Hoy quería compartir contigo un ejercicio muy efectivo para descubrir y sanar tus creencias más profundas.
Este es uno de los pasos más importantes si queremos mejorar algo en nuestra vida.
Da igual si queremos resolver un problema que nos preocupa o conseguir un objetivo que deseamos, la clave siempre es la misma: cambiar nuestras creencias.
Porque, en última instancia, todo depende de nuestras creencias.
Todo lo que nos pasa, depende de lo que creemos.
Esto es algo que menudo nos cuesta aceptar, porque estamos muy acostumbrados a pensar que nuestra vida depende principalmente de factores externos.
Pero no es así.
La clave está en nuestros pensamientos y nuestras creencias.
Y hoy aprenderemos a sanarlas de raíz.
¿De Qué Depende Todo lo que Nos Pasa?
La semana pasada decíamos que la base de nuestra vida puede resumirse en el siguiente esquema:
Por un lado tenemos lo que sentimos a nivel emocional, y por otro lo que nos pasa a nivel físico: las experiencias que vivimos y lo que sucede en nuestro entorno. Y estas dos cosas dependen de nuestros pensamientos. En función de lo que pensamos nos sentimos de una determinada manera y nos pasan unas determinadas cosas.
Y es relativamente sencillo comprobarlo.
La relación entre lo que sentimos y lo que pensamos es muy fácil de ver porque es directa e inmediata. Lo que sentimos en cada instante de nuestra vida depende directamente de lo que estamos pensando en ese mismo momento.
Si quieres comprobarlo, solo tienes que fijarte en lo que sientes y en lo que piensas en tu día a día. Si en un momento dado te sientes bien, y te fijas en lo que estás pensando en ese mismo momento, verás que estás pensado en cosas agradables para ti. Y si en otro momento te sientes mal, verás que estás pensando en cosas desagradables.
Por otro lado, la relación entre lo que pensamos y lo que nos pasa a nivel externo también es muy intensa, pero no es tan directa ni inmediata como en el caso de las emociones. La esencia de lo que pensamos se acaba manifestando en nuestra vida, pero no lo hace de la misma manera exacta a como lo hemos pensado ni tampoco en el mismo momento. Por esto a veces parece que no están relacionados.
Pero sí lo están. Lo que nos pasa a nivel externo es una manifestación a medio y largo plazo de la esencia de nuestros pensamientos.
Este es un paso muy importante en nuestra evolución personal: darnos cuenta de que todo depende de nuestros pensamientos. Mientras no tomemos conciencia de este hecho, no podremos tener el control de nuestra vida.
Por otro lado, en ese artículo explicábamos también que nuestros pensamientos dependen de nuestras creencias. En función de lo que creemos, pensamos unas cosas u otras.
Si tenemos creencias negativas, tendremos pensamientos de dificultad y rechazo sobre la vida. Y si tenemos creencias positivas, tendremos pensamientos constructivos y luminosos.
Así pues, nos queda este esquema más completo:
Nuestras creencias determinan nuestros pensamientos, y nuestros pensamientos determinan lo que sentimos en cada momento y lo que nos acaba pasando a medio y largo plazo.
Así que si queremos cambiar alguna circunstancia de nuestra vida, tenemos que cambiar las creencias que la están generando.
La gran pregunta es: y esto, ¿cómo lo podemos hacer?
Pues bien, esta es la pregunta que vamos a responder hoy.
Cómo Sanar Nuestras Creencias
Básicamente, para sanar nuestras creencias hay que hacer dos cosas: primero, descubrir las creencias que están limitando nuestra vida. Si hay algo que nos preocupa, ver qué creencias hay detrás. Y después, cambiarlas por otras más constructivas.
El segundo paso, el de cambiar las creencias cuando ya las hemos identificado, es relativamente sencillo, porque tenemos una herramienta muy efectiva que nos permite hacerlo: el tapping.
Pues bien, el tapping lo podemos usar para sanar creencias: solo hay que buscar frases que describan nuestras creencias y hacer tapping con ellas.
Pero para poder hacer esto, primer hay que hacer el primer paso que comentábamos: primero hay que descubrir nuestras creencias para poder hacer las frases.
Y esto no siempre es fácil, porque algunas de nuestras creencias están muy enterradas y cuesta verlas. Pero con el ejercicio que haremos a continuación, podrás descubrir muchas de ellas.
Cómo Descubrir Tus Creencias Más Profundas
Este ejercicio se basa en el esquema que hemos explicado; especialmente la parte izquierda del esquema: la que relaciona lo que sentimos, con lo que pensamos y lo que creemos.
Y lo que haremos será empezar analizando las emociones, y luego iremos bajando hasta llegar a las creencias.
El primer paso de este ejercicio es darte cuenta de que si hay algo que no te gusta de tu vida y que quieres cambiar es porque te sientes mal.
Esta es la esencia de los problemas. Los problemas no son nunca situaciones objetivas, como tener dificultades económicas o tener alguna enfermedad. Esto no son problemas en sí mismos. Los problemas son situaciones que nosotros vivimos mal a nivel emocional. Si nos sentimos bien, entonces no es un problema.
Así que la primera pregunta es: ¿cómo te sientes?
Piensa en esa situación que te preocupa y fíjate en cómo te sientes. Da igual que lo que preocupe sea un tema físico, un tema económico, un conflicto… Independientemente de lo que sea, fíjate en cómo te sientes a nivel emocional.
El segundo paso es tener en cuenta que lo que sientes depende de lo que estás pensado en el mismo momento que lo estás sintiendo. No depende de lo que pensaste hace unos días, ni de lo que pensaste hace un minuto, depende de lo que estás pensando en ese mismo momento.
Así que una vez tomes conciencia de las emociones que estás sintiendo, pregúntate: ¿en qué estás pensando en ese mismo momento que hace que te sientas de esa manera?
Este paso es relativamente sencillo, porque no hay que hacer una gran búsqueda interior. Solo tienes que fijarte en lo que estás pensado justo en ese momento.
De esta manera, a partir de las emociones podemos identificar los pensamientos que las están generando.
Una vez hecho esto, para llegar a las creencias solo nos falta profundizar un poco más.
Como hemos explicado antes, los pensamientos dependen directamente de las creencias, así que solo tienes que preguntarte: ¿qué creencias hay en ti que hacen que pienses lo que piensas?
¿Qué imagen tienes del mundo? ¿Qué opinas sobre ti y sobre los demás? ¿Qué crees de la vida en general?
Mira bien en tu interior y fíjate en qué visión tienes de la vida que hace que tengas los pensamientos que tienes.
Este paso es un poco más difícil que el anterior, porque hay que mirar con más profundidad, pero tampoco es excesivamente complicado. Solo tienes analizar un poco cómo crees que es la vida y cómo te ves a ti mismo y al mundo.
Haz el Ejercicio por Escrito
La mejor manera de hacer este ejercicio es ponerlo por escrito. Si lo intentas hacer mentalmente te será mucho más difícil. Poner las cosas por escrito siempre ayuda a verlo todo más claro.
Una manera sencilla de hacerlo, es coger una hoja grande, tamaño A4, y escribir en ella los siguientes cuatro apartados: problema, emociones, pensamientos y creencias. Y dejar un espacio debajo de cada uno.
Y a partir de aquí, hacer el ejercicio escribiendo lo que vayas viendo en cada apartado.
En primer lugar, escribe la situación o el problema que quieres abordar: un dolor, un tema de salud, un tema laboral, un conflicto, etc.
Una vez lo hayas hecho, fíjate muy bien en cómo te sientes a nivel emocional respecto a este tema, y escríbelo en el segundo apartado.
Después de esto, toma conciencia de que eso que sientes depende de lo que estás pensando en ese mismo momento, así que fíjate muy bien en qué estás pensado y apúntalo en el tercer apartado.
Y por último, sabiendo que tus pensamientos dependen de tus creencias, fíjate bien en cómo es tu visión del mundo y de la vida, y en qué crees que hace que pienses eso que has apuntado. Y las creencias que veas, apúntalas en el cuarto apartado.
Un Ejemplo Concreto
Por ejemplo, imagínate una persona que quiere tratar un dolor de espalda y descubrir qué pensamientos y creencias lo han generado.
El primer paso es apuntar el tema que quiere tratar; en este caso, un dolor de espalda.
El segundo paso es mirar cómo se siente a nivel emocional por el hecho de tener el dolor de espalda. Podemos imaginar por ejemplo que está de muy mal humor. Pues en el segundo apartado tendría que apuntar: “estoy de muy mal humor.”
El tercer paso es tomar conciencia de que no está de mal humor por el dolor de espalda directamente, sino por los pensamientos que está teniendo en ese mismo momento.
Imaginemos que está teniendo pensamientos del tipo: “no quiero estar con nadie”, “dejadme tranquilo”, “este dolor me durará unos días como mínimo”, “es un agobio vivir así”, etc. Estos pensamientos son los causantes del mal humor; no el dolor. Si estuviera pensado en otra cosa, se sentiría de otra manera; independientemente del dolor.
Así que el tercer paso es observar estos pensamientos y apuntarlos.
Y por último, el cuarto paso es analizar las creencias que tiene que están generando esos pensamientos. Algunas posibilidades podrían ser: “creo que ya tengo una edad y es normal que el cuerpo se degrade con el tiempo”, “creo que la vida en la Tierra es dura y pesada”, etc.
El hecho de tener estas creencias, hace que tenga esos pensamientos. Si creyera que la vida es fácil y que el cuerpo no se degrada con facilidad, estaría pensando en otras cosas. Seguramente estaría pensado que no pasa nada y que el dolor se resolverá en breve. Y por lo tanto se estaría sintiendo de otra manera.
Una vez completados los cuatro apartados, el siguiente paso es hacer tapping con estas frases. Todas las frases que apuntes son frases para hacer tapping. Y de esta manera tratarás las emociones, los pensamientos y las creencias que tienes asociadas a la situación que quieres abordar.
Este mismo ejercicio puedes hacerlo para tratar cualquier situación que quieras. Solo tienes que definir la situación y mirar cómo te sientes, luego mirar qué pensamientos estás teniendo que hacen que te sientas de esa manera, y por último mirar qué creencias hay en ti que hacen que tengas esos pensamientos. Y todo lo que descubras, apúntalo y trátalo con tapping.
Vale mucho la pena probarlo. Podrás descubrir muchas cosas de ti y cambiar muchas de tus creencias.
Y cuando cambias tus creencias, cambia todo.
Un gran abrazo,
www.jananguita.es
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