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jueves, septiembre 25, 2014

Las siete hambres: ejercicio de mindfulness

Para un segundo, toma tres respiraciones profundas y pregúntate cuánta hambre tienes de 0 a 10…¿Dónde has buscado para saber el hambre que tienes? ¿En el estómago? ¿En tus emociones? ¿cómo sabes que tienes hambre?

Pensamos que sólo nuestro estómago nos indica si tenemos o no hambre, pero eso no es así. Se sienten 7 diferentes tipos de hambres.

Algunas de nuestras experiencias de hambre no son hambre de comida, pero cuando las sentimos, tratamos erróneamente de aliviarlas comiendo.

Con el mindfulness podemos empezar a desenredar y separar las distintas experiencias de hambre. Y sólo entonces podremos responder a cada una de ellas de la manera más apropiada e íntegra.

Te proponemos un ejercicio para sentir los 7 tipos de hambre. Necesitaremos una uva pasa o una fresa o un trocito de chocolate.

Puedes grabarte esta meditación para escucharla y no necesitar leer mientras lo practicas, o dejar que alguién te lo lea mientras lo realizas.

Durante el ejercicio vamos a “jugar” a que estamos en otro planeta y nunca hemos visto este alimento. Con esa mente de principiante vamos a acercarnos a esta nueva comida para nosotros (la pasa, la pequeña fruta, una galletita salada, etc)

Siéntate cómodamente y haz dos respiraciones profundas. Observa cómo te encuentras y evalúa cuál es en estos momentos tu sensación de hambre…En una escala del 0 al 10 ¿cómo de hambriento te sientes?…

¿En qué lugar del cuerpo buscas para decir cuánta hambre sientes?…

Hambre visual: Toma el objeto-alimento y colócalo en tu mano. Observalo como si nunca antes lo hubieras visto…

Fíjate en su textura, en su color, en su forma…

¿Qué te dice la mente que podría ser?…

¿Evalúa en una escala de 0 a 10 cuánta hambre tienes al ver este objeto? ¿cuánta hambre tienes basándote en lo que ven tus ojos?

Hambre olfativa: Investiga el objeto con la nariz. Huélelo….refresca la nariz alejándolo y vuelvelo a oler…¿cambia en algo tu sensación de hambre?

En una escala de 0 a 10, ¿cuánta hambre tienes por este alimento basándote en su olor?

Hambre bucal: Y ahora investiga el alimento con la boca… Mételo en la boca pero no lo muerdas. Dale vueltas, exploraló con la lengua…¿qué notas?

Muerde este objeto pero sólo una vez. Tras morderlo vuelve a darle vueltas en la boca y exploraló con la lengua…¿qué notas? Observa

Evalúa ahora tu hambre bucal: en una escala del 0 al 10 ¿Cuánta hambre sientes por este objeto basándote en lo que la boca siente y saborea?

¿Hasta qué punto quiere tu boca seguir experimentándolo?

Hambre estomacal: Decides ahora comerte este objeto-alimento.

Lo masticas con lentitud, notando los cambios en su textura y sabor que se producen en tu boca… Te lo tragas…Investiga si ha quedado algún trocito por tus dientes, siénte el sabor…¿Qué hace la lengua cuando has terminado de comértelo? Observa…

¿Durante cuánto tiempo sigue manteniéndose su sabor?

Evalúa ahora tu hambre estomacal: ¿Está tu estómago satisfecho, se siente lleno? Evalúa de 0 a 10 hasta qué punto quiere tu estómago más de lo mismo.

Hambre celular: Se consciente de esa comida que está pasando a tu cuerpo, de cómo tus células lo están absorbiendo. ¿Qué sensaciones tienes? ¿Cómo lo reciben tus células?

Hambre mental: ¿Puedes escuchar lo que opina tu mente sobre esta comida? ¿Debías o no debías comer este alimento?

Evalúa tu hambre mental. En una escala de 0 a 10: ¿hasta qué punto quiere tu mente más de lo mismo?

Hambre de corazón: ¿Dice algo tu corazón sobre esta comida? ¿Le recuerda a algo?…

Valora en una escala de 0 a 10 lo tranquilizadora y reconfortante que resulta…¿Le gustaría al corazón probar más?…

Vuelve a centrarte en tu respiración: ¿Cuánta hambre tienes? ¿Dónde lo buscas?

POR TATIANA

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