Los sueños son una de las partes más misteriosas y enigmáticas de nuestra vida.
A menudo los consideramos una mera fantasía: algo que sucede cuando dormimos y que no tiene nada que ver con la realidad.
Pero no es así en absoluto.
Hoy hablaremos de qué son los sueños exactamente.
Son una parte muy importante y profunda de nuestra vida, y tienen la llave de una gran transformación personal.
La Relación entre los Sueños y la Realidad
Hay una frase de un libro de Harry Potter que me encanta. Es una de las frases más profundas que he leído nunca.
En un momento de la historia, Harry se queda inconsciente y se encuentra en sueños con su difunto maestro. Confundido, le pregunta si lo que está pasando es real o si solo está sucediendo en su mente. Y el maestro le responde: “¿Por qué no iba a ser real lo que sucede en tu mente?”
Es una maravillosa reflexión. Tendemos a creer que el mundo material es real, y que el resto de cosas no lo son. En concreto, pensamos que los sueños no son reales.
Y no es así. Todo es real.
Piénsalo un momento: ¿cómo podría ser que algo no formara parte de la realidad?
Los pensamientos son reales, y los sueños también. No son materiales, pero esto no significa que no sean reales. Son simplemente partes diferentes de la realidad.
Cuando soñamos, pasamos a un plano distinto de la realidad donde las cosas funcionan de forma distinta. Pero sigue siendo real. No abandonamos la realidad en ningún momento.
Cómo Funciona el Mundo de los Sueños
Así pues, los sueños son una parte de tu vida igual que lo es tu día a día. Simplemente son una parte distinta que funciona de forma distinta.
Partiendo de esto, el siguiente punto es entender cómo funciona esta parte distinta de la realidad y por qué existe.
Para encontrar estas respuestas, un paso importante es darnos cuenta de que, durante el día, estamos viviendo dos vidas en paralelo. Por un lado está lo que pasa físicamente a nuestro alrededor, y por otro está lo que pasa en nuestra mente.
Y estos dos mundos no siempre están relacionados entre sí. De hecho, a menudo son muy diferentes. Muchas veces estamos pensado en unas cosas y haciendo otras.
Podemos estar físicamente en el metro, por ejemplo, y mentalmente estar pensando en el trabajo. O podemos estar en medio de una animada fiesta, y por dentro estar pasándolo mal pensando en cosas tristes.
En cambio, mientras dormimos, lo que sucede en los sueños coincide exactamente con lo que pensamos y sentimos: si pensamos en un gato, aparece un gato; si nos viene un sentimiento de miedo, aparece algo que nos da miedo, etc.
Es importante darnos cuenta de que dentro de un sueño también hay un “mundo externo” a nuestro alrededor, igual que durante el día. También estamos nosotros en medio de un entorno que podemos ver, tocar y escuchar.
La diferencia es que, en el sueño, el entorno responde inmediatamente a nuestros pensamientos y emociones. Mientras estamos soñando, hay una coherencia total entre lo que pasa en nuestro interior y lo que pasa en el sueño.
Para ver esta idea de forma gráfica, podemos mirar la siguiente imagen. La línea superior representa lo que sucede en el mundo exterior (nuestro entorno) y la línea inferior representa nuestro mundo interior (pensamientos y emociones). Mientras estamos “despiertos”, las dos líneas son diferentes, ya que lo que sucede en el mundo externo no siempre encaja con lo que estamos pensando y sintiendo. En cambio, cuando dormimos, las dos líneas se vuelven exactamente iguales.Cuando estamos durmiendo, lo que sucede en los sueños es un reflejo exacto de lo que estamos pensando y sintiendo en cada momento. No hay diferencia entre estas dos partes de nuestra vida.
Qué Son los Sueños
Así pues, los sueños son un plano de la realidad donde sigue habiendo una “realidad externa”, en el sentido de que hay cosas a nuestro alrededor con las que podemos interaccionar; pero a diferencia del mundo material en el que vivimos durante el día, el mundo de los sueños reacciona directamente a nuestros pensamientos y sentimientos.
Y cada noche, cuando dormimos, viajamos a este plano distinto. Dejamos temporalmente el plano de la realidad material, y nos desplazamos a otro plano de la realidad más sutil.
Los sueños son un viaje. No son una simple fantasía. Son un viaje a un lugar donde nuestros pensamientos y sentimientos se manifiestan externamente en el mismo momento que los tenemos.
¿Por Qué Soñamos?
Teniendo claro qué son los sueños, la siguiente cuestión es: ¿y por qué soñamos? ¿Por qué cada noche viajamos a este plano distinto de la realidad?
Hay varias maneras de responder esta pregunta, pero la idea básica es que el plano de los sueños es una plano más cercano a la realidad profunda del universo. Es un plano más cercano a nuestro verdadero hogar.
Normalmente decimos que durante el día estamos “despiertos” y durante la noche “dormimos”, pero en realidad sería más adecuado decirlo al revés.
¿Te has fijado que los sueños no nos parecen extraños mientras soñamos? Aunque pasen cosas aparentemente raras desde el punto de vista material, mientras estamos soñando nos parece totalmente normal: estamos en un lugar, y de repente estamos en otro; estamos con una persona que en principio no conocemos de nada, y hablamos con ella como si fuéramos amigos, etc.
Cuando despertamos, nos parece un caos, pero mientras soñamos parece normal.
Pues nos parece normal porque en realidad es normal. En los sueños, nuestro entorno reacciona a lo que pensamos y sentimos, y así es cómo funciona el Universo a nivel profundo. Esto es lo verdaderamente normal.
Lo raro es que, en la Tierra, la realidad externa no reacciona inmediatamente a nuestro interior. Por esto la vida aquí se nos hace tan pesada. A nivel subconsciente sabemos que las limitaciones de la materia que experimentamos durante el día en realidad no existen.
El mundo de los sueños, en cambio, se acerca mucho más a la normalidad: pensamos en algo, y se manifiesta en seguida; sentimos algo, y vemos su expresión inmediata.
Esto es a lo que nuestra alma está acostumbrada. Y poder volver durante un rato a un lugar así es muy reparador para ella.
Por esto existen los sueños. Aunque a veces impliquen soñar cosas desagradables (residuos del día a día), en el fondo nuestro subconsciente se relaja, porqué ve que puede expresarse libremente y manifestar todo lo que tiene en su interior.
Es muy importante tomar conciencia de todo este proceso e integrarlo poco a poco en nuestra vida.
Los sueños son una puerta que nos acerca un poco a casa.
Y cuando queramos la podemos abrir.
http://www.jananguita.es/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.