tienes que mirar si está desplazado hacia la derecha o hacia la izquierda. Enseguida verás que está centrado, ¿verdad?
Más o menos así:Fíjate que hasta aquí solo hemos localizado el punto en dos dimensiones. Para acabar de situarlo en tres dimensiones, falta encontrar a qué profundidad se encuentra. Este es el paso más difícil, pero también se puede hacer.
Para conseguirlo, céntrate un momento en el punto que hay entre tus ojos. El punto (1) que marca la siguiente figura. Quédate unos segundos con la atención fija en este punto, y fíjate bien en cómo te sientes.Una vez la hayas hecho, desplaza tu atención hacía la parte posterior de tu cabeza: el punto (2) de la figura. Y vuelve a mirar cómo te sientes.
¿En qué caso te sientes más “puro”, cuando tienes la atención centrada en el punto (1) o en el punto (2)? ¿En qué caso te sientes más libre y relajado?
Si meditas habitualmente, enseguida verás la diferencia. Si no, quizás te cuesta un poco.
Pero si te fijas bien, verás que la diferencia es abismal: cuando pones tu atención en el punto (1), te encuentras con todos tus problemas y preocupaciones; en cambio, cuando te centras en el punto (2), encuentras paz.
¿Sabes por qué? Por qué el punto (2) es el punto que te conecta con tu naturaleza más profunda. Es la puerta que te lleva a tu esencia divina.
Cómo Aliviar el Dolor Rápidamente
El ejercicio que te propongo para aliviar el dolor es muy sencillo: se trata simplemente de centrar tu atención en el punto (2).
Siempre que sientas dolor, sea del tipo que sea, céntrate en el punto (2): el punto que hay en eje central de tu cuerpo, a la altura de tus ojos y hacia atrás. Sobre todo, no centres tu atención en la parte anterior de tu cabeza (el punto (1)), ahí solo encontrarás más dolor (en otro artículo hablaremos de por qué). Es muy importante que tu atención esté en la parte posterior de tu cabeza, como marca la flecha.
Puedes hacerlo cuando te duela alguna parte del cuerpo, cuando estés triste o deprimido, cuando estés enfadado, cuando te sientas cansado… De hecho, también lo puedes hacer aunque no sientas dolor. Verás que tu bienestar mejora sea cual sea tu estado actual.
Las primeras veces que lo hagas, seguramente no siempre tendrás resultados completamente milagrosos. En algunos casos conseguirás aliviar el dolor, pero no eliminarlo del todo. Aún así, para ser un ejercicio tan simple y rápido ya es mucho, ¿no?
Pero si practicas y llegas a dominarlo, sí podrás eliminar el dolor del todo. Este punto es tan poderoso, que si consigues centrarte en él y no moverte de ahí, el dolor no es posible.
Cuando tú conectas con tu verdadera esencia, el dolor no puede existir.
Así de poderoso eres.
http://www.jananguita.es/
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