El Otro soy yo, que cosa más difícil de entender ¿verdad?. Como nos pueden decir que todo está unido cuando nuestros sentidos nos indican que esto no es así.
Una analogía nos ayudará a comprenderlo todo mucho mejor:
Imaginemos el universo como un espacio lleno de vapor de agua, un vapor de agua que forma todo lo que en el existe, cada molécula de ese vapor es agua en esencia pura, y contiene la respuesta para formar todo, igual que cada gota de agua en medio de un océano tiene la esencia de todo el agua del océano, está hecha del mismo material y está unida a ese océano.
Ese vapor tiene una vibración más elevada cuando más cerca esta del núcleo, pensando en la teoría del Big-Bang ese vapor de agua es más vapor cuanto más cerca está de la zona donde se originó la explosión, pero según se expande su vibración empieza a ser más densa, hasta llegar a una zona en la que el vapor empieza a ser tan denso que podemos visualizarlo y sentirlo como nubes, nubes que aunque todavía son vapor están a punto de pasar a otro estado, a estado líquido.
Estás nubes todavía recuerdan que son parte del mismo vapor que cubre todo el universo, se sienten parte de él y conectado al mismo, aunque por otra parte han tomado conciencia de sí mismas, se saben incompletas por si solas y con necesidad de evolución.
Estás nubes son un estado vibracional muy elevado pero a punto de cambiar a otro estado, son casi agua…
Bien, repasemos lo que tenemos hasta ahora, si el universo en nuestro símil es vapor de agua en alta vibración, con toda la sabiduría en su esencia para hacer todo lo que existe, o PADRE de todo lo que existe. Hemos llegado a otro estado vibracional del agua, ya no es vapor ahora es líquido, entiende y acepta su procedencia y se siente unido a ello. Esto es lo que algunas religiones llaman el “Espíritu Santo”.
La precipitación de estás nubes empieza e enfriarse cada vez más según se van expandiendo, llegando a un estado de muy baja vibración, un estado aún más denso, cambiando su forma a sólido, generando diminutos moléculas de hielo que se sienten ellas mismas completamente aisladas unas de otras, no entienden su procedencia y por tanto les es muy difícil interactuar con la misma.
Este estado sólido seriamos los seres humanos, o los seres de 3 dimensión, aunque cada molécula de hielo está en armonía con todo lo que existe en el Universo, pues es parte del mismo y sigue sus mismas leyes, nuestra consciencia y nuestra bajas vibraciones nos hace sentirnos como seres completamente aislados, e incluso nos sentimos en competencia con los demás cubitos de hielo que hay a nuestro alrededor con los que iniciamos una rivalidad absurda, sin darnos cuenta que lo que hacemos en contra de cualquier otro cubito de hielo, nos lo estamos haciendo a nosotros mismos, pues estamos unidos.
Algunos cubitos pueden elevar su vibración y estar muy en contacto con la forma “agua” de su esencia y a través de esta, saber percibir, intuir toda la grandeza de la forma gas. Pues todo es lo mismo y la molécula del hielo está formada por H2O, es decir cada parte contiene la sabiduría y la esencia del TODO.
Es como la parábola de la semilla que creció hasta convertirse en una bonita planta con flor, esta flor vivía feliz sin compararse con nadie, pero la raíz de la planta crecía por debajo de la tierra y al cabo de unos días a unos metros de distancia salió a la superficie de nuevo en forma de tallo haciendo brotar otra flor. La primera flor, asustada de que esta segunda se quedará con el alimento, atrajera a más insectos para su polinización, etc. Se sintió atacada y entro en guerra con la segunda flor, deseándole toda clase de desgracias, pero las dos flores estaban unidas en su esencia, en su raíz, aunque ellas no lo sabían y cada vez que la primera hacia enfermar a la flor que veía como adversaría, la planta se debilitaba y enfermaba también ella.
Podrían atacarse hasta hacer enfermar la raíz y acabar como especie, o comprender que están unidas y ayudarse para un mayor desarrollo.
Carlos de la Prida
www.ellenguajedelalma.com
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