Para mi agradecer es un hábito nuevo, era algo que no había aprendido a hacer. Cuando pequeña me habían enseñado a dar las gracias, pero eso es muy diferente a agradecer.
Para agradecer hay que enfocarse en lo que tienes, agradeciendo lo que no tienes.
Agradecer es abrirse a recibir incondicionalmente, es aceptar todo lo que viene inocentemente, con alegría.
Agradecer y recibir son palabras amigas, que se entienden entre ellas.
Cuando agradeces se abre un espacio de sanación en tu vida, mágicamente empiezan los cambios, los milagros.
Para agradecer hay que tener compasión, hay algunas situaciones dolorosas que son difíciles de agradecer,allí agradecemos el crecimiento.
Agradecer los enemigos es una tarea ardua, hasta que entendemos que están allí para despertarnos.
Con mis hermanos indígenas aprendí a agradecer todo lo que consumo, tanto la comida como todo lo que me proporciona la Madre Tierra, a honrar la entrega de la madre.
Mi corazón me ha enseñado a agradecer a cada una de las personas de mi familia,a mis padres, mis hijos, a mis hermanos por su presencia en mi vida, agradeciendo mis relaciones.
Todos los días agradezco al agua, la honro, su sentir, el fluir, la temperatura, la limpieza que me permite.
Siempre regreso al presente y agradezco que estoy viva aquí y ahora , cuando respiro agradezco el aliento, la vida.
Shamanik Abjini
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