¿Cuánto tiempo ha pasado desde que escuchaste por última vez el sonido de tu alma?
Recuerdas: Es profunda y presiona tu pecho porque necesita expresar los instantes sentidos.Es líquida y navega por las líneas del agua que te muestran el camino de vuelta a tu origen. Así es y así he sentido la inmensidad de una piedra que se ha cruzado en mi camino la última semana. Hoy quiero contaros una historia sobre la TANZANITA.
A veces solo necesitas, parar y dejarte sorprender por el brillo de los cristales. Es el caso de este mineral que se manifestó en África en las laderas de una Montaña Sagrada: El Kilimanjaro. Poco sé de su leyenda pero, imagino y pienso que en algún momento la energía inteligente decidió nutrir con lágrimas azules una tierra seca, llena de polvo, de calor, de rituales severos y de silencio.
Este azul intenso necesitaba ser descubierto por los humanos y por eso, el planeta desvelaba otro secreto que necesitaba de un proceso alquímico de fusión para reconocerse en toda su plenitud. La tierra entregaba la zoisita y los humanos tuvieron que calentarla artificialmente para conseguir una gema sublime. La presión a la que está sometida la zoisita para conseguir esta tonalidad azul es de 600 grados, y evidentemente, solo su apariencia de agua, de océano profundo, ha podido mitigar el dolor y la presión vivida en el proceso de metamorfosis.
Algo así, nos pasa a los humanos en estos tiempos de cambios profundos. Pensamos que no resistiremos las altas presiones, pero somos capaces, y cuando nos recuperamos de las situaciones de impacto, sentimos como si nos hubieran colocado una válvula que regula nuestra presión interna. Es entonces, cuando descubrimos el sentido que tienen muchas cosas; y es entonces, cuando descubrimos que estaba escrito en algún lugar, que nuestro destino era ser partícipes y protagonistas de estas mutaciones.
¿A qué estás esperando para dejar tu sólida estancia y recuperar el ritmo de las olas? En la luz, al final del curso del río de la vida te estoy esperando. No gires tu rostro y sigue el latido de tu corazón azul. En la luz, te estamos esperando.
La TANZANITA me ha llevado a reconocerme antes ser materia. Me ha permitido recordar que siempre hay una luz que nos marca la dirección correcta o más adecuada. Me ha permitido escuchar la voz de algunos de nuestros antepasados que nos recuerdan, una y otra vez, que nuestra sociedad está enferma y que es necesario sumergirse en el lago azul de la eternidad para resurgir puros y transparentes.
La TANZANITA nos conecta con la esencia más pura. Absorbe preocupaciones y miedos para que podamos crecer espiritualmente. Nos ayuda a escuchar los mensajes de nuestros Guías y a conectar con nuestra esencia eterna para aceptar un nuevo proceso de evolución en el plano físico.
Fuente: http://esferasdecomunicacion.com/
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