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martes, febrero 26, 2013

El arduo camino del despertar interior

Unos fragmentos de un post hecho por David Topí:



"Todos pasamos por esta primera fase del despertar interior. Descubrir que lo que creías que era real no lo es, descubrir que absolutamente todas las cosas que eran de una forma son de otra, es un shock para algunos, y es un proceso natural y paulatino para otros. Pero cuando se rompen ciertas estructuras, tienes dos opciones: cerrar los ojos y no querer ver nada más, volviendo tranquilamente al sueño ilusorio en el que todo es bonito, o tirar hacia adelante y terminar de desmontar la visión que nos cuentan sobre lo que pasa en el planeta, en todos los niveles, para poder liberarnos de ese control y manipulación lo más rápidamente posible. "
"Pero la evolución personal, espiritual, no se termina cuando uno “despierta” a la realidad del mundo, sino que, en realidad, no hace más que empezar. Porque es entonces cuando se te activan las ganas de conocer más, especialmente de conocerte a ti mismo, entre otras cosas, porque descubres que tienes por algún lado un potencial latente impresionante a la espera de ser activado. Descubres que hay una parte de ti, que llamamos el Yo Superior, que te sirve de guía y de brújula permanente, descubres que la meditación es una maravilla que no entiendes como no la enseñan en la escuela desde primaria, descubres que tienes un montón de posibilidades de trabajar con entidades que llamamos guías, descubres que tus lecciones de vida se pueden aprender sin tener que sufrir con ellas y que tienes una misión que cumplir, escogida por cada uno de nosotros, para ver si echamos un cable en reorientar un poco y sacar del pozo energético en el que estamos metidos al planeta."
"Y cuando la realidad física “de tercera densidad” la tienes más o menos ubicada, no te dejas manipular tan fácilmente por elementos físicos y no físicos, has superado una serie de “ataques” del sistema por querer desconectarte del mismo (y hacer que otros también lo hagan), llega, al menos en mi caso, la sed de conocimiento “cosmológico”, entender el universo, la creación, los niveles evolutivos, las polaridades, el resto de seres, conciencias, energías, formas evolutivas, etc....Es decir, que cuando te pones a ver si eres capaz de entender conceptos metafísicos, esotéricos, místicos, espirituales, etc., no tienes otra cosa en la cabeza hasta que no vas atando cabos y uniendo las piezas del Tetris que conforma la suma del juego físico y del juego no físico de nuestra existencia. "

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