Cuando piensas que alguien “tiene salud” o “está bien de salud” es posible que te venga a la cabeza que se encuentra bien físicamente. Pero, el concepto de salud engloba: la salud física, pero también a la salud mental y emocional, incluyendo dimensiones como la autoaceptación, las habilidades sociales o la percepción de control sobre lo que sucede a nuestro alrededor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como: “Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Así, el bienestar psicológico engloba a un conjunto de sensaciones que hacen referencia a cómo juzgamos nuestra vida a nivel global. Además no está necesariamente relacionado con experimentar situaciones placenteras o con satisfacer nuestros deseos personales, porque esto sería algo pasajero, sino con un conjunto de dimensiones más amplias.
“El que vive en armonía consigo mismo vive en armonía con el universo”.
– Marco Aurelio –
La psicóloga Carol Ryff se ha dedicado a estudiar qué factores o dimensiones tienen una contribución significativa en nuestra calidad de vida. La investigadora ha desarrollado un cuestionario para medir el bienestar psicológico de las personas, y ha extraído seis criterios que son esenciales para alcanzar la auto-realización y el potencial propio de las personas. Los estudios que realizó esta psicóloga, usando el cuestionario de bienestar emocional, muestran que el bienestar psicológico está relacionado con la edad, sexo, estatus socio-económico y etnia (Ryff y Singer 2008).
Las 6 dimensiones del bienestar psicológico
Las seis dimensiones que nos muestran este bienestar psicológico son:
1. Auto-aceptación
Esta dimensión habla de la aceptación de todos los aspectos de uno mismo y del pasado tal como fue, sin caer en las garras de la impotencia por querer modificar o intervenir sobre aquello que ya sucedió.
Piensa que si aceptas tu cuerpo, tus emociones y tus pensamientos, vas tener una visión más positiva de ti mismo. En cambio, si tienes una baja autoestima y te cuesta aceptar quién eres, es posible que por esta insatisfacción te sientas tan abrumado que no sepas por dónde empezar a cambiar aquellos aspectos sobre los que sí puedes intervenir.
2. Dominio del entorno
Esta dimensión se refiere a la habilidad para manejarse en un entorno difícil, teniendo la capacidad para adaptarse a las circunstancias adversas.
Si tienes una alta percepción de dominio sobre lo que te rodea, te sentirás capaz de influir en el entorno y de manejar situaciones complicadas. En cambio, si tienes un bajo dominio del entorno, según el cuestionario de bienestar psicológico, vas a tener más dificultades para superar las adversidades que vayan surgiendo en tu día a día.
“La vida es un viaje y se te enamoras del viaje estarás enamorado para siempre”.
– Peter Hagerty –
3. Relaciones positivas con los demás
Esta dimensión mide la capacidad que tienen las personas para relacionarse con los demás de una manera abierta y sincera.
Si eres capaz de tener relaciones satisfactorias con los demás, vas a fomentar vínculos que van a reportarte una mayor calidad emocional. Esto implica tener más capacidad de empatía y apertura hacia las personas. Si tienes una puntuación menor en esta escala, es posible que te cueste relacionarte, tengas dificultades para abrirte y confiar, además de dificultades para mantener las relaciones.
4. Autonomía
Esta dimensión evalúa la independencia de las personas en diferentes aspectos de su vida. La sensación de poder elegir y poder tomar sus propias decisiones, de mantener un criterio propio y una independencia personal y emocional aunque los demás no estén de acuerdo.
Un grado de autonomía alto implica de que eres capaz de desplegar una fuerza mayor para resistir a la presión social y a tus propios impulsos. Si en cambio, tienes una baja autonomía, puede ser que te dejes guiar más por las opiniones de los demás, estés pendiente de lo que los demás dicen o piensan de ti y te dejes llevar más por la presión de grupo.
5. Crecimiento personal
Esta dimensión mide la capacidad que tienen las personas para aprender de sí mismas, estando abiertos a experiencias nuevas y desafiantes.
Si fomentas tu crecimiento personal, es posible que sientas que estás en continuo aprendizaje, tengas la capacidad de aprender de lo que vas recibiendo y sepas que tienes los recursos para ir mejorando. Si esto del crecimiento personal no va contigo, puede que te sientas estancado, aburrido y desmotivado. Con pocas ganas o incapaz de desarrollar nuevos aprendizajes y nuevas conductas de crecimiento.
6. Propósito de vida
Mide la necesidad de las personas de encontrar un propósito que de sentido a su vida. Las personas necesitan marcarse metas claras y asumibles, además de objetivos realistas. Piensa que de realizar bien esta tarea va a depender que obtengamos o no la mayor parte de nuestros refuerzos
Si puntúas alto en esta dimensión significa que encuentras un significado a tu vida, le das sentido y significado a tu pasado, presente y futuro. Si en cambio no encuentras un propósito claro, es posible que sientas que te falta dirección o te sientas desorientado.
¿Cómo influye la inteligencia emocional en el bienestar psicológico de las personas?
Las personas emocionalmente inteligentes, son más optimistas, tienen más autoestima y tienen más capacidad de empatía, lo que contribuye a mejorar nuestro bienestar psicológico. Las personas que saben identificar sus emociones se sienten más satisfechas consigo mismas y por tanto, sienten mayor bienestar a nivel general.
“Si fomentas tu crecimiento personal, es posible que sientas que estás en continuo aprendizaje, tengas la capacidad de aprender de lo que vas recibiendo, y sepas que tienes los recursos para ir mejorando”.
¿Cómo puedes mejorar tu bienestar psicológico y tener una vida plena?
Encuentra tu pasión
Puede ser en el trabajo, ya que aquí es posible que pases muchas horas, y mejor pasarlas con algo que nos motive. Pero también puedes encontrar aquello que te gusta en una afición que te llene. Por ejemplo, la música, un deporte o una manualidad.
No intentes cambiarte
Acéptate en aquellas dimensiones que no puedes cambiar. Intentar cambiarte te va a generar malestar y rechazo. Ganarás en bienestar si le das una oportunidad a tu naturalidad. De esta manera, todo lo positivo que consigas servirá para mejorar tu autoestima porque lo sentirás como propio; lo mismo ocurrirá con lo negativo para aprender.
Rodéate de gente con buena energía
Las relaciones positivas, el estar con gente que te apetece y te llena va a ser un factor importante que influye directamente en tu bienestar físico y emocional. Las personas tóxicas te quitan bienestar psicológico y añaden estrés a tu vida vida.
Aprende de tus errores
No todo en la vida sale como habías planeado. Saber adaptarse a las circunstancias y manejar tu frustración va a ser esencial para tener una vida más feliz y con menos expectativas alejadas de la realidad. Ten en cuenta que eres imperfecto igual que el resto de personas y no lo vas a poder cambiar: en tus manos está explotar todo el lado positivo que tiene tu propia imperfección.
Arriésgate a hacer cosas nuevas
Salir de tu zona de comodidad y explorar zonas desconocidas va a mantenerte activo y motivado. No importa la edad que tengas, siempre hay nuevos lugares a visitar, personas a conocer, y cosas que aprender. Por ejemplo, probar nuevas actividades, conocer gente nueva, hacer nuevas rutas para ir al trabajo, etc.
Cree en tu potencial
Tienes un potencial increíble por explorar, muchos recursos internos y una maravillosa oportunidad para crecer como persona. Cree en ti, y en tus posibilidades. Visualiza tus objetivos y empieza a dar pequeños pasos para realizarlos.
El bienestar psicológico, por tanto, te puede aportar mayor madurez, estabilidad y capacidad de autoconocimiento. Solo se trata de empezar con alguna pequeña acción. Piensa que nunca es tarde para empezar a cultivar tu bienestar físico, psicológico, emocional y social.
Adriana Reyes Zendrera