El propósito o misión de vida se trata de mucho más que encontrar un trabajo, una pareja o el lugar perfecto para vivir. El propósito de la vida es saber quién eres y entrar en ese papel.
Uno de los puntos que reitero en mis clases es el no esperar a que el mundo exterior valide tu misión de curar y ayudar. Normalmente, no es cuestión de esperar para ver “si” los clientes vienen. Es decidir ahora ser lo que elegiste ser en esta vida.
El universo y la ley de atracción nos dicen que lo que ponemos en el mundo es lo que viene de atrás ( Con el tiempo divino ). Las personas que manifiestan su propósito en la vida. Primero han decidido ser primero lo que quieren hacer y entonces el universo se encarga de enviarles a los clientes. Esto es si desea ser un sanador o lector de oráculos al no quedarse solo con el deseo de serlo sino que desde su poder de intención afirma desde la profundidad de su corazón “Soy un sanador ahora”.
Hay tanto poder en creer en uno mismo y sentirse elegible para ejercer su misión de vida desde la profundidad del corazón. Usted debe entender que cuando usted ofrece el tiempo de su vida a ayudar a los demás el universo mueve océanos para que su ayuda llegue a las personas que lo requieran. Veo que esto sucede muchas, muchas veces. Sé que es un hecho.
Usted no tiene que ser alguien “especial. Sólo tiene que afirmar su apertura a servir y energéticamente entrar en el uniforme de su ocupación deseada.
El mundo es especial para aquellos que saben lo que quieren. La buena noticia para nosotros es que no necesitamos saber; sólo tenemos que saber cuáles son los objetivos fundamentales de nuestras manifestaciones.
¿Qué es lo que quiere la gente?
Algunas personas sólo quieren amor, comodidad y seguridad. Otros quieren abundancia, poder y respeto o una combinación de lo anterior. Estas personas han descubierto que no es importante centrarse en el cómo conseguirlo en su vida.
Lo importante es no bloquear su manifestación al quedar atrapados en el cómo y en la viabilidad de sus metas.
Una de las técnicas de manifestación más poderosas que conozco es simplemente manifestar cómo me quiero sentir. Le digo al universo lo que quiero, no la forma o el proceso para que llegue a mí, Yo sé, y confío en los mensajes que he enviado desde la profundidad de mi corazón y me dejo llevar.
Trate de no ponerse nervioso o asustado cuando piensa en entrar en su poder, no piense en la logística.
¡Todo está cambiando siempre, nunca sabemos qué va a pasar!
En lugar de decirle al universo exactamente cómo se quiere sentir, cómo quiere usted que su vida se arregle. Permita que los ángeles le guíen por la vida soltando el proceso a la sabiduría divina.
A menudo me encuentro con personas que saben exactamente lo que quieren de la vida y como obtenerlo. Se sienten frustrados porque no está sucediendo como lo imaginaron y no llega lo que desean. Se perdieron en el cómo. La frustración que sienten diluye las manifestaciones que traerán la felicidad a su vida.
La solución es entender el proceso, que se está viviendo llegar a la raíz del problema; entender el aprendizaje y cambiar el enfoque y generar la confianza.
Para demostrar este fenómeno en algunas de mis clases guío una meditación en la cual mis alumnos se adentran energéticamente en el papel, o el uniforme de la vida que desean, incluso si no pueden ver con claridad lo que es, les pedimos a los ángeles que nos rodean que nos traigan la felicidad, la realización, la salud, el amor y la abundancia que deseamos y confiamos por completo en las respuestas que recibimos.
Sólo si se enfoca en sentir lo que quiere para su vida, permitirá que el universo junto con la guía de los ángeles lo lleve al camino de la transformación.
Virtue, Ch. (2010, marzo 30)
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