Muchas personas piensan que la palabra ocio es un sinónimo de pasividad, inactividad o nula productividad. Esta ideas son equivocadas, ya que existen muchos tipos de ocio. En segundo lugar, conviene señalar que, incluso si hablásemos de una pasividad completa, esto tampoco tendrían nada de malo.
El hecho de no hacer nada o de disponer de tiempo para dedicárselo a actividades que no son útiles en términos de producción económica no solo es un derecho, sino que es necesario para mantener el equilibrio físico y emocional. Aun así, algunos tipos de ocio son más enriquecedores que otros.
Por desgracia, son muchas las personas que rechazan la idea de no estar ocupadas en algo. Incluso pueden llegar a sentirse inquietos o aburridas si no hacen algo que sea considerado útil. Esto es más fruto de la angustia contemporánea que de un excesivo sentido de responsabilidad. Veamos cuáles son lo tipos de ocio reparadores y por qué son importantes.
“Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones”.
-Sócrates-
1. Paliativo, uno de los tipos de ocio reparadores
El paliativo es uno de los tipos de ocio reparadores, pues, como su nombre lo indica, cumple con la función de ayudar a aliviar los efectos de un factor negativo. Se trata de un tipo de descanso destinado específicamente a reequilibrarnos y reducir el impacto de algún estado difícil, como el estrés, la presión, etc.
El ocio paliativo implica el desarrollo de actividades puntualmente destinadas a aliviar alguna forma de sufrimiento emocional. Se incluyen allí actividades tales como los diferentes tipos de ejercicio físico. Los deportes, las caminatas o actividades similares tienen ese efecto de alivio.
También comprenden las diferentes prácticas de meditación, los retiros de silencio, los viajes de retiro, etc. El objetivo principal es crear las condiciones para que se logren asimilar y disipar las sensaciones, las ideas o los sentimientos que originan malestar.
Por desgracia, son muchas las personas que rechazan la idea de no estar ocupadas en algo. Incluso pueden llegar a sentirse inquietos o aburridas si no hacen algo que sea considerado útil. Esto es más fruto de la angustia contemporánea que de un excesivo sentido de responsabilidad. Veamos cuáles son lo tipos de ocio reparadores y por qué son importantes.
“Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones”.
-Sócrates-
1. Paliativo, uno de los tipos de ocio reparadores
El paliativo es uno de los tipos de ocio reparadores, pues, como su nombre lo indica, cumple con la función de ayudar a aliviar los efectos de un factor negativo. Se trata de un tipo de descanso destinado específicamente a reequilibrarnos y reducir el impacto de algún estado difícil, como el estrés, la presión, etc.
El ocio paliativo implica el desarrollo de actividades puntualmente destinadas a aliviar alguna forma de sufrimiento emocional. Se incluyen allí actividades tales como los diferentes tipos de ejercicio físico. Los deportes, las caminatas o actividades similares tienen ese efecto de alivio.
También comprenden las diferentes prácticas de meditación, los retiros de silencio, los viajes de retiro, etc. El objetivo principal es crear las condiciones para que se logren asimilar y disipar las sensaciones, las ideas o los sentimientos que originan malestar.
2. El ocio anímico
El segundo de los tipos de ocio reparadores es el ocio anímico. En este caso, el propósito ya no es exactamente el de buscar el equilibrio interno, sino el de adoptar un mejor estado de ánimo. Tiene que ver con actividades como ver una película cómica o asistir a un espectáculo divertido.
Dentro del ocio anímico se ubican también las terapias en grupo, los grupos de autoayuda y las diferentes actividades creativas, que se realizan porque nos producen una satisfacción especial y tienen el potencial para hacernos sentir mejor.
El ocio anímico nos ayuda a disfrutar más intensamente de la vida. Es un tiempo libre que se dedica al gozo y a la satisfacción. Resulta particularmente enriquecedor cuando nos sentimos algo agobiados por la rutina o enfrentamos una situación compleja que no se ha salido de las manos, pero es difícil de sobrellevar. En esos casos, el cambio en el estado de ánimo ayuda a apreciar las cosas desde una perspectiva más alentadora y renueva energías.
El segundo de los tipos de ocio reparadores es el ocio anímico. En este caso, el propósito ya no es exactamente el de buscar el equilibrio interno, sino el de adoptar un mejor estado de ánimo. Tiene que ver con actividades como ver una película cómica o asistir a un espectáculo divertido.
Dentro del ocio anímico se ubican también las terapias en grupo, los grupos de autoayuda y las diferentes actividades creativas, que se realizan porque nos producen una satisfacción especial y tienen el potencial para hacernos sentir mejor.
El ocio anímico nos ayuda a disfrutar más intensamente de la vida. Es un tiempo libre que se dedica al gozo y a la satisfacción. Resulta particularmente enriquecedor cuando nos sentimos algo agobiados por la rutina o enfrentamos una situación compleja que no se ha salido de las manos, pero es difícil de sobrellevar. En esos casos, el cambio en el estado de ánimo ayuda a apreciar las cosas desde una perspectiva más alentadora y renueva energías.
3. El ocio social
El ocio social corresponde a todas esas actividades que están dedicadas específicamente a disfrutar de la compañía de otras personas. En este caso, el énfasis no está en la actividad que se realice como tal, sino en las personas con quienes se lleva a cabo.
El social es uno de los tipos de ocio reparador que ayuda a salir de nuestro propio mundo para ir al de los demás. De lo que se trata aquí es de compartir momentos, poniendo especial atención a las personas con quienes lo hacemos. Es decir que el interés debe enfocarse plenamente hacia ese otro.
En esencia, corresponde a actividades como conversar, salir a tomar una copa con amigos, ir a una reunión, etc. Lo importante es que el objetivo central sea compartir. Esto quiere decir que no caben aquí actividades que tengan un propósito adicional, como obtener alguna ayuda, o pulir la imagen social, etc.
La importancia del ocio
Todos los tipos de ocio son importantes, porque son la pausa que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan para poder funcionar. Hay muchos problemas graves que solo se logran resolver si nos damos una pausa y dejamos de pensar en ellos.
Así mismo, todos los tipos de ocio son una forma de proteger la salud. Si no dejamos un espacio para la pausa y nos dedicamos exclusivamente a actividades utilitarias o que implican algún compromiso, llega un punto en el que nos invade el estrés y esto trae consecuencias impredecibles.
Los ocios reparadores cumplen con el papel de renovarnos. También, por supuesto, están esos ratos de ocio en los que simplemente queremos pasar el momento sin hacer nada trascendente. No solo es válido, sino que también es necesario tener espacios de esa naturaleza. Es muy habitual que esos ratos se conviertan en el espacio para incubar nuestras mejores ideas y nuestros logros más grandes.
Edith Sánchez
El ocio social corresponde a todas esas actividades que están dedicadas específicamente a disfrutar de la compañía de otras personas. En este caso, el énfasis no está en la actividad que se realice como tal, sino en las personas con quienes se lleva a cabo.
El social es uno de los tipos de ocio reparador que ayuda a salir de nuestro propio mundo para ir al de los demás. De lo que se trata aquí es de compartir momentos, poniendo especial atención a las personas con quienes lo hacemos. Es decir que el interés debe enfocarse plenamente hacia ese otro.
En esencia, corresponde a actividades como conversar, salir a tomar una copa con amigos, ir a una reunión, etc. Lo importante es que el objetivo central sea compartir. Esto quiere decir que no caben aquí actividades que tengan un propósito adicional, como obtener alguna ayuda, o pulir la imagen social, etc.
La importancia del ocio
Todos los tipos de ocio son importantes, porque son la pausa que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan para poder funcionar. Hay muchos problemas graves que solo se logran resolver si nos damos una pausa y dejamos de pensar en ellos.
Así mismo, todos los tipos de ocio son una forma de proteger la salud. Si no dejamos un espacio para la pausa y nos dedicamos exclusivamente a actividades utilitarias o que implican algún compromiso, llega un punto en el que nos invade el estrés y esto trae consecuencias impredecibles.
Los ocios reparadores cumplen con el papel de renovarnos. También, por supuesto, están esos ratos de ocio en los que simplemente queremos pasar el momento sin hacer nada trascendente. No solo es válido, sino que también es necesario tener espacios de esa naturaleza. Es muy habitual que esos ratos se conviertan en el espacio para incubar nuestras mejores ideas y nuestros logros más grandes.
Edith Sánchez
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