La meditación es una experiencia, un conocimiento, una manera de percibir, y un modo de vida. Nuestras vidas dependen de la percepción. Cómo observemos al mundo afecta nuestros estados mentales. Si vemos al mundo como monótono y aburrido, así es como nuestro mundo será.
En la práctica de la meditación, aprendemos a experimentar la vida de nuevas maneras. Según dice Sri Sathya Sai Baba, "La meditación es el despertar de nuestra energía interna y el hallazgo del autodiscernimiento."
¿Cómo meditamos? Primero debes establecer un horario para meditar. Una vez que escojas una hora, debes apegarte a ella. El mejor tiempo para meditar es durante la mañana, después de haberte duchado. De acuerdo al Dalai Lama, "Meditar en la mañana confiere un buen estado mental que afectará positivamente el día completo."
También es necesario establecer el ambiente adecuado. Por ejemplo, usar ropa cómoda, nada que te restrinja o te incomode. Escoge un local y pon una mesa de meditación. Es aconsejable seleccionar un buen lugar en tu casa, donde puedas meditar todos los días. Creando un área de meditación permanente creas un círculo de energía que te ayudará a enfocarte.
Personaliza tu área de meditación. Por ejemplo, coloca una alfombra frente a tu mesa, siéntate en un cojín, quema incienso o coloca flores en tu mesilla. Cuando ya tengas tu mesa de meditación, decórala con velas. Personalmente, encuentro que meditar a la luz de una vela es mucho mejor que meditar a la luz de un foco incandescente.
El uso de música de fondo es altamente recomendable.
Cuando estés listo para iniciar tu meditación, toma un reloj para medir el tiempo. Al principio medita 20 minutos dos veces al día. Una vez en la mañana y una vez por la noche, al regresar a casa de la escuela o el trabajo.
Después que hayas practicado la meditación unos 6 meses, aumenta tu tiempo a media hora, dos veces al día. Después de un año o dos, incrementa tu tiempo a 45 minutos, y finalmente a una hora. No es necesario meditar más de dos horas al día. Cuando alcances ese punto, trabaja en aumentar la calidad y no la cantidad de tu meditación.
Cuando meditas, tratas de aquietar tus pensamientos. Esto se hace en dos pasos. El primero es ignorar tus pensamientos, y comprender que tu no eres tus pensamientos, sino en realidad sólo estás escuchándolos. De acuerdo a Rama, "Los pensamientos son como aves. Vuelan a tu lado, y se van. Tu mente es como el cielo. Las aves viajan a través del cielo, pero el cielo permanece ahí después que las aves se han ido. Nosotros somos el cielo. Los pensamientos son aves que vienen y van. Tú puedes disfrutar viendo a las aves, si son hermosas, pero el cielo es el que perdura. Si las aves graznan, no podemos escuchar la quietud del cielo. Si las aves están enojadas o son destructoras, tenemos un terrible problema. Así que estamos aprendiendo a ver que no somos nuestros pensamientos. Entonces, necesitamos eliminar los pensamientos negativos. En otras palabras, no dejes que las aves enojadas entren en tu hogar, pero si viene un ave hermosa, acéptala. ¿Y cómo mantenemos a los pájaros alejados? Concentrando toda tu atención en otra cosa."
El segundo paso es concentrarte en tres chakras. La chakra del ombligo es el centro de la fuerza de voluntad, o del poder. Al concentrarte en este centro, desarrollarás una tremenda fuerza de voluntad. La chakra del corazón, localizada en el centro del pecho, fomenta habilidades psíquicas y sensibilidades; también genera una inmensa quietud dentro de la mente y acrecienta la habilidad de experimentar amor, belleza y equilibrio. La chakra de la sabiduría, o tercer ojo, que se encuentra ligeramente arriba de las cejas, incrementa tu capacidad de conocimiento intuitivo, y te proporciona la habilidad de ver la vida de diferentes maneras. La chakra de la sabiduría te ayudará a percibir una visión más amplia de tu vida.
La primera vez que medites, toca estos puntos durante un minuto o dos. Mantén tus dedos frotando suavemente los centros de energía. Al hacer una leve presión ahí, te será más fácil enfocar tu atención. Estos no son puntos señalados al azar, son ventanas que miran a otros niveles de la mente. Cada uno genera un tipo de experiencia diferente. La combinación de poder, corazón, y sabiduría crea un individuo equilibrado. Por eso se sugiere que te enfoques en cada uno de estos centros.
Concéntrate 5 minutos en el centro del poder. Toma una respiración profunda y desplaza la energía de la chakra del ombligo hacia arriba, al centro del corazón. Después de 5 minutos toma otra inspiración profunda y traslada la energía de la chakra del corazón, y después al tercer ojo. Mantén tu atención por 5 minutos en cada centro.
Cuando algún pensamiento llegue a tu mente, sencillamente di la palabra "no" en voz alta. Pronúnciala con énfasis. Piensa en ello de la siguiente manera: cuando te entierres una espina en un pie, puedes usar otra espina para sacar la primera, y luego tirar ambas. Aquí, estás usando un pensamiento para eliminar el otro.
Al terminar una sesión, inclínate haciendo una reverencia hacia el suelo. De esa manera siempre estarás brindándole tu meditación a la Eternidad, dejándola viajar, dejándote trasladarte a ti mismo. Finalmente, permanece inmóvil unos minutos para absorber la energía que has generado durante tu meditación.
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