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domingo, abril 03, 2016

Tus estereotipos no me definen

Provienen de diferentes sitios y en la mayoría de los casos están basados en pre-conceptos y falta de información. La tradición, la educación e incluso la sociedad pueden crear toda clase de estereotipos que solo sirven para separarnos o hacernos sentir en una posición contraria a la que le asignamos al que tenemos en frente.


Se suele generalizar a un grupo de personas por lo que ha hecho alguien parecido en el pasado o por ideas falsas que tenemos desde el prejuicio. Por lo tanto, no dejes que los estereotipos definan a quienes te rodean y por supuesto, no sientas como personal si los demás tienen algún concepto erróneo de ti.


¿Qué son los estereotipos?

El origen de esta palabra es griega y quiere decir, a groso modo, “impresión” o “molde”. Básicamenteun estereotipo es la percepción exagerada, simplificada o injustificada de un individuo o un grupo de personas que comparten ciertas características (puede ser el color de la piel, la religión, la vestimenta, etc).

Esta idea no siempre verdadera se instala en una sociedad o familia y posteriormente se emplea para denigrar o para discriminar. Eso no quiere decir que siempre se haga a propósito pero, si durante toda nuestra vida nos han dicho que cierta característica es mala o negativa, es probable que lo terminemos creyendo.

En muchos casos estos estereotipos pasan de generación en generación y son bastante antiguos. Otros en cambio son modernos y se basan en acontecimientos más recientes. Hace siglos el estatus social o el nivel de riqueza de una persona determinaban si era “buena” o “mala”. En la actualidad se emplea la religión, la raza o la cultura como excusas para prejuzgar.

Los estereotipos en nuestra vida cotidiana

Los medios de comunicación y la propia cultura son los que en la mayoría de las ocasiones señalan los parámetros que “deberían ser más relevantes” para hacernos una primera impresión de una persona. Por ejemplo, en las películas o series, el malvado suele ser el que tiene el gesto torcido, viste de negro o parece sobrarle el dinero.

Así, tal y como ocurría en los inicios de la imprenta, un estereotipo era una impresión que se usaba de molde para realizar diversas copias de lo mismo. Como la imagen del villano “es aceptada” se sigue usando.

Los periódicos, la televisión e internet ayudan bastante a que estos preconceptos se marquen en la mente de la audiencia. A partir de las imágenes de las noticias y de la publicidad nos enseñan qué es lo “bueno”, que es lo “malo” y que es lo “común”.

¿Cuáles son los estereotipos más frecuentes?

Hagamos una especie de juego. ¡No vale que hagas trampa! Te daremos una lista de personas y tendrás que decir cuáles son sus características. Luego mira a continuación para darte cuenta de cuán estereotipado es tu pensamiento. ¡Una excelente técnica para dejar de lado los pre-conceptos!
Mujer
Hombre
Niño
Niña
Anciano
Pobre
Rico
Rubia
Obeso
Africano
Político
Musulmán
Mexicano
Alemán
Hindú

¿Quieres ver los resultados?

Mujer: ama de casa, madre, paciente, delicada, sensible, tierna, sumisa, objeto sexual.
Hombre: trabajador, fuerte, valiente, agresivo, inteligente, jefe.
Niño: travieso, juega con balón o coche, rebelde, irresponsable, viste de azul.
Niña: viste de rosa, juega con muñecas, obediente, ordenada, tierna, angelical, ayuda en el hogar.

Anciano: enfermizo, olvidadizo, dependiente, improductivo, carga, aburrido, repetitivo.
Pobre: ladrón, delincuente, peligroso, ignorante.
Rico: soberbio, prepotente, avaro, despiadado.
Rubia: bonita, superficial, poco inteligente, de clase social alta.
Obeso: descuidado, simpático, glotón.
Africano: de tez negra, perteneciente a una tribu, esclavo, ignorante.
Político: corrupto, delincuente, soberbio, mentiroso.
Musulmán: terrorista, árabe, sometida (mujeres), adinerado, jeque.
Mexicano: con bigote, sombrero ancho y vestimenta colorida, narcotraficante.
Alemán: frío, calculador, rubio y buen bebedor de cerveza.
Judío: usurero, avaro, ahorrador.

Apuesto a que has “acertado” en muchos de los estereotipos que te hemos indicado. Eso no quiere decir que seas una mala persona. Vale la pena trabajar para que esos pre-conceptos se eliminen de tu mente y puedas desarrollar una mejor relación con los demás.

¿Y cuándo los estereotipos me perjudican?

Seguro te encuentras en alguna de estas categorías (por llamarlas de alguna manera) y has sufrido del prejuicio o de la discriminación. Existen al menos dos maneras de evitar que los otros te definan por tu religión, tu color de cabello o tu nacionalidad.
La primera forma de evitar q te definan por estereotipos es demostrar que no son ciertas las ideas que se tienen sobre ti.
En segundo término, es tener en cuenta que si así lo fuera, recordar que lo diferente no siempre es malo.

Por ejemplo, una chica rubia que es considerada “hueca” y “millonaria”. ¿Te acuerdas de la película “Una rubia muy legal” con Reese Witherspoon? Ella tuvo que esforzarse bastante para que la tomasen en serio en su objetivo de estudiar derecho y ser una abogada exitosa, simplemente porque la veían llegar a la Universidad con su auto al mejor estilo Barbie. ¡Y pudo demostrar que tenía la capacidad para resolver diferentes casos!

Quizás no puedes cambiar el prejuicio que todos tienen pero al menos estarás sembrando una semilla de inquietud en la mente de alguien. No olvides que esa persona puede ser el primer eslabón de la cadena para eliminar de su círculo íntimo los estereotipos. ¡Y por supuesto que vale la pena!

Yamila Papa

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